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La octava generación de procesadores de AMD adquiere señas de identidad

El procesador para equipos de sobremesa, conocido como Clawhammer, podría trabajar a 2,5 GHz, según se dio a conocer en la conferencia Hot Chips

Pese al hermetismo de AMD, que no ha querido confirmar la información dada a conocer por un analista de Merrill Lynch, el mercado ha recibido los que podrían ser los primeros detalles clave de la tecnología Hammer, en la que la firma trabaja en estos momentos. Entre los detalles que se han hecho públicos, por parte de Joe Osha, un analista de Merrill Lynch, en la conferencia californiana Hot Chips, se encuentran la velocidad de trabajo y el tamaño de los chips.
Por lo que se desprende de las palabras de este analista, la versión de sobremesa de esta tecnología, que por el momento responde al nombre de Clawhammer, podría trabajar a 2,5 GHz en un primer momento. Eso sí, AMD no ha querido confirmar públicamente este dato, obtenido por Osha de diferentes fuentes y materiales a los que ha tenido acceso.
De confirmarse este dato, Intel volvería a estar por encima en velocidad con los procesadores anunciados a principios de semana, pero AMD sigue argumentando que sus procesadores se basan en una arquitectura diferente que les permite ejecutar más instrucciones por cada ciclo de reloj.
Asimismo, si esta velocidad fuese correcta, AMD podría verse obligado a modificar los métodos de medición interna de sus procesadores. Así, la compañía emplea mediciones internas para comparar sus procesadores con los de su principal competidos, que le llevan a afirmar que el nuevo Athlon XP +2600, que trabaja a 2,133 GHz, es “igual o mejor” que el Pentium 4 a 2,53 GHz. El procesador de tecnología Hammer a 2,5 GHz podría necesitar una reestructuración de estas medidas internas para que su rendimiento supere a los sistemas de séptima generación.
Pero frente a esto se sitúa la versión oficial de AMD que, en palabras de John Crank, responsable de marca de AMD, señaló que Jerry Sanders, fundador y presidente de AMD, ha hablado de una velocidad que rondaría los 2 GHz, si bien no se ha querido pronunciar sobre sus capacidades exactas.
Asimismo, la firma ha hecho público que se encuentra trabajando con diferentes fabricantes de PC para desarrollar un sistema de medición que tenga en cuenta múltiples factores y no sólo la velocidad de reloj. En cuanto estos trabajos den su fruto, AMD publicará el nuevo sistema de medida, algo que previsiblemente ocurrirá antes de la llegada al mercado del procesador basado en tecnología Hammer, lo que podría ocurrir antes de final de año.

El tamaño sí importa
Pero los esfuerzos de AMD también se concentran en conseguir limitar el incremento del tamaño de los procesadores, comparado con los chips x-86 similares, a un dos o un tres por ciento. Pero según Crank, este comedido crecimiento sólo será aplicable a los procesadores de 64 bits que sustituyen a los de 32 bits sin incorporar elementos adicionales.
Por ejemplo, la versión para servidor de la tecnología Hammer, Opteron, podría quedar fuera de esta categoría de procesadores, dado que incluye tres nodos HyperTransport e incorpora memoria interna, según dio a conocer Osha, por lo que su incremento de tamaño superaría el mencionado 3 por ciento.
El tamaño de los procesadores influye directamente en el número de chips que se pueden producir en una misma oblea de silicio, tal y como señaló Shane Rau, un analista de IDC, algo que afecta a su coste de producción y, en consecuencia, a su precio de venta.
Según Osha, la idea de AMD con Opteron es competir con los procesadores Xeon para servidores, no con los Itanium, más potentes que los procesadores x86 pero también más caros, por lo que Intel los empleará en su batalla con los procesadores RISC. AMD aprovechará esta circunstancia para posicionarse con un precio mejor que el de los Xeon, con el fin de hacerse un hueco en el mercado de servidores de gama baja y media.

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