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Avances que nos facilitarán aún más la vida

IBM revela las 5 innovaciones que verán la luz en los próximos 5 años

Imagine que pudiese regular la emisión de CO2 de sus electrodomésticos, que su coche le informara sobre el estado del tráfico, que controlara los alimentos que llegan a su mesa y que pudiera realizar sus compras vía móvil, al mismo tiempo que su doctor le tiene monitorizado. Todos estos importantes avances están más cerca que nunca, ya que IBM pronostica su viabilidad para el próximo lustro.

Por segundo año consecutivo, los investigadores y consultores de IBM han publicado su lista Next Five in Five, dando a conocer las cinco innovaciones que influirán decisivamente en el día a día de aquí al año 2013. Así, si el pasado año la compañía hablaba de Internet en 3D, traducción de voz en tiempo real y teléfonos móviles que leen la mente, como algunas de las tecnologías que funcionarían en 2012, las innovaciones ahora presentadas tratan de coches que conducen por nosotros, electrodomésticos inteligentes o de la posibilidad de disponer de su propio personal shopper de bolsillo, las cuales pueden llegar a influir decisivamente en nuestras vidas. No en vano todas ellas atañen a aspectos tan sensibles como puedan ser la mejora de la economía familiar, el fomento de los hábitos de vida saludable, el consumo responsable y la protección del medio ambiente.

Ahorro y ecología de la mano
Dentro de una población que sigue creciendo y, por tanto, consumiendo más y más energía, sentirnos responsables de la energía que consumimos es un valor en alza. Y es que ¿a quién no le gustaría ser ecológico y, de paso, ahorrar en la factura de la luz?
Imagine entonces recibir una llamada al móvil y que le dijeran, “Hola. Soy tu aire acondicionado, olvidaste apagarme. Por favor, presiona 1 y podrás desactivarme”. Esto será posible a medida que los datos vayan introduciéndose en el cableado eléctrico, permitiendo que los electrodomésticos, luces y otros aparatos puedan conectarse directamente a una red eléctrica inteligente, a la que se podrá acceder desde un teléfono móvil o vía web, para poderlos apagar o encender como si de un mando a distancia se tratase.
La puesta en marcha de estas redes eléctricas inteligentes hará posible conocer y reducir las emisiones de CO2, haciendo que uno mismo pueda controlar su gasto en electricidad. Éstas también nos acercarán a las energías renovables, como la solar o la eólica, garantizando un coste energético más eficiente.
Muchas compañías de utilities ya están trabajando en estos campos y ya se están dando los primeros pasos, ofreciendo a sus clientes contadores inteligentes que les permiten desplazar su consumo eléctrico a determinadas horas del día con tarifas más reducidas. Junto a ello, ya existen dispositivos que permiten apagar y encender aparatos eléctricos vía internet, y se están desarrollando tecnologías para que los equipos de energía solar sean más eficientes y asequibles para los consumidores en un futuro.

¿Te gusta conducir?
Y de electrodomésticos a coches inteligentes. Suponga por un segundo que su coche pudiese alertarle sobre el estado del tráfico, le facilitase itinerarios alternativos, o le ayudase a evitar una colisión. En muy poco tiempo, los automóviles dispondrán de la tecnología inteligente capaz de reducir los atascos, disminuir el número de accidentes y guiarnos desde un punto A a un punto B por un camino rápido y sin congestión. Estas tecnologías le asistirán durante la conducción, y permitirán que su vehículo interactúe con otros coches y que reciba información y mensajes procedentes de sensores que se situarán en las carreteras. En otras palabras, conduciremos de forma diferente, ya que nuestro coche se comportará como si tuviese reflejos y llevará a cabo acciones preventivas ante situaciones de peligro o cuando la carretera esté colapsada.
Estas tecnologías comienzan a ser una realidad, y algunas ciudades ya emplean sistemas inteligentes de control de tráfico que permiten ajustar en tiempo real los semáforos según el nivel de tráfico de cada momento y desviar, de una manera sencilla, a éste hacia rutas alternativas.

Alimentos bajo lupa
Otra de las grandes preocupaciones se centra en lo que comemos. Así, un reciente informe de IBM indica que el 72 por ciento de los consumidores demanda una información más concreta y detallada sobre el contenido, origen e impacto medioambiental de los productos que compran, para lo que serán de gran ayuda los avances tecnológicos al respecto. Concretamente, ciertos programas de software y las tecnologías de radio frecuencia permitirán almacenar y dar acceso a información muy exacta sobre cada producto que consumimos.
En los próximos años se generalizará el uso de códigos de barra de segunda generación, etiquetas de RFID y sensores especiales que analizarán el medio en el que los productos son transportados, ofreciendo todo tipo de datos acerca del clima, la temperatura o la calidad de aire de los contenedores donde han viajado los alimentos hasta llegar a la mesa.
Asimismo, los supermercados tendrán a su disposición kioscos informativos y carritos inteligentes, gracias a los cuales podrá conocer la procedencia y la cadena de producción que han seguido los alimentos que va comprando. De esta forma, si su dieta requiere tomar productos tratados de una forma determinada, a través de estos dispositivos podrá saber si su compra cumple estos requisitos.
Puestos a imaginar, imagine que su supermercado pudiera avisarle de que hace una semana compró un artículo que hoy ha sido retirado del mercado. Utilizando las tarjetas de fidelidad, el establecimiento sabrá lo que ha comprado y podrá avisarle ante una situación así, vía e-mail, mensaje de texto o mediante una llamada.

Asesor de compras móvil
Hablando de comprar, en 2013 el teléfono móvil será mucho más que un mero dispositivo de comunicación: será su monedero y su asesor personal. Por ejemplo, le permitirá compartir tardes de compras con sus amigos de la otra punta del globo, probarse la ropa viendo como le sentaría a su avatar, y recibir información exacta sobre dónde está la tienda de su diseñador favorito, llevándole hasta él como si fuera un GPS. Y aún más, como si se tratase de un guía y asistente personal, enseñándole cómo y por dónde moverse en una nueva ciudad, facilitando la información sobre conciertos, obras de teatro, películas y restaurantes dentro de sus preferencias. Además, el teléfono móvil haría las reservas y compraría las entradas, emitiendo un mensaje-recibo como comprobante de esas compras.
El uso de este tipo de tecnología no está tan lejos como se podría creer, y en algunos países ya se han desarrollado proyectos piloto en estaciones de tren y autobús para la realización de transacciones por radiofrecuencia utilizando el teléfono móvil. Los consumidores sólo tendrán que apuntar con su móvil hacia un póster inteligente que anuncia un contenido o producto y podrán recibir esa información en su móvil, hacer reservas en restaurantes, comprar entradas o incluso avisar a los servicios de urgencias.
Asimismo, actualmente, casi todos los teléfonos móviles japoneses ya tienen lectores de c&#

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