Histórico

Comienza la fiebre Itanium

Itanium, el procesador de 64 bits de Intel y en el que ha colaborado Hewlett-Packard, está a punto de llegar al mercado después de siete años de trabajo y, con él, los principales fabricantes de hardware se preparan para tener a punto servidores dotados con este procesador.

El primer procesador de 64 bits de Intel, Itanium, está a punto de llegar al mercado, así que los fabricantes de hardware están trabajando para que sus servidores estén de manera inmediata también disponibles. De igual modo, los desarrolladores de software también están dando a conocer su soporte a Itanium, que abre el camino de la informática de 64 bits en el binomio Wintel.
Cabe recordar que Itanium es el primer procesador de Intel, en el que ha colaborado HP, de 64 bits y que está destinado a servidores y estaciones de trabajo. El fabricante de chips espera que esta arquitectura de 64 bits empleada en Itanium le permita ganar cuota de mercado en el mercado de las medianas y grandes empresas, ya que actualmente este nicho está copado, mayoritariamente, por Sun Microsystems e IBM con sistemas que emplean procesadores RISC y sistema operativo Unix.
Así, el codesarrollador de este procesador, HP, ha mostrado su soporte público al anunciar una variedad de sistemas y servicios basados en Itanium, que estarán disponibles a finales de junio y cuyo sistema operativo podrá ser Windows, HP-UX o Linux. En este sentido, cabe señalar que Red Hat ya ha anunciado que la versión 7.1 de Linux es compatible también con Itanium. Además, HP también está ofreciendo servicios de consultoría, educación, financiación y software a los clientes que se decidan a adquirir un equipo con Itanium. Mientras, IBM también ha anunciado servidores y estaciones de trabajo con este procesador, al igual que Compaq.

Qué supone Itanium
La puesta de largo de Itanium puede conllevar una nueva ola de competición en el mercado de servidores y estaciones de trabajo, lo que puede redundar en una bajada de precios y más opciones para los usuarios. Cabe señalar que el hecho de que Itanium esté construido bajo una arquitectura de 64 bits permitirá que se pueda sacar mayor rendimiento a aplicaciones empresariales como bases de datos o procesos de transacción electrónica vía Internet. Sin embargo, algunos analistas ya advierten que Itanium no causará ninguna revolución en el mercado de servidores, sobre todo porque las empresas suelen mostrarse cautas y no quieren arriesgarse adoptando nuevos desarrollos tecnológicos. Por eso, y debido también a las pocas aplicaciones compatibles con esta plataforma de 64 bits que actualmente existen, habrá que esperar hasta la segunda generación de procesadores de esta categoría, McKinley. Este procesador, que tendrá más prestaciones que su antecesor, empezará a ser probado a finales de este mismo año, por lo que la producción de sistemas con McKinley se llevará a cabo en la primera mitad del próximo año.
Sin embargo, Intel está convencido de la revolución que supone el anuncio de la disponibilidad de Itanium. “Este lanzamiento no es que sea importante para nosotros, es vital”, declaraba Paul Otellini, vicepresidente ejecutivo y director general del grupo de arquitectura de Intel, quien también explicaba que esta arquitectura es la que estará vigente durante los próximos 10 ó 20 años. Pese a ello, reconocen que la explosión del mercado no será inmediata. “El impacto en el mercado no se verá de manera instantánea”, declaraba Otellini. Pese a ello, ningún fabricante se quiere quedar fuera y, poco a poco, los grandes nombres de la industria anuncian, como se ha visto, su soporte a Itanium.


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