Histórico

La e-conomía: análisis del impacto por sectores (y IV)

Llegamos al final de esta serie de reportajes completando la visión multisectorial que iniciábamos el pasado mes de junio. Tras un repaso a algunos de los sectores más destacados en lo que a incidencia del comercio electrónico y la e-conomía se refiere, llega el turno a otros dos tan significativos como las telecomunicaciones y la energía. Asimismo, queremos cerrar este conjunto de reportajes hablando de futuro, en concreto del futuro del mundo on-line en nuestro país, ofreciendo algunas pinceladas de cómo será el nuevo mundo que se despliega ante nosotros.

El sector de las comunicaciones se ve afectado por el desarrollo del nuevo mundo en un doble aspecto. Por una parte, por el uso que pueden hacer de las novedades tecnológicas las compañías implicadas y, por otra parte, por el aprovechamiento que hacen del uso del resto del mercado. Así, el desarrollo de Internet y del comercio electrónico supone que una gran parte de los ámbitos económicos pasen a emplear las telecomunicaciones como soporte fundamental de sus operaciones.
Las operadoras están muy bien posicionadas para obtener beneficios de la explosión del tráfico generado por Internet, debido, principalmente, a sus conocimientos tecnológicos, su fortaleza en el negocio de acceso, sus sinergias con su negocio tradicional, su base de clientes, sus relaciones para temas regulatorios y su acceso a contenidos.

Importantes oportunidades y amenazas
El desarrollo de Internet presenta importantes oportunidades para las compañías de telecomunicaciones. Así, destacamos cinco:
- Crear negocios de acceso o prestar su infraestructura a otras compañías de Internet.
- Proporcionar acceso de banda ancha.
- Desarrollar el acceso a Internet desde los móviles, es decir, seguir progresando en el desarrollo de WAP.
- Desarrollar el negocio de contenidos, ampliando sus portales propios.
- Ofrecer otros servicios relacionados con Internet, como transmisión de datos para empresas, creación y mantenimiento de páginas Web, o call centers, entre otros.

Por el contrario, las empresas se enfrentan también a una serie de amenazas. Entre éstas, podemos destacar:
- Sustitución del tráfico de voz por el de datos y transmisión de voz sobre IP.
- Presión gubernamental y de la competencia en los precios de Internet, algo que tiene como máximo exponente la recientemente aprobada tarifa plana.
- Reducción de las barreras de entrada.
- Entorno más competitivo.
- Riesgo tecnológico.

En este panorama, las principales operadoras españolas de telecomunicaciones han optado por estrategias ofensivas ante el desarrollo de Internet, y se han creado sus propios negocios de acceso y portales.

El avance provocado por Internet
En general, el impacto de Internet en el sector de telecomunicaciones está siendo claramente positivo para las empresas existentes. La fuerte revalorización de las compañías del sector durante los últimos meses así lo demuestra.
Como hemos señalado anteriormente, Internet presenta grandes oportunidades para las compañías de telecomunicaciones, al permitirles tanto aumentar sus ingresos como reducir sus costes. De hecho, la irrupción de Internet ha provocado un aumento de ingresos y no un trasvase de dinero de unas fuentes a otras. Esto se debe, principalmente, al aumento del trasiego de datos y a los nuevos negocios que las propias operadoras están desarrollando.

Acceso
El negocio de acceso se debe a la necesidad de contar con una red que pueda ser capaz de canalizar el tráfico de datos derivado de la propia Internet. Como era de esperar, este negocio recae en las operadoras de telecomunicaciones (ya sean de telefonía fija o móvil, o de televisión por cable o satélite). Eso sí, hoy por hoy, la mayoría del tráfico de Internet circula por la red fija (frente a la inalámbrica) porque ofrece una capacidad de transmisión más elevada.
Dentro del negocio de acceso cabe distinguir entre el acceso a Internet, que se hace a través de redes IP dentro de un mercado más competitivo, y el acceso hasta el cliente a través de un bucle local. Dentro del negocio de acceso, las compañías de telecomunicaciones tienen dos opciones. Por un lado, tener su propio ISP y, por otro, prestar su infraestructura a un ISP, portales u otras compañías.
Empezando por la primera de las posibilidades, tener su propio ISP le permite a las compañías de telecomunicaciones aprovechar su marca y su relación con los clientes. En ese caso, las compañías no sólo reciben las cuotas de inscripción de los abonados, sino aquellos ingresos derivados del tráfico telefónico. Esta nueva vertiente del negocio les permite ampliar su oferta completa de valor añadido.
En el segundo de los casos, los ingresos se derivan sólo del tráfico que pasa por sus redes y de la prestación de otros servicios complementarios, como la creación de redes privadas.
El negocio de proveer acceso puede darse bien a través de red telefónica tradicional o bien a través de otras tecnologías como ADSL, que pueden compaginarse con las líneas tradicionales, o bien utilizando directamente tecnologías de banda ancha.
Para las empresas de telecomunicaciones, este negocio de acceso supone una explosión del tráfico que circula a través de sus redes. Actualmente, casi todo este tráfico es de datos, pero en breve plazo también será de voz. Si bien estos ingresos por acceso suponen un pequeño porcentaje, el atractivo está en que se abren puertas a nuevas áreas de negocio que pueden aportar, a su vez, nuevas fuentes de ingresos.
Por la configuración de las redes, el tráfico en Internet se factura como llamada local, lo que nos lleva a que esté representado por un tráfico barato, lo que se verá compensado por el incremento del volumen de tráfico.
En Europa, el modelo dominante es el de acceso gratuito y facturación por tiempo, frente a Estados Unidos, donde se trabaja con tarifa plana, lo que provoca una mayor permanencia de usuarios en la red. En el modelo europeo, el ISP renuncia a los ingresos por cuotas de inscripción a cambio de incrementar la base de clientes y de un potencial incremento del tráfico. Qué está provocando esta situación. Pues como no podía ser de otra forma, se está produciendo un proceso de consolidación de los ISP.
Es posible que en un futuro se instale un sistema mixto, en el que se ofrezca al usuario la posibilidad de facturar por tiempo o bien a través de tarifa plana e, incluso, la posibilidad de hacer llamadas gratuitas en algunos momentos. Por ejemplo, BT ya ha estado realizando pruebas en este sentido con uno de sus ISP durante los fines de semana. Otra opción podría pasar por cobrar las llamadas a Internet como más baratas o bien cobrar menos dinero por una segunda línea. Una iniciativa de este tipo la puso en práctica Telefónica en 1997 y se multiplicó por cinco la conexión a la red en segundas líneas.
Por lo que respecta a los operadores de cable, es previsible que acaben decantándose por el modelo de tarifa plana.
A pesar de que la progresiva extensión de la tarifa plana disminuirá el impacto del crecimiento de tráfico en las cuentas de resultados de las operadoras, pero hay que tener en cuenta que este dinero se sumará a la cuenta telefónica tradicional, con lo que, en todo caso, es un añadido. En el caso de España, la

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