Epson PictureMate 500

Acorde con su fisonomía y ámbito de explotación, es posible imprimir directamente desde una cámara digital compatible con PictBridge o mediante la inserción de una tarjeta de memoria en el lector multiformato dispuesto en el frontal de la unidad. Adicionalmente, también podemos utilizar de forma autónoma nuestra impresora con cualquier dispositivo de almacenamiento que soporte la norma Direct USB Print. También proporciona la opción de conectar un adaptador Bluetooth para hacer factible la posibilidad de realizar impresiones directas desde teléfonos móviles o PDA, ampliando notoriamente su versatilidad de explotación.

Obviamente, su funcionamiento junto al ordenador personal es la opción más flexible, ya que ofrece las ventajas de una mayor velocidad y una calidad superior. En este sentido, la calidad de los controladores de software es simplemente sobresaliente y, además, permite un sencilla pero efectiva configuración del equipo según nuestras necesidades. De igual modo, las herramientas y utilidades de software proporcionadas por el fabricante son abundantes, cubriendo sobradamente las sencillas necesidades artísticas y organizativas de los usuarios particulares.

Aunque para algunos fabricantes la irrupción en el mundo de la impresión fotográfica sea una novedad, Epson tiene una larga trayectoria en este sector. Así, el nuevo modelo 500, conserva en gran medida el diseño de su predecesora, la PictureMate 100, a cual se añade una pantalla LCD a todo color de 2,4 pulgadas de diagonal de gran calidad. Sin duda alguna, sus mayores dimensiones favorecen una óptima distribución de los botones que conforman el panel de control. Asimismo, la disposición del resto de componentes es igualmente acertada. No obstante, sería más cómoda la utilización del puerto USB Direct Print si estuviera colocado en el frontal del equipo.

Fiel a su experiencia, el motor de impresión de este modelo está basado en su tecnología de inyección de tinta Micro Piezo con tamaños de gotas variables de hasta dos picolitros y en la utilización de tintas pigmentadas de seis colores de alto brillo. La calidad de impresión es muy loable y está, sin duda, casi al mismo nivel que los resultados ofrecidos por las impresoras de sublimación o de haluro de plata. Los complicados tonos de piel y los azules del cielo no plantearon problemas, con unos degradados uniformes y unos matices muy naturales. En cuanto a velocidad de impresión, las cifras obtenidas puede catalogarse de moderadas, dado que para la impresión de una fotografía invierte una media de 80 segundos. Si bien, le cuesta bastante iniciar la primera impresión.

Quizá el punto más débil de esta solución se encuentra lo encuentra en la gestión del papel. Más concretamente, la PictureMate 500 sólo utiliza papel fotográfico de tamaño 10x15, dejando al margen cualquier otra opción. Por este motivo, la propuestas de Epson no resulta especialmente atractiva para quienes busques mayores capacidades de personalización. En cualquier caso, la carga de papel fotográfico se realiza por una bandeja situada en la parte posterior con capacidad para 20 hojas.

Por el contrario, las funcionalidades como dispositivo autónomo son las más completas. Así, y sin demasiadas complicaciones, un usuario particular puede aplicar a las imágenes digitales filtros de color, realizar una corrección automática del defecto de ojos rojos o ampliar un área determinada para su impresión. Igualmente, si queremos dar rienda suelta a nuestras capacidades creativas, podemos poner un decorativo marco digital a nuestras fotografías.

En resumidas cuentas, un modelo que amplias posibilidades en su funcionamiento autónomo, notables opciones de conectividad y buenas condiciones para su portabilidad. Sin embargo, el mayor precio frente a otras alternativas y sus limitaciones en cuanto a la gestión del papel, reducen sus posibilidades en un mercado muy competitivo.