Histórico

Proyectores portátiles

La tecnología que los sustenta

Ante la enorme diversidad y versatilidad de funcionamiento de los proyectores multimedia, resulta fundamental conocer con cierto detalle los diferentes aspectos técnicos concernientes al funcionamiento de estos dispositivos. De este modo, el distribuidor estará en las mejores condiciones posibles de aconsejar a sus clientes el equipo o modelo que mejor se ajuste a las particulares necesidades de estos.
Con este objetivo y para apreciar mejor las características de los proyectores multimedia queremos explicar las distintas tecnologías que actualmente se utilizan, así como los parámetros más importantes que definen la calidad de un proyector.

Tecnología LCD o DLP
Antes de adentrarnos en mayores detalles, conviene aclarar los aspectos tecnológicos en los que se basan los proyectores multimedia de última generación.
Actualmente existen dos tecnologías, LCD y DLP, que rivalizan en este mercado, si bien, ambas están fundamentadas en un mismo principio, las pantallas LCD. Es decir, la tecnología básica empleada en este tipo de proyectores está basada en la misma tecnología que utilizan los más conocidos y ampliamente extendidos monitores LCD.
De hecho, el proyector genera la imagen en una pantalla LCD muy pequeña. Básicamente, la manera en la que se forma la imagen un proyector LCD es colocando una pequeña pantalla LCD de una resolución determinada (nativa), frente al haz de luz generado por la lámpara. De este modo, la luz se tiñe con los colores de la pantalla y, por último, incide sobre la superficie de proyección. Si bien, cuando tiene que mostrar una imagen con una resolución diferente a la que puede ofrecer, ya sea mayor o menor que ésta, debe traducir mediante interpolaciones y otros cálculos matemáticos la resolución requerida, con la consiguiente pérdida de calidad.
En el caso concreto de los proyectores LCD, suele haber tres pequeños paneles LCD, del orden de las 0,7 a 1,3 pulgadas de tamaño cada uno de ellos, hacia los cuales se dirigen las señales digitales previamente dividas en los tres colores que conforman el sistema de color RGB. A través de estos paneles se hace pasar un haz de luz proveniente de una lámpara de gran potencia y luminosidad, para unirse nuevamente en un prisma, conocido como unidad de recomposición, obteniendo así la imagen compuesta con la combinación de los colores. Una vez combinados, el haz se hace pasar a través de una lente que aumenta la imagen y permite su proyección en una superficie de gran tamaño.
Sin embargo, actualmente se está usando, especialmente en proyectores ultraportátiles, una nueva tecnología original de Texas Instruments denominada DLP (Digital Light Processing, Procesamiento Digital de Luz), que obtiene resultados sensiblemente mejores que la tecnología LCD, permitiendo, además, disminuir el tamaño y peso de los proyectores, lo cual los hace mucho más adecuados para presentaciones portátiles. El sistema DLP resulta revolucionario porque cambia el concepto del control de la luz, ya que no existen ensambles de dispositivos mecánicos debido a que son reemplazados por un sistema de microespejos.
El corazón de la tecnología DLP radica en la utilización de un microchip DMD (Dispositivo Digital de Microespejos), que tiene la particularidad de estar compuesto por microespejos del tamaño de un píxel. Cada uno se encuentra montado sobre unas articulaciones de tal manera que pueden inclinarse hacia delante o hacia atrás, permitiendo el control en forma individual para reflejar un punto de luz. Es decir, cada uno de los microespejos es controlado digitalmente y activado individualmente para producir imágenes muy brillantes por tratarse de elementos cien por cien reflectantes de la luz que reciben.
Técnicamente, la luz se enfoca hacia los microespejos con un ángulo de 20 grados. Estos están posicionados de tal manera que pueden reflejar la luz tanto hacia el sistema de lentes de proyección como lejos de ellas. Cuando un espejo se coloca en la posición “ON” la luz se refleja dentro del sistema óptico y, de esta manera, se proyecta. Cuando se coloca en la posición “OFF” la luz es reflejada lejos del sistema óptico mostrándose como resultado una imagen de puntos oscuros.
Asimismo, los microespejos construyen la imagen digital con un rapidísimo cambio de posicionamiento entre “ON” y “OFF” con una velocidad de movimiento de más de 5.000 veces por segundo. De este modo, la imagen es recogida y transmitida en su totalidad sin tener que ser dividida y, posteriormente, recompuesta nuevamente en el prisma.
En la práctica, además de la importante ventaja de permitir una mayor miniaturización, los proyectores DLP tienden a ser más brillantes en general, mientras que los proyectores LCD generalmente reproducen mejor las diferentes tonalidades de los colores, así como se caracterizan por ofrecer imágenes con un mayor y más uniforme brillo.

Lámparas UHP
La mayor o menor luminosidad de un proyector está determinada por el tipo y potencia de la lámpara que incorpora. En un principio, el tipo de lámparas empleadas en los distintos equipos de proyección eran halógenas, pero, posteriormente, se pasó a utilizar lámparas de metal haluro que proporcionan mucha más luminosidad y durabilidad. Actualmente, se emplean masivamente las lámparas del tipo UHP (Ultra High Performance). Esta clase de lámparas inventadas y patentadas por Philips son la última innovación tecnológica en el campo de las lámparas para proyectores. El evidente resultado de sus buenas prestaciones es la inclusión en la mayoría de los proyectores fabricados por los principales fabricantes de esta clase de dispositivos.
En concreto, las lámparas UHP proporcionan un mayor y más constante nivel de brillo durante todo su período de vida. Asimismo, las lámparas UHP son lámparas frías, lo que viene a significar que proporcionan un color blanco más puro y con ello unos colores más naturales. Por otra parte, esta clase de lámparas requieren una menor refrigeración al generar un menor calor durante su funcionamiento, aspecto que redunda en un sistema de ventilación menos potente y ruidoso. Además, y lo que es más importante, presentan un menor consumo energético, circunstancia que tiene una incidencia directa en un mayor tiempo de vida de funcionamiento de estas lámparas que, según su potencia (entre 100 y 150 vatios), ofrecen períodos que van de las 8.000 a las 2.000 horas, respectivamente.

Calidad de imagen
Como no puede ser de otro modo, ya que un proyector hace las veces de un clásico monitor, la calidad de imagen y poder de resolución que un proyector es capaz de proporcionar vienen definidas, principalmente, por el número máximo de puntos empleados para formar una imagen.
Como ya se ha dejado entrever en la explicación de las tecnologías involucradas en la configuración de esta clase de dispositivos, los proyectores, tanto los diminutos paneles LCD como los microchips DMD, tienen una resolución predefinida en su construcción con la que trabajan en modo nativo y bajo la cual ofrecen su nivel óptimo de funcionamiento y nitidez. No obstante, al igual que ocurre con los monitores de LCD, estos no están sólo limitados a trabajar siempre en la resolución predefinida. Así, para poder funcionar bajo otros modos de resolución, los proyectores incorporan

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