La tecnología es la mejor arma contra la inflación

Estando las cosas como están, mucho nos tememos que Daddy Yankee se lo pensaría hasta dos y tres veces para cantar aquello celebérrimo de «sube la gasoooliiiiinaaaa, dame ‘ma’ gasooooliiiiinaaaaaa», porque no está su precio, ni el de otras muchas cosas, como para andar con tonterías.

Sí, lector/a: la inflación corre desbocada. Situada en niveles que no se veían por este reino desde comienzos de los años 80 del pasado siglo –¡ah, los 80!—, cierra grifos económicos y aprieta los bolsillos para que no se pueda extraer de ellos ni un mísero céntimo de euro. Bienvenida, inflación.

¿Hasta cuándo veremos la inflación en estos niveles? En EE. UU. ha bajado del 8 % después de seis meses —7,7 % el último dato—, mientras que en Hungría ha alcanzado el 21,1 %, la mayor tasa de los últimos 25 años. Ole con ole. Aunque en Latinoamérica podrían decir aquello de a Noé le van a hablar de la lluvia. Aquellos países, que no saben lo que es una inflación baja desde hace mucho, mucho tiempo, y sin necesidad de proceder de una galaxia lejana.

Y como la fiesta no podía ser completa en un escenario que asustaría —usemos este término por ser educados— al mismísimo Boris Karloff, el Banco Central Europeo ya ha advertido de que esto va para largo –tiempo prolongado, en palabras de sus gestores— y que ¡tan, ta, ta chán! , habrá más subidas de tipos de interés. Un panorama precioso.

Panorama que Pablo Carrillo, Territory sales director at Logicalis, resume de esta manera: “La inflación va a poner en jaque a las organizaciones, lo que seguramente propicie problemas de estructura salarial, operativa, etc. Con todo ello, éstas van a tener que buscar vías de eficiencia porque la demanda además se va a contraer. En esta línea la tecnología es un buen habilitador que ayuda a mejorar los procesos, hacerlos más eficientes y reducir la capa de costes. Así, las compañías van a tener que poner en marcha toda la inventiva y esfuerzos para superar una situación económica difícil, y por ello la tecnología se consolida como una gran ayuda que además les permitirá ser más competitivos”.

Tecnología contra la inflación

Los expertos consultados para este reportaje no dudan en afirmar que la tecnología es, ahora y siempre, la mejor arma de que disponen las empresas para desenvolverse en este escenario inflacionista.

“A pesar de la subida de la inflación actual, la digitalización se posiciona como un elemento deflacionista: invertir en tecnología permite a las empresas reducir sus costes en el medio y largo plazo, ya que mejora la eficiencia de los procesos. Esto se traduce en que cualquier empresa, sin importar su tamaño, puede automatizar, simplificar o incluso eliminar ciertas tareas que, de otro modo, sus empleados tardarían mucho tiempo en completar”, dice Antonio Budia, director de Partners de Microsoft España.

Algo que en Microsoft, nos confiesa Budia, llaman ‘perseverancia digital’. O sea: “La transformación digital está ofreciendo a las empresas nuevas fronteras en cuanto a movilidad, colaboración y productividad que hasta hace unos años parecían impensables, impulsando sus fortalezas y ayudándoles a generar más oportunidades de negocio”, insiste.

Por lo tanto, este especialista de Microsoft considera que la digitalización de las empresas es clave para el crecimiento de la economía española.

Éramos pocos… y los semiconductores

El refranero español es tan rico que tiene para todo y para todos. En una situación como la que vivimos, con Putin a lo suyo desde hace meses y todas las consecuencias que acarrea su manera de proceder, parece que tendiéramos a olvidar que hay un detalle que sigue sin resolverse y que, de alguna manera, ahonda aún más el problema que tenemos encima. Lector, lectora, bienvenido a la crisis de los semiconductores y lo que te rondaré, morena.

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