Histórico

Monitores CRT

La necesidad de una elección acertada

Existen diversos motivos que hacen necesario dedicar la debida atención en el momento de adquirir un monitor, no exentos de importancia. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones, no suele prestarse esta atención, debido quizá al desconocimiento de las ventajas o inconvenientes que el uso de uno u otro monitor puede depararnos a lo largo de su vida útil, o, como sucede en muchas ocasiones, que la adquisición de un monitor suele realizarse al mismo tiempo que la compra de un equipo informático completo, dedicándose generalmente más importancia a otros componentes de mayor renombre y que en un gran número de ocasiones terminan siendo infrautilizados, aportando de este modo un escaso servicio al usuario.

Una adecuada estimación de las prestaciones ofrecidas por un buen monitor resultaría, sin duda, suficiente para incrementar la valoración que la mayoría de los usuarios otorgan a este imprescindible dispositivo. En contra de lo que ocurre, por ejemplo, con otros dispositivos informáticos, que disponen de una efímera duración debido a la constante renovación de las tecnologías, un monitor con unas apropiadas prestaciones podrá acompañarnos durante un largo período de tiempo, haciendo más asequible su adquisición al asegurarnos una apropiada amortización, aunque ello signifique un ligero aumento en la inversión inicial.
Otro de los motivos que es necesario tener muy en cuenta es la salud ocular del usuario, observando detenidamente las capacidades de ergonomía y protección que el monitor nos ofrece, al tratarse de un dispositivo con el que se mantiene una estrecha y constante relación, por lo que un deficiente cumplimiento en torno a estas materias pueden causar un grave perjuicio a nuestra visión en un determinado plazo de tiempo.

Una particular tecnología
Del mismo modo que sucede en cualquier otro tipo de dispositivo informático, la aspiración por mejorar continuamente la calidad de imagen ofrecida por los monitores ha propiciado la constante evolución de las tecnologías aplicadas al perfeccionamiento en la presentación de las imágenes digitales. En consecuencia, los distintos fabricantes han ido desarrollando paulatinamente una serie de mejoras que han contribuido en mayor o menor medida a incrementar la capacidad de los monitores para mostrar dichas imágenes, aunque los principios básicos en el funcionamiento de los monitores CRT no han cambiado sustancialmente.
La tecnología aplicada en la fabricación de tubos de rayos catódicos se divide en dos grupos: máscara de sombra Invar y máscara de tensión. En los tubos que disponen de la tecnología de máscara de sombra, una delgada lámina de metal perforada convenientemente, se sitúa entre el cañón de electrones y las partículas de fósforo en el interior del tubo. El cometido de esta lámina de metal es dirigir cada uno de los haces de electrones sobre las partículas de fósforo de su color correspondiente, logrando una considerable precisión en la definición de los colores así como una mayor nitidez en la imagen, al evitar que los rayos de electrones incidan sobre puntos contiguos de la pantalla. Además, y para evitar la deformación que, debido a su continuado uso, se producía en los pequeños agujeros de dicha lámina provocando una prematura degradación, se procedió a proteger ésta mediante un recubrimiento cerámico, dando origen al término Invar. Posteriormente, y mediante la colaboración de dos de los más importantes fabricantes, Sony y Mitsubishi, apareció el tubo con tecnología de máscara de tensión. Este tipo de tubo utiliza una rejilla de apertura para dirigir de manera eficaz los rayos de electrones sobre las partículas de fósforo coloreadas, distribuidas en finas líneas verticales en lugar de los puntos individuales utilizados en la máscara de sombra. Esta rejilla de apertura está compuesta por una serie de finísimos hilos metálicos alineados verticalmente en el interior del TRC. Para reducir la tendencia al movimiento de estos, la rejilla de apertura utiliza otro par de estos hilos colocados horizontalmente y que se sitúan a una distancia de un tercio desde la parte superior e inferior de la rejilla. Estos dos hilos metálicos suelen percibirse, en mayor o menor medida, en todos los tubos de máscara de tensión como dos finas líneas grises a lo ancho de la pantalla.
Una de las particularidades que suele crear cierta confusión en los usuarios es la que se conoce generalmente como tamaño de punto. Semánticamente, esta medida podría interpretarse como el tamaño de cada partícula de fósforo de un determinado color en un tubo de máscara de sombra, y ésta sería idéntica tanto horizontal como verticalmente. En un tubo de máscara de tensión, en cambio, el tamaño de punto horizontal estaría determinado por el grosor de cada línea de fósforo, mientras que verticalmente esta medida estaría únicamente determinada por el calibre del rayo de electrones. Sin embargo, esta magnitud suele hacer generalmente referencia a la distancia que, en los tubos de máscara de sombra, separa dos puntos de fósforo contiguos del mismo color. Además, esta medida viene determinada diagonalmente, ya que la disposición de los puntos no es rectilínea, sino que se mantienen desalineados tanto horizontal como verticalmente para reducir la distancia horizontal entre sus ejes y lograr una mejor combinación de los colores. En cambio, en los tubos de máscara de tensión, esta medida viene referida a la distancia entre dos líneas de fósforo adyacentes del mismo color.
Por otro lado, un enfoque nítido depende, además, de la cantidad de corriente necesaria para dibujar la imagen en la pantalla. Para representar imágenes brillantes es necesaria una mayor cantidad de corriente, que aumenta el grosor del haz de electrones, pudiendo éste llegar a iluminar áreas alrededor del punto en el cuál se debe incidir, produciendo sombras de color alrededor de las imágenes dibujadas. La superior calidad de imagen que ofrecen los tubos de máscara de tensión sobre los de máscara de sombra está basada en la mayor cantidad de luz que puede pasar a través de la rejilla de apertura, de tal modo que es necesaria una menor cantidad de corriente para representar las imágenes brillantes, permitiendo mejores niveles de enfoque.
Una innovación importante en los tubos de rayos catódicos consistió en el llamado “yugo de desviación amplia”, mediante el que se consigue reducir la profundidad del monitor en algo más de 5 cm., lo que supone una ventaja importante en escritorios faltos de espacio. Otra de estas innovaciones tecnológicas, ha equipado los modernos monitores con procesadores internos que permiten regular digitalmente la expansión, tanto horizontal como vertical de la imagen, suprimiendo por completo el molesto borde alrededor de la verdadera pantalla. Esta técnica, conocida como Overscaning, hace que la imagen pueda extenderse a la totalidad del tamaño físico de la pantalla. De este modo, tras una primera configuración por parte del usuario, el monitor realizará en adelante el ajuste automático de los mismos. Por último, algunos monitores soportan la función DDC (Dysplay Data Channel, o Canal de despliegue de información), mediante el cual, el monitor informa automáticamente al PC anfitrión de sus

Revista Digital

Revistas Digitales

DealerWorld Digital

 



Otros Contenidos

Registro:

Eventos: