Inteligencia artificial
IDG Research

“Las TI necesitan innovaciones como la Inteligencia Artificial para revitalizarse”

La Inteligencia Artificial ya está aquí. Ahora, ¿cómo va a impactar en las empresas? ¿Cuáles serán sus usos? ¿Cómo han de afrontarla? Alberto Bellé y Fernando Maldonado, analistas principales de IDG Research, dan respuesta a estas y otras cuestiones.

IDG Research marzo

La Inteligencia Artificial generativa ha entrado en nuestra sociedad como un elefante en una cacharrería. Sus usos se adivinan infinitos, pero también lo son las dudas que suscita. Y eso que su desarrollo no ha hecho más que comenzar…

Fernando Maldonado, analista principal de IDG Research, considera que ya son millones los usuarios de la Inteligencia Artificial generativa, a los que hay que unir otros tantos que aún no lo han hecho pero sí han oído hablar de ella. “Sobre todo, por la exposición mediática que está viviendo la tecnología”, admite.

En este sentido, reconoce que la tecnología está volando a una velocidad imparable. “Hemos pasado de lo que fue ChatGPT 3 a la versión 4, que trae una serie de novedades tales como una versión premium o que la podamos encontrar embebida en algunas soluciones de Microsoft. A esto hay que unir los movimientos de sus competidores en las últimas semanas, como es el caso de Google, con el lanzamiento de una opción escalonada que se caracteriza por una mayor cautela en los movimientos; o el de la asiática Baidu, con una versión bastante más distinta a las conocidas hasta la fecha”.  

Lo que está claro, refiere este analista, es que la evolución de los casos de uso generados por la Inteligencia Artificial generativa va a seguir creciendo, “y esto va a ser como una rueda que va a mover la industria de las TI durante los próximos años, aunque con una diferencia importante: la innovación no surgirá en un garaje, sino que requiere muchísimos recursos. Y esto es así por la gran capacidad de cómputo que es capaz de poner en manos de los clientes a través de distintos modelos. Quizás ahí esté uno de los riesgos de esta tecnología, pues vemos que se concentra en pocas manos. Además, se trata de jugadores que no competirán entre sí. En consecuencia, dadas las posibilidades de desarrollo que tiene, ya sea de imagen, vídeo, e incluso código, se podría concluir que nos encontramos a la expectativa, pues se trata de una a tecnología que ha venido casi de manera repentina”.

A este análisis Fernando Maldonado quiere añadir que “nuestro sector, el de las TI, necesita innovaciones como esta para revitalizarse y seguir creciendo entonces. De ahí las expectativas a las que me he referido con anterioridad”.

 

Ámbitos de aplicación e impacto

De ahí que, como admite Alberto Bellé, analista principal de IDG Research, los ámbitos de aplicación sean muchos. “Casi infinitos, me atrevería a decir”, precisa. “En algún momento, todas las industrias de todos los sectores van a poder disfrutar de sus beneficios y excelencias porque una cosa está clara: la Inteligencia Artificial generativa está al alcance de todos. Independientemente de la capacidad de cada uno, no hace falta una formación específica, tampoco unas capacidades ni mucho menos un lenguaje de programación”.

No obstante, Bellé sí ve sectores donde su uso ya está produciendo cambios importantes, como es el caso de la Educación. “Tanto profesores como alumnos ya la están utilizando”, reconoce. Lo que también ocurre en otros sectores: desde seguros hasta creación de contenidos. “Y aquí no tardarán en aparecer preguntas acerca de cómo impacta esa creación de contenidos en la actividad humana, porque será necesario redefinir la relación entre hombre y creaciones. Incluso el marketing puede utilizarla ya para lograr una ventaja competitiva en su negocio frente a los demás”, reconoce.

Por eso pide, como bien dice Bill Gate que no sobrestimemos el corto plazo ni mucho menos infravaloremos el largo. “A corto plazo nos sorprendemos por el impacto inicial, por la sorpresa que provoca. Y eso lleva de inmediato a una cuestión polémica en mi opinión: todavía no se produce, en general, la adecuación al propósito. Es decir, ¿cuál es el esfuerzo de crear frente al esfuerzo de supervisar?”, admite.

Se trata de una cuestión espinosa a ojos de este analista de IDG Research, pues “con el tiempo veremos que la propia tecnología será capaz de crear lo que deseemos sin apenas necesidad de supervisión. De ahí que no tardemos en ver, cree, una transformación en no pocos sectores y que sea la propia tecnología la que redistribuya la fuerza laboral dentro de las empresas, prestando atención dónde se ubica el valor o el talento. ¿Cuánto vale esto hecho con Inteligencia Artificial si lo comparamos con algo realizado por un humano? Sin duda, se avecinan cambios profundos”, explica Alberto Bellé.

Puede leer aquí el reportaje completo.



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