"En un momento como el actual, HP está totalmente volcada con su red de 'partners"

El director de Canal de HP en España y Portugal, Javier García Garzón, resalta el papel del Canal en esta entrevista en un mercado cuyo panorama, tras el COVID-19, es difícil de prever.

Javier García Garzón, director de Canal de HP para España y Portugal
Javier García Garzón, director de Canal de HP para España y Portugal

Javier García-Garzón, director de Canal de HP para España y Portugal, analizan en esta entrevista la situación que vive el mercado desde la aparición del COVID-19. Una entrevista que formará parte de un reportaje que podrá leer en el próximo número de DealerWorld. Aquí se la ofrecemos de manera completa.

Y después del desconfinamiento, ¿qué?

Es complicado aventurar cómo será la vida después del confinamiento, pero lo que está claro, es que el mundo que nos encontraremos no será el mismo. Habrá un antes y un después en la forma en que trabajaremos, viviremos, nos relacionaremos y gestionaremos los recursos.

Miedo, siempre habrá…

En efecto, el miedo a un segundo rebrote de la pandemia está haciendo que los Gobiernos de todo el mundo hagan una reapertura gradual de los diferentes sectores de actividad. En España, la vuelta al trabajo de los actividades no esenciales ya nos han mostrado imágenes de una cotidianeidad poco habitual. La obligatoriedad de mantener la distancia social, tanto en sitios abiertos como cerrados, y el uso de complementos como guantes, mascarillas e incluso de gafas protectoras, van a marcar la forma en la que nos relacionamos y trabajamos, al menos, durante un tiempo.

¿Y no cree que, esto ya de por sí, ya es un cambio que nos prepara para lo que está por venir?

Es obvio que este paréntesis traerá cambios, pues seguir y perpetuar el estilo de vida anterior al ‘gran confinamiento’ complicaría aún más el escenario actual. La cuestión es qué dimensión tendrán estos cambios y esto dependerá de los que se alargue la crisis y del coste que habrá que asumir para solucionarla.

¿Qué escenario prevé?

Vivimos un momento de incertidumbre. Hasta el momento, la humanidad no había tenido que enfrentarse a una situación parecida. Por este motivo, es complicado extrapolar cómo se comportará la economía y la sociedad cuando salgamos de nuestros hogares y, cuándo se producirá este momento. A eso hay que unir la falta de experiencia previa con un virus como el COVID-19, lo que complica dibujar un posible escenario, con el añadido de que la situación de la epidemia en cada uno de los países es diferente y, por tanto, es probable que las fechas en las que se produzcan un levantamiento de las medidas y de la qué forma se haga variará de un estado a otro. En España, todavía no hay una hoja de ruta marcada para fin de la contención.

Lo único previsible, y que ya han adelantado las autoridades económicas, es que nos enfrentamos a la crisis más profunda desde la II Guerra Mundial. En España, con una fuerte dependencia del sector turismo —no hay que olvidar que representó casi el 13% del PIB en 2019— y un tejido empresarial formado en el 98% por pequeñas y medianas empresas, estos ingredientes hacen pensar que el desafío para remontar esta crisis será muy importante.

¿Cómo prevé que sea de dura la caída de actividad que hay que levantar? ¿Cuánto prevé que pueda durar esta situación?

Las últimas previsiones del Fondo Monetario Internacional sostienen que la producción global per cápita se contraerá un 4,2 % este año, un ratio bastante superior al 1,6 % registrado en 2009 durante la crisis financiera mundial; y que cada mes de aislamiento supone una contracción del PIB del 3%. En nuestro caso, los expertos prevén que este decrecimiento sea bastante mayor por el peso del sector servicios y turismo —quiero recordar que, sólo para esta industria, la OCDE señala una caída del 70% a escala mundial—, por lo que vaticinan una reducción que oscile entre el 5 y el 12% del PIB, en función de si la normalidad se recupera antes o después del verano.

Además, y si es por aportar más datos, en este escenario tan desafiante, la OCDE vaticina que tendrán que pasar al menos 3-4 años para que la economía española vuelva a los niveles de diciembre de 2019, siempre y cuando no se vuelvan a producir brotes que provoquen un nuevo parón en la economía.

En consecuencia, ¿cree que el mercado está preparado para lo que vendrá después, o supondrá comenzar una nueva manera de trabajar como no hemos conocido hasta la fecha.

La coyuntura actual ha puesto a las empresas en la tesitura de desvincular su actividad y la de sus empleados de la ubicación física, si quieren continuar estando operativas durante el confinamiento. Si antes del Estado de Alarma decretado por la pandemia del COVID-19, sólo el 4% de la población activa española practicaba de forma habitual el teletrabajo, en la actualidad alrededor del 88% de los empleados en nuestro país trabaja desde casa, de acuerdo con el estudio La productividad del trabajo y la conciliación laboral 2020, de EAE Business School. Este ratio es similar en otros países de la Unión, en que esta forma de trabajar era más utilizada.

Pero esto es España…

Si bien es cierto que esta situación podría acelerar la generalización del teletrabajo en nuestro país, el trabajo presencial va a ser ineludible en la industria, determinados sectores como los dedicados al público y en puestos concretos. En todos ellos, el espacio físico jugará un papel clave para garantizar la salud de los trabajadores, y en el caso de las empresas de ocio y restauración, entre otras, también la de sus clientes. Nos habituaremos a una serie de normas en los entornos productivos, que contemplan desde el control de acceso mediante la temperatura corporal para identificar y detectar posible contagios hasta establecer nuevos turnos, pasando por la distancia social de 1-2 metros, evitar compartir herramientas de trabajo y dispositivos o limitar el movimiento dentro de las instalaciones.

¿Cree entonces que el teletrabajo se mantendrá como forma de trabajo?

Vivimos el ensayo de teletrabajo en tiempo real más grande en la historia de la humanidad y podría convertirse en un catalizador de su generalización, al menos, de su aumento en el corto y medio plazo, si las cifras de productividad de los empleados durante las semanas de confinamiento demuestran que funciona.

En la actualidad, y a raíz del COVID-19, el 88% de las empresas ha optado por esta forma de trabajo, tal y como recoge una encuesta de Gartner a 800 directivos de Recursos Humanos. Las cifras muestran que el teletrabajo ha permitido a muchas empresas estar operativas en esta emergencia sanitaria. No obstante, está demostrado que su adopción en circunstancias normales requiere no sólo la dotación de equipamiento tecnológico sino además un cambio cultural en las personas, que exige tiempo y una hoja de ruta que derribe los tradicionales conceptos de productividad basados en el presencialismo.

Presencialismo que es difícil de derrotar en un país como España…

Aún así, creo que es probable que el tiempo de trabajo presencial se reduzca cuando se retome la normalidad. En tanto en cuanto se prevé que el virus continúe circulando un tiempo en la sociedad, las empresas optarán por modelos más flexibles que, por ejemplo, contemplen que los trabajadores solo vayan a la oficina un par de veces por semana, unas horas por la mañana o cuando tengan reuniones. En consecuencia, nos encontramos ante un cambio de escenario no sólo por parte del empresario, sino también del empleado. Es posible que muchos quieran continuar con un cierto nivel de teletrabajo durante parte de la semana, incluso cuando puedan volver a sus oficinas, porque han comprobado que les permite la deseada conciliación entre la vida personal y laboral.

Y la pregunta clave: ¿será el Canal la pieza del engranaje que puede echar a andar de nuevo a este país?

En la actual situación, ha quedado patente que el Canal de distribución juega un papel clave para garantizar el suministro y el abastecimiento. En nuestro caso, es una figura clave para nuestro negocio. Prueba de ello, es que más del 90% del negocio global de la compañía se realiza a través de nuestro ecosistema de partners y que gran parte de nuestro éxito se lo debemos a su compromiso e implicación.

Por este motivo, en un momento como el actual, más complejo y desafiante, HP está totalmente volcada con su red de partners con el objetivo de ayudarles a afrontar los retos comerciales y financieros asociados a COVID-19. Para lograrlo, hemos apostado por programas de incentivos de tarifa plana y por flexibilizar los modelos de compensación, facilitando y aumentando los plazos para la presentación informes de resultados, que les permita convertir los retos en nuevas oportunidades.



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