Samsung Galaxy S III: ventajas e inconvenientes

Finalmente, y tras meses de expectación, Samsung ya ha presentado su Samsung Galaxy S III, un smartphone que busca consolidar al fabricante en lo más alto del ranking de teléfonos inteligentes.

Tal y como aseguraron los principales directivos durante la presentación del Samsung Galaxy S III, este smartphone busca ser “el nuevo mejor amigo” de los usuarios, siguiendo “todos sus movimientos”. Lo cierto es que el smartphone es capaza de predecir cuándo un usuario quiere encender la pantalla a través del uso de la cámara frontal y de la visión. Por ejemplo, si se está viendo una película en el teléfono y se duerme, el smartphone se apagará.

S Voice, es, sin lugar a dudas, uno de los grandes atractivos del Samsung Galaxy S III. Similar a Siri (el software de reconocimiento de voz de Apple) S Voice es capaz de reconocer una gran cantidad de órdenes. Por ejemplo, si se dice “snooze” la alarma se apaga, y si se pronuncia “llamada directa” se puede llamar a un contacto con el que se esté intercambiando mensajes. Controlar el volumen de la música, organizar el calendario o utilizar la cámara a través de comandos de voz son otras de las funciones que permite S Voice. La parte “negativa” es que no existe una palabra (por el momento) que permita a S Voice trabajar con aplicaciones de terceros.

Otro de los puntos fuertes del Samsung Galaxy S III es su procesador de cuatro núcleos a 1,4 GHz Exynos 4. A pesar de las capacidades de este procesador, la “pega” es que no es compatible con redes LTE.

Aunque Samsung ha hecho hincapié en facilitar que los usuarios puedan compartir archivos, las primeras pruebas indican que esta facilidad es sólo una realidad si se comparte con otros Samsung Galaxy SIII. De hecho, este smartphone dispone de Android Beam, que permite que archivos pesados sean transferidos entre teléfonos móviles rápidamente. Gracias a Beam, se puede compartir música, fotos y más de 1 GB de vídeo de un Galaxy S III a otro Galaxy S III. 

La pantalla HD Super AMOLED de 4,8 pulgadas con una resolución de 1.280 x 720 píxeles, utiliza la misma tecnología que el Samsung Galaxy Nexus. En cambio, el Samung Galaxy S II tiene una pantalla Super AMOLED Plus, que está basada en la estructura de pixel PenTile en la cual los píxeles comparten subpíxeles.

El Galaxy S II, además, disponen de una pantalla RGB en la que los píxeles tienen sus propios subpíxeles. Esto significa que las pantallas super AMOLED HD tienen una menor densidad global de subpíxeles, lo que podría traducirse en la nitidez y precisión de color.

Si se compara el Nexus Galaxy con el Galaxy S II, no hay una gran diferencia en lo que a calidad de la pantalla se refiere. La única diferencia que se puede apreciar es la precisión del color, especialmente en los blancos.

 En cuanto al tamaño de la pantalla, ésta es una de las grandes características. No es mucho mayor que la de su predecesor y la calidad es más que óptima.

La batería es una de las “pesadillas” de los usuarios (más que la batería, la duración de la misma).  Samsung asegura que esto no será un problema en el Samsung Galaxy S III al disponer de una más grandes (2100mAh). Si se comprara,  el Galaxy S II dispone de una batería de 1560mAh, mientras que el Nexus Galaxy tiene una batería de 1750mAh.

La cámara, de 8 megapíxeles, es toda una revelación. Dispone de funciones como “best photo”, que selecciona automáticamente las mejores fotos de una serie de ocho fotografías tomadas en la sucesión;  se enciende “en menos de un segundo” tal y como ha asegurado Samsung; y dispone de la función disparos en ráfaga.

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