El Departamento de Defensa de EE.UU. y varias empresas del sector debaten las principales vías que van a seguir las próximas generaciones de dispositivos inalámbricos para que estos no intercedan con los radares militares
Así, y aunque a día de hoy, los dispositivos que están basados en el estándar 802.11b, comúnmente conocido bajo las siglas Wi-Fi, operan en frecuencias próximas a los 2,4 GHz y permiten a los usuarios descargar datos desde Internet a una velocidad de 11 Mbps, el estándar 802.11a trabajará bajo frecuencias que oscilarán entre los 5 y los 6 GHz. Lo que significa que estos dispositivos sí que representarían un problema para el ejercito estadounidense.