Adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft: detalles para tener en cuenta

Microsoft dice que cambiará su cultura de trabajo por los bloques de construcción del metaverso de Activision Blizzard, lo que podría dar un nuevo significado al título de arquitecto de software.

Satya Nadella
Satya Nadella, CEO de Microsoft

El plan de Microsoft para adquirir el desarrollador de juegos Activision Blizzard, anunciado el 18 de enero, no sólo tiene que ver con los juegos: también tiene consecuencias para la empresa y los CIO.

El valor de 68.700 millones de dólares que la operación supone para Activision Blizzard es sólo un 3% de la capitalización bursátil de Microsoft, y las dos empresas tienen ventas e ingresos netos en una proporción similar, por lo que no va a pesar tanto en la dirección estratégica de Microsoft.

Pero la operación absorberá cerca de la mitad del efectivo disponible de Microsoft, lo que limitará su capacidad en un futuro próximo para realizar otras grandes adquisiciones que podrían servir mejor a los CIO.

El precio de Activision Blizzard es mucho mayor que el de otras grandes compras de Microsoft en los últimos años. Entre ellas están la especialista en reconocimiento de voz Nuance Communications, por 19.700 millones de dólares en abril de 2021; ZeniMax Media, otro estudio de juegos, por 8.100 millones de dólares en septiembre de 2020; la plataforma de control de versiones GitHub, por 7.500 millones de dólares en 2018; la red social LinkedIn, por 26.200 millones de dólares en 2016; o Mojang, desarrollador del juego Minecraft, por 2.500 millones de dólares en 2014.

 

Pasar al metaverso

Para Microsoft, esta operación no consiste (sólo) en adquirir más contenido de juegos para sus plataformas Xbox y Windows, sino en crear los cimientos para el desarrollo de plataformas basadas en el metaverso.

El cambio de nombre corporativo de Facebook por el de Meta Platforms hizo que el término metaverso pasara a primer plano el año pasado, pero el mundo de la informática lo adoptó felizmente de la ficción popular hace años. IBM tenía un evangelista metaverso en 2007.

Pero ¿qué es exactamente un metaverso? En pocas palabras, es un entorno de realidad virtual, algo así como Second Life o los mundos de fantasía que se encuentran en muchos videojuegos, pero al que se accede a través de un casco de realidad virtual como Oculus de Facebook o PlayStation VR de Sony. Las Hololens de Microsoft, en comparación, son unos auriculares de realidad aumentada o mixta porque se puede ver el mundo real a través de las imágenes que proyecta, lo que las hace inadecuadas para visitar mundos puramente virtuales, ya que la realidad se entrometería.

"Creemos que no habrá un metaverso único y centralizado, y no debería haberlo", ha declarado Satya Nadella, consejero delegado de Microsoft, en una conferencia telefónica para hablar del acuerdo. "Tenemos que dar soporte a muchas plataformas basadas en el metaverso, así como a un sólido ecosistema de contenidos, comercio y aplicaciones".

El metaverso también se está introduciendo en el lugar de trabajo. Con la tendencia a trabajar desde casa, muchos de nosotros estamos familiarizados con servicios de videoconferencia como Zoom o Teams de Microsoft. Estos servicios suelen ofrecer a los usuarios —si el hardware de vídeo de su ordenador es lo suficientemente potente— la opción de ocultar la pila de ropa sucia o la pintura descascarillada que tienen detrás con un telón de fondo virtual. Teams va un paso más allá y permite a los usuarios controlar no sólo cómo se presentan a sí mismos, sino también cómo ven a sus colegas, disponiendo sus imágenes alrededor de una mesa de conferencias virtual o en asientos de teatro virtuales en la pantalla que tienen delante.

Si el ancho de banda y el presupuesto lo permiten, esa experiencia puede llevarse aún más lejos, de modo que, miren hacia donde miren los participantes en la reunión, todos parezcan estar en la misma sala virtual.

Pero el metaverso de las oficinas no tiene por qué limitarse a una sola habitación. Activision Blizzard aportará a Microsoft su experiencia en la creación de mundos virtuales mucho más grandes, como los de Call of Duty, un juego de disparos en primera persona en el que los mapas típicos abarcan miles de metros cuadrados (un gran edificio de oficinas, o un pequeño centro comercial) o World of Warcraft (donde los fans estiman que los mapas cubren un área del tamaño de Washington, DC).

Y no sólo eso: el arquitecto de software podría adquirir pronto un nuevo significado en el organigrama del departamento de TI.

 

Escala de la nube

Hoy en día, videojuegos como los que produce Activision Blizzard no sólo se ejecutan en consolas y PC: también tienen amplios componentes de computación en la nube, que exigen baja latencia y alta fiabilidad. Activision Blizzard convirtió a Google Cloud Platform en su proveedor de alojamiento preferido en enero de 2020, por lo que una forma en la que Microsoft podría sacar valor adicional de esta adquisición sería trasladar esas cargas de trabajo a Azure.

Con la mayor demanda fuera de las horas de oficina, el juego sería un buen complemento para las aplicaciones empresariales de Microsoft, lo que le permitiría obtener un mayor rendimiento de sus actuales inversiones en infraestructura. Es un camino posterior a la adquisición que Microsoft ha recorrido antes, moviendo las cargas de trabajo a Azure desde los propios centros de datos de LinkedIn y sacando los juegos de Mojang de Amazon Web Services. Si esta migración a la nube no funciona, habrá que esperar las quejas de los jugadores.

 

 



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