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‘Cloud’, IA, y la necesidad de un marco regulatorio

Alberto Bellé y Fernando Maldonado, analistas principales de IDG Research, admiten que el desarrollo de ambas tecnologías necesita de un marco regulatorio para controlar su desarrollo. Especialmente en el caso de la segunda.

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Puede escuchar aquí la entrevista en vídeo:

 

Víctor Manuel Fernández / Imagen: Juan Márquez

Cloud e inteligencia artificial (IA) requieren de un marco regulatorio; de un conjunto de normas que permitan su desarrollo de una manera controlada para que no se escape de las manos de las empresas. Más en concreto, en el caso de la inteligencia artificial, cuyo desarrollo no ha hecho más que comenzar, y que comienza a dar problema en cuanto a cómo ha de ser ese desarrollo y de qué manera acotarla.

Es una cuestión que quedó pendiente el mes pasado con nuestros analistas de cabecera, Alberto Bellé y Fernando Maldonado, analistas principales de IDG Research, por lo que este mes DealerWorld ha querido darle la atención que merece.

 

El marco regulatorio actual

El segundo de aquellos analistas quiere destacar, en primer lugar, la importancia de contar con un marco regulatorio como punto de partida. “Tanto el cloud como la IA cada vez tienen más importancia en los negocios de las empresas. Tanto es así que los están definiendo. Si nos centramos en la IA vemos que está generando muchas noticias en las últimas semanas. Noticias que, en no pocos casos, todavía estamos digiriendo. Quiero recordar que a finales de agosto se aprobó la Ley de Servicios Digitales, que nos da una idea de cómo las grandes tecnológicas han de adaptar sus operaciones para cumplir con lo dispuesto en esta ley. Es decir, dejar en manos de los clientes el grado de personalización del uso de sus datos personales. Y, por otro lado, vemos que cada vez como cada vez hay un mayor interés por controlar prácticas anticompetitivas. Hemos visto cómo al otro lado del charco se está activando los distintos reguladores para frenar aspectos como el abuso de posición de empresas como Google o Amazon, por citar los casos más notorios. Y a estas dos líneas me gustaría añadir un tercer aspecto para tener en cuenta, y es la misma actividad regulatoria, que cambia según los países o las zonas. En el caso de Europa ahora está Gran Bretaña, donde el regulador británico no ha dado luz verde a la adquisición de Activision por parte de Microsoft al contrario de lo que ha ocurrido en otros países o zonas. De ahí la importancia de la regulación sea cual sea el negocio o la tecnología”.

 

El sentido de una regulación del ‘cloud’

Alberto Bellé destaca que el papel de la regulación desde siempre ha sido el de establecer un marco más seguro, poner los límites para que las empresas pudieran utilizar una tecnología y aprovecharse de su desarrollo. “En el caso del cloud, lo que establece ahora la regulación es cómo subir las cosas a la nube. Encontramos ya casos paradigmáticos como Dora 2025 en el sector financiero, pero son esenciales para los denominados sectores críticos. En el caso de aquella regulación, las entidades financieras antes eran muy reticentes a subir a cloud. Ahora son muchas las empresas que han apostado con fuerza por esta tecnología. A modo de ejemplo, AWS y Azure acaparan dos terceras partes de la IAS del sector financiero. El resultado de esta manera de proceder es un cambio en la vía del riesgo a la hora de trabajar con un proveedor, pues están muy vinculadas a él. Y esto implica aspectos cruciales como la calidad de sus servicios, su disponibilidad, etcétera. Por eso aquí es donde aparece el regulador para advertir de estas cosas que antes no preocupaban. En consecuencia, el regulador ha decidido actuar no sólo para poner límites, sino también para poner la reglas de cómo se está desarrollando el cloud, de ahí que los mismos proveedores se afanen en proporcionar a sus clientes herramientas como parte de su marketing para sacar más provecho del cloud. Herramientas que van desde la encriptación a todo lo relacionado con la seguridad. Algo así como te ayudo para cumplir con lo establecido en el marco regulatorio porque sé que te tengo que ayudar”.

En definitiva, en opinión de este analista en cuanto a la regulación del cloud, se están poniendo las reglas para evitar las zonas grises. “Algo así como que los clientes puedan ver que existen salidas dentro de un proveedor; que pueden sacar sus datos, e incluso cambiar de proveedor sin que eso suponga un riesgo para el servicio. De eso se encarga el regulador y, por ende, el marco regulatorio. Y no debemos olvidar que esto es aplicable tanto a las grandes empresas como para las pequeñas y los proveedores de servicios de pequeño tamaño, pues corren el mismo riesgo que sus clientes. Vamos hacia más cloud, pero también más regulado”, concluye Alberto Bellé este apartado.

 

El marco regulatorio de la IA

Y ¿qué ocurre con la IA, cuyo desarrollo está todavía en mantillas? “Es difícil regular algo que no se termina de entender bien, y es cierto que no pocas de sus consecuencias iremos las iremos conociendo sobre la marcha”, empieza explicando al respecto Fernando Maldonado. También es cierto, apostilla, que este debate está sobre la mesa desde hace ya varios años, por lo que hay que entender que, en este caso, el marco regulatorio todavía es emergente y flexible, “pues irá evolucionando en el tiempo. No se trata de algo estático”.

En opinión de Maldonado,hay mucho que digerir en cuanto a la IA. Lo primero que hay que hacer es encontrar un equilibrio entre innovación y la protección ante los riesgos que la misma tecnología conlleva. Es decir, cómo desarrollar una regulación que nos proteja y, al mismo tiempo, permita que se produzca esa innovación. Las tensiones que existen ahora mismo tienen que ver con ese desarrollo, hasta dónde ser restrictivo. Sin duda, un tema complejo”.

De igual forma, hay que prestar atención a ese mismo desarrollo según si es a corto o a medio-largo plazo según sus usos y aplicaciones y qué consecuencias puede tener. “Parte del debate viene por la inteligencia artificial generativa, pero ya estábamos conviviendo con inteligencia artificial, viendo, cuáles eran sus sesgos, su falta de transparencia y que nos afectan hoy y ahora. De ahí la necesidad de buscar un equilibrio en términos temporales según cómo nos pueda afectar y a qué materias. En sentido, como se ha visto ya, EE. UU. ha tomado la delantera a Europa con una ley sobre inteligencia artificial bastante ambiciosa y con un marco regulatorio bastante amplio. Lo que está claro es que hay mucho trabajo todavía por delante. Como dicen los americanos, work in progress.”, dice para terminar.

 



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