Histórico

Luis Frutos, presidente de la BSA

"El software es un valor lo suficientemente importante como para que los distribuidores hagan negocio y sean mucho más rentables"

La piratería sigue siendo uno de los grandes problemas que el mercado del software tiene en nuestro país. De hecho, según datos de la BSA, casi la mitad de los distribuidores venden copias ilegales de software. Para conocer más detalles acerca de esta situación, así como para acercarnos a las nuevas iniciativas puestas en marcha por la asociación para tratar de luchar contra esta lacra dentro del canal de distribución, Dealer World ha conversado con Luis Frutos, presidente de la BSA.

Recientemente, la BSA ha puesto en marcha una campaña para luchar contra la piratería en el canal de distribución. ¿Por qué se le ha dado esta orientación?
- El motivo de la orientación hacia el canal de distribución de esta iniciativa es porque somos conscientes de que el canal es la puerta abierta a la reactivación de la piratería en España. Es decir, el canal podría ser una puerta cerrada a la piratería y, sin embargo, es una puerta abierta. Por eso queremos cerrar esta entrada trabajando conjuntamente con el canal.

¿Qué porcentaje estaría haciendo negocio con software pirata?
- Entre un cuarenta y un cuarenta y cinco por ciento del canal está trabajando en pirata. Frente a este dato tan demoledor, nosotros sabemos que el canal puede ser nuestro gran aliado y su propio aliado, cuando sea consciente de que trabajando en legal va a obtener mucho mayores beneficios que los que aquellos que sólo miran a corto plazo están obteniendo ahora. Queremos hacer con el canal una labor casi similar a la que estamos haciendo con el resto de la sociedad: poner en valor el software. Decirles, señores, el software tiene un valor, y ustedes pueden hacer negocio con el software; dejen de tener la puerta abierta y ofrecer el software como un complemento por la compra de hardware. En sí mismo, el software es un valor lo suficientemente importante como para que los distribuidores hagan negocio, tengan beneficio, y sean mucho más rentables de lo que son ahora.
Éste es, en síntesis, el objetivo de la campaña, porque sabemos que con este porcentaje por encima del cuarenta por ciento, el canal es un boquete que está trasladando a toda la sociedad la piratería.

De todas formas, el canal es muy amplio y existe una gran variedad de distribuidores. Para no caer en el riesgo de la generalización, ¿cuál es el perfil de distribuidor que hace negocio con software ilegal?
- En algunas ocasiones las sorpresas son terribles, y hay distribuidores que aportan gran valor a sus clientes pero detrás de esa fachada hay un mundo de piratería enorme, pero, en general, podemos señalar que cuanto menor valor añadido da al cliente, mayores posibilidades hay de que trabaje con software ilegal. Cuanto más mueve cajas sin aportar valor, más posibilidades tiene de piratear, porque, al final, su responsabilidad de cara al cliente es pequeña. Aquel que aporta valor añadido, aquel que convierte a ese cliente en un comprador fiel de cara al futuro, no le puede engañar. Piratear es, primero, un delito en el que concurre también el cliente, pero, además, tiene una batería de aspectos negativos enorme. El canal puede hacer que el empresario trabaje con mayor seguridad, que la empresa tenga un nivel de virus mucho menor del que tiene, puede hacer que sus clientes se incorporen, con el fabricante, en un triángulo para rentabilizar al máximo el uso del software, bien porque está apoyado por un servicio técnico, bien porque tiene la renovación periódica de las licencias legales, o bien porque le da formación. El canal, al introducir al empresario en el mundo del software legal, le está dando un valor muy importante, porque el pequeño empresario no es consciente, en mucha medida, de lo que significa trabajar en legal, pero el canal sí. El canal es un especialista y sabe el boquete que puede crear en la gestión de una compañía introducir software ilegal.

¿Qué objetivo tiene esta campaña?
- El objetivo es introducir el concepto del valor del software. Queremos transmitirlo a la sociedad en general, porque nosotros, como fabricantes, no podemos estar solos. Este discurso puede parecer egoísta, y lo es, pero la problemática es tan grave que queremos trasladar este mensaje a la sociedad en general. No es sólo problema del fabricante. Detrás de hacer un CD hay empresas que está creando miles de puestos de trabajo cualificados. Y detrás también hay Investigación y Desarrollo, algo de lo que históricamente ha carecido España y ahora carece. Estamos creando riqueza a la sociedad. Estamos creando también empleo indirecto en la sociedad. El canal es el gran beneficiado de los fabricantes de software. Pero un cuarenta por ciento de forma poco significativa, porque no son conscientes del valor del software. Estamos haciendo, por tanto, una labor didáctica con el canal para que utilicen el software como un elemento real de negocio, y para que lo sepan utilizar. Además, estamos persiguiendo duramente al canal que está haciendo un uso ilegal del software, porque es un delito, igual que no declarar a Hacienda o hacerlo de forma incorrecta. Por eso estamos trabajando con las fuerzas de seguridad del Estado y el poder legislativo para que, cada día, la legislación sea más ágil, eficaz y potente en la persecución del delito.

¿Las leyes son, actualmente, suficientemente efectivas para luchar contra la piratería?
- Creemos que son suficientes y están bien. Ahora, con esta campaña en concreto vamos a ir a unos 12.000 distribuidores para darles este mensaje en positivo y, en último extremo, que sepan que las leyes están para cumplirlas y son duras, es decir, algunos ya están sufriendo el peso de la ley que, en este caso, puede significar hasta cuatro años de prisión, hasta cinco años de inhabilitación profesional y hasta casi trescientos mil euros de multa. Creo que, legalmente, está bastante cubierto. De todas formas, desde la BSA creemos que lo fundamental es hacer una labor de concienciación, más pastoral, de las bondades del uso del software legal. Desde la BSA nos sentimos apoyados por la Ley, pero pensamos que es una opción extrema, queremos que de forma natural el canal vea que usar software legal es, para ellos, un gran beneficio.

Por tanto, ¿la BSA prefiere la regularización de los infractores en vez de su persecución?
- Preferimos que ese porcentaje se reduzca de forma natural, no de forma impuesta. Por eso, las campañas van en la línea de que hagan negocio, y lo rentabilicen usando y comercializando software legal. El año pasado hicimos más de cuarenta registros, treinta y uno fueron sobre distribuidores, y cuando se hace un registro es porque hay pruebas evidentes de que se están cometiendo delitos, y eso es de una gravedad absoluta, pero, sobre todo, al que hacen daño es al propio canal, porque la competencia desleal es brutal. El distribuidor legal no tiene futuro compitiendo contra quien trabaja de forma ilegal. Pero, al final, el ilegal tampoco, porque no están utilizando las herramientas para hacer negocio, y el cliente cada vez exige más, y no valora que ese software tiene un coste. Lo que tiene que hacer este canal es trasladar a sus clientes el software con el valor que tiene.

¿El desconocimiento de las empresas es real o es, quizá, un mirar hacia otro lado ante una propuesta de menor coste de adquisición?
- Hay de todo. El problema más extremo es que muchos empresarios piensan que están com

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