"Los despidos de las 'big tech' apuntan a algo mucho más profundo"

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Víctor Manuel Fernández / Imagen: Juan Márquez

Amazon (18.000), Google (12.000), Microsoft (10.000), Salesforce (8.000), SAP (3.000), IBM (3.900) son sólo la punta de un iceberg en cuyas tripas hay más de un centenar de compañías que han comunicado despidos para adaptar sus plantillas a la realidad que dicta el mercado. Enero ha sido mes espeluznante para las compañías del sector TI. Se cifra en 70.000 los puestos eliminados por las grandes como consecuencia de los reajustes realizados de cara a afrontar 2023.

“Da igual en el área, ya sea el de seguridad, hardware, software o servicios”, reconoce Fernando Maldonado, analista principal de IDG Research, para quien las explicaciones se repiten de manera habitual en boca del CEO en cuestión. “Por un lado está la situación económica, con un entorno económico marcado por la incertidumbre. Por otro, existe una percepción de error de cálculo. No son pocos los casos de empresas que habían contratado más personal del que luego han necesitado bajo el supuesto de la puesta en marcha del proceso de digitalización de las empresas tras la pandemia. Al contrario, nos hemos encontrado con una vuelta a lo físico. Las empresas no han abrazado por completo su digitalización. Parecía que éste iba a ser un proceso infinito y no ha sido así”.

Mientras, Alberto Bellé, también analista principal de IDG Research, abunda en la idea de que sobran empleados en las empresas de TI visto el panorama actual y el devenir de los acontecimientos; y lo que hace un año era no dar abasto a las demandas de los clientes, ahora sobra gente sea cual sea la tecnología. “Se ha confundido lo que es un pico y se ha extrapolado al futuro, con las consecuencias que esto tiene”, dice. “O bien son los accionistas quienes presionan para reducir costes de manera rápida, y ya sabemos en qué se traducen estas exigencias”, apostilla.

El impacto de la tecnología

Los clientes quieren ver el impacto de la tecnología, reconoce Bellé. En su opinión, se han vuelto muy pragmáticos, buscan saber qué significa la promesa tecnológica para sus negocios, qué valor tiene una tecnología concreta para el negocio de la empresa. "Con lo cual, nos encontramos con que la tecnología ha pasado de ser una promesa infinita a estar sometida a un test de realidad y a un pragmatismo. Eso va a modelar todas las decisiones de compra de los clientes que compran tecnología. Por eso vamos a ver un crecimiento que va a continuar en los próximos años, pero más aplanado”.

Hasta dónde llegará el crecimiento

Maldonado reconoce que el crecimiento llegará según la manera en que cada empresa gestione su negocio y dónde entre para desarrollarlo. En su opinión, durante los últimos años parecía que el crecimiento era ilimitado bajo unas determinadas condiciones de tipos de interés bajos y de una globalización que funcionaba, muy sofisticada, con unas interconexiones bastantes complejas que han funcionado muy bien; y con un sector que ha tenido una regulación impulsada por él mismo para tratar de influir en cómo iba a ser las reglas del juego en el futuro.