IDG Research
Trabajo híbrido

“Las empresas, y en particular las pequeñas, todavía están aprendiendo a encontrar el modelo de trabajo híbrido que mejor funciona”

¿Se puede hablar de una completa implantación del modelo de trabajo híbrido en las empresas? Alberto Bellé y Fernando Maldonado, analistas principales de IDG Research, creen que todavía queda mucho camino por recorrer para que eso sea una realidad en las empresas.

IDG Research diciembre
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Puede escuchar aquí la entrevista:

 

Víctor Manuel Fernández / Imagen: Juan Márquez

El trabajo híbrido es una realidad, pero todavía queda mucho trabajo por hacer. En especial porque, como analizan Alberto Bellé y Fernando Maldonado, analistas principales de IDG Research, la situación no es la que debería ser si nos atenemos al concepto en si de trabajo híbrido y los errores en su desarrollo, tal y como explican aquellos analistas en las siguientes líneas.

 

La situación

Alberto Bellé considera que nos encontramos en un momento de transición. Y esto es así porque “las empresas, y en particular las pequeñas, todavía están aprendiendo a encontrar el modelo de trabajo híbrido que mejor funciona”.

Para Bellé, se ha pasado de un momento que estalló durante la pandemia en que las empresas se vieron obligadas a implantar el trabajo híbrido por necesidad, a otro en que depende de esa necesidad. “Está claro que el modelo trae consigo una serie de ventajas muy claras, pero es preciso que exista un equilibrio en su desarrollo, y eso pasa por combinar los lugares de trabajo de una manera adecuada”.

Por eso dice que “esto va más allá de cómo se trabaja”. Bellé admite que tiene que ver con muchos aspectos, que van desde lo que hace la empresa hasta cómo desarrolla el modelo. De ahí que quiera destacar tres aspectos muy importantes de los que ya son conscientes muchas empresas y cuyo resultado es el punto adecuado para el desarrollo del modelo de trabajo híbrido, como son el coste, la productividad y el papel del talento.

 

Qué ha cambiado

Fernando Maldonado admite que el primer cambio se ha producido en el ecosistema de la tecnología, pero también en la forma de relacionarnos con otras personas e, incluso, en la manera de relacionarnos con la propia tecnología. “Esta tecnología [trabajo híbrido] está mucho más orientada hacia la colaboración, a establecer conexiones con otras personas dentro de la organización que, a lo mejor, antes eran más difíciles. La idea de colaboración está muy centrada en todas las empresas”.

Colaboración y manera de trabajar que está en puertas de cambiar debido a la misma tecnología. “Estamos a la espera de ver cómo va a afectar el desarrollo de la Inteligencia Artificial en este modelo de colaboración. Antes, conocer cosas dependía de acudir a determinadas fuentes dentro de la empresas, a los expertos que en ella trabajan. Ahora, la Inteligencia Artificial evita muchas veces que tengas que preguntar cosas al experto dentro de la organización para que te diera esa información. Por tanto, cambia la forma en la que colaboramos, en la que conectamos con otras personas dentro de la organización”.

En segundo lugar, dice Maldonado, hay que tener en cuenta cómo entregamos y consumimos servicios dentro de la organización. “¿Qué ocurre con la formación en el entorno de trabajo? Que también es híbrida. Ahora podemos consumir esa formación en muchos casos cuando proceda. Modelos como el e-learning se han visto potenciados con la implantación del modelo de trabajo híbrido tanto en lo que respecta al consumo como a la entrega de la formación y otros servicios que necesita la empresa en su día a día. Pasa también con la reuniones, que ahora podemos hacer dónde, cuándo y cómo queramos sin necesidad de desplazarnos. La pandemia ha demostrado tanto con esto como con otros servicios que se pueden entregar en formato virtual”.

Y, en tercer lugar, está el cambio cultural que trae implícito el modelo de trabajo híbrido. “Aquí el reto lo vemos fundamentalmente en la parte de la dirección. ¿Cómo se aprende a gestionar equipos que pueden estar trabajando de forma no presencial? En el caso de las pymes, sus rectores tienen que acostumbrarse a una forma de gestionar los equipos a la que, en no pocos casos, no terminan de estar acostumbrados”.

 

Errores más comunes

Como todo en la vida, no son pocos los errores producto de un desarrollo erróneo del modelo de trabajo híbrido. “Hay que partir de una premisa: es preciso entender que el trabajo hibrido no es sólo trabajar en casa o trabajar en la empresa, sino que implica cambios en la manera de consumir la tecnología, de entregar y recibir los servicios en la cultura de la empresa. Está claro que con el Cloud cambia todo. “Cambia ese entendimiento, por lo que muchas empresas han de saber planificar qué quieren hacer con la tecnología, pues los servicios a desarrollar van a depender de ella. Además, eso implica proteger los datos y la conexión de forma adecuada, porque ya no vale improvisar como ocurrió durante la pandemia. La seguridad es esencial para el trabajo de las empresas dentro de este nuevo modelo, y eso implica la planificación de la tecnología y del mismo modelo tecnológico”, apostilla.

Pues esto implica muchas cosas: cambios en los ingresos y costes de las empresas relativos al hardware, al software y a los nuevos servicios que pueda ofrecer digitalmente. Planificar es muy importante, “por eso es necesario que las empresas aprendan a controlar su microgestión, que son todos esos detalles pequeños que, en ocasiones, no se tienen en cuenta y que son tan importantes para su funcionamiento. Tengamos en cuenta que, ahora, no son pocas las empresas que tienen trabajadores repartidos por todo el mundo. Por eso son tan importantes esas herramientas de microgestión digital para mantenerlos unidos a la empresa pero sin pasarse de frenada”, dice Alberto Bellé.

El tercer error que observa este analista es no entender que el trabajo híbrido también cambia las políticas de gestión de la empresa. “Cambian la forma de comunicación, las reuniones, los flujos de trabajo. No te van a valer las mismas políticas ni de contratación del empleado, ni de desconexión digital. En consecuencia, tendrá que establecer unas políticas de desconexión digital que garanticen la comprensión del empleado y, a la vez, le protejan. Porque, si no, puedes trabajar desde casa, pero también puedes no saber dónde están las barreras. Entonces, si quieres hacer eso con las mismas políticas, tienes que asegurarte de que los empleados menos digitalizados y familiarizados con la tecnología no se sientan excluidos de esas oportunidades que se están generando. En suma, las empresas han de evitar la falta de planificación y el exceso de control del empleado”.

 

 



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