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Nube distribuida y descentralizada: una tendencia clara para 2024

La nube distribuida y descentralizada es una de las tendencias cloud 2024 más importantes a tener en cuenta. Principalmente, porque ofrece una mayor eficiencia y rendimiento a la hora de distribuir recursos en diferentes ubicaciones geográficas.

Nube distribuida y descentralizada

El Cloud Computing no ha dejado de evolucionar y revolucionar la tecnología con la que interactuamos día a día, tanto en el ámbito personal como en el ámbito empresarial. En éste, las empresas han tenido que evaluar las tendencias, estrategias y múltiples opciones según sus necesidades para la transformación, digitalización de sus procesos que involucra el manejo de sus datos en entornos cloud y que les permita ser competitivos en un mercado cada vez más agresivo.

“Para las empresas, no existe un camino o procedimiento estándar para la adopción de la tecnología cloud, la estrategia a usar o la elección de una arquitectura en específico para una eficiente adopción cloud dependerá mucho de los datos a tratar, normas legales, niveles de seguridad, etc. Que la empresa tiene que considerar antes de definir un modelo operacional que se ajuste a sus necesidades, en ese sentido, existen diferentes tipos o arquitecturas de nube que ayudan a suplir estas necesidades siendo las más tradicionales las nubes públicas, nubes privadas y nubes hibridas, sin embargo, la creciente demanda de infraestructura y necesidades particulares de cada empresa han evolucionado estas arquitecturas para ajustarse a ellas, esta evolución se está convirtiendo en una tendencia que genera mucho interés dentro de los entornos TI de las empresas, estamos hablando de nube distribuida y nube descentralizada, que combinan beneficios de la nube pública, privada y nube perimetral (Edge Computing)”, reconoce Aldo Raúl Herrera, arquitecto Cloud en Neoris

En suma, este especialista detalla que una nube distribuida implica que los recursos están distribuidos geográficamente. Y una nube descentralizada, que los recursos están distribuidos en diferentes redes. “Por lo tanto, esta tendencia permite una mayor flexibilidad en el caso de una falla en algún punto de la infraestructura”, apostilla.

“De hecho, el control y la toma de decisiones sobre los recursos en la nube no están centralizados en un único punto de autoridad. En este modelo, la gestión y el control de los recursos de la nube se distribuyen entre múltiples entidades (o nodos) para evitar puntos únicos de falla”, prosigue.

En conclusión, según cree, las empresas están al tanto de que esta evolución conceptual y estratégica de nube tiene beneficios en términos de escalabilidad, gobierno, seguridad, resiliencia. “Sin embargo, como sucede en muchos escenarios, adoptar este tipo de arquitectura presenta retos que se deben evaluar minuciosamente para una correcta implementación”.

 

¿La conocen las empresas?

Raúl Coria, Cybersecurity & Cloud Product manager de IPM, a Ricoh Company, es de la opinión de que medianas y grandes empresas conocen esta opción, dado el recorrido que ya tiene la computación en la nube en el mercado. “Hoy por hoy, la mayoría de las empresas consideran cloud como una plataforma tecnológica que habilita capacidades y, a medida que abordan su transformación digital, la transición a este modelo es una decisión clave para conseguir elasticidad, una rápida entrega y distribución de aplicaciones, API, mejorar procesos con tecnologías aceleradoras que impulsan sus estrategias digitales, etc”.

De ahí que, en su opinión, lo que quieren es “conseguir esa flexibilidad que no tienen en un modelo on premise puro. Por eso se aproximan o apuestan por moverse a la nube buscando soluciones adaptadas a su estado actual de las TI y con la vista puesta en el escenario al que quieren llegar. Ahora mismo, los equipos de tecnología de las organizaciones barajan las diferentes opciones y piden asesoramiento sobre ellas a sus socios de confianza, y la nube distribuida, como servicio que les permite operar una infraestructura cloud en varias ubicaciones (centros de datos de su proveedor en este modelo, de varios suministradores de nube, centros de colocación de terceros y entornos locales), gestionándolo todo desde un único punto de control, es una de las alternativas”.

 

Por qué es tendencia

Raúl Coria sostiene que “la nube distribuida y centralizada será un modelo que elegirán compañías para escenarios concretos, como puede ser la computación periférica (Edge), que acerca los servidores y aplicaciones al punto donde se generan los datos. Por ejemplo, en despliegues de IoT, o casos de uso en los que se procesan grandes cantidades de datos en tiempo real, por ejemplo. Debemos tener en cuenta que actualmente las opciones que ofrece cloud son muchas, desde nubes soberanas, verticales, entornos híbridos o multicloud, etc., y cada decisión de debe tomar en función de casuísticas concretas”.

De todas formas, Pablo Gil, gerente de cuentas de Altia, dice que la tendencia hacia la adopción de estrategias de nube distribuida y centralizada en 2024 se fundamenta en varios factores clave que reflejan la evolución de las necesidades empresariales y las capacidades tecnológicas. En su opinión, son los siguientes:

· Optimización de rendimiento y latencia: con el aumento de aplicaciones y servicios que requieren baja latencia, como la realidad aumentada, el Internet de las cosas (IoT) y las aplicaciones en tiempo real, las empresas buscan implementar recursos de nube más cerca de los puntos de acceso para mejorar el rendimiento y la experiencia del usuario.

· Diversificación geográfica: la globalización de los negocios impulsa la necesidad de infraestructuras de nube distribuida que puedan soportar operaciones en diferentes regiones del mundo. Esto es especialmente relevante para empresas con presencia internacional que buscan minimizar la latencia y cumplir con regulaciones locales.

· Resiliencia y continuidad del Negocio: la nube distribuida proporciona una mayor resiliencia y redundancia. Al descentralizar los recursos, las empresas pueden minimizar el impacto de interrupciones locales, como desastres naturales o fallas de infraestructura, asegurando una continuidad del negocio más robusta.

· Avances en tecnologías Edge: el aumento de la computación en el borde (Edge Computing) y las tecnologías Edge-to-Cloud está impulsando la necesidad de una infraestructura distribuida. La capacidad de procesar datos cerca de la fuente de generación permite respuestas más rápidas y eficientes, lo cual es esencial para aplicaciones sensibles al tiempo.

· Adopción de estrategias híbridas: las empresas están reconociendo la importancia de la flexibilidad. La adopción de modelos híbridos que combinan la nube distribuida y centralizada permite a las organizaciones adaptarse a las dinámicas cambiantes del mercado, escalando recursos según sea necesario y optimizando costes”.

Por eso, según cree este especialista, la tendencia hacia la nube distribuida y centralizada en 2024 refleja la búsqueda constante de las empresas por optimizar el rendimiento, aumentar la resiliencia y adaptarse a un entorno empresarial cada vez más dinámico y globalizado.

Puede leer aquí el reportaje completo.

 



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