Conectando al Canal con 'blockchain'

Desde el momento en el que se empezaron a conectar unos dispositivos con otros y, posteriormente, a internet, el problema de la seguridad digital ha mostrado su peor cara. Antes de ello, los ciberataques constituían el único procedimiento de acceder a los datos: rompiendo barreras de seguridad, disparando a ciertos archivos o insertando un floppy en un ordenador antiguo para descargar malware.

Los módems facilitan los ataques remotos pero, con la llegada de internet de las cosas, todo está conectado en un contexto en el que la seguridad se ha convertido en el caballo de batalla actual para organizaciones de todo tipo desde instalaciones militares hasta bancos, pasando por registros corporativos, empresas de suministro energético, y también en las integraciones de IoT domésticas y en todo tipo de factorías.

La naturaleza de un mundo virtual fundamentado en la conectividad ha dado lugar al desarrollo de blockchain, una tecnología que podría suponer la solución a los problemas de seguridad. Más allá del entusiasmo que generan las posibilidades de internet de las cosas, se vislumbran lagunas de inseguridad con respecto a numerosas vulnerabilidades que encierra IoT. Una red puede ser un entorno perfectamente seguro pero, en el momento en el que se conectan dispositivos IoT low grade, éstos se transforman en superficies de ataque, comprometiendo al resto de la infraestructura.

Este elemento de riesgo potencial de IoT ha dado como resultado una mayor presión por parte de las industrial focalizado en la seguridad y también en la colaboración entre diferentes sectores industriales. No obstante, en lo que todas las compañías comparten una preocupación al unísono es en alcanzar los niveles más elevados de conectividad, y en adoptar tecnología blockchain, dotada de una BBDD distribuida que no contiene ningún punto de vulnerabilidad.

El interés que despierta blockchain en las infraestructuras y dispositivos de IoT no está exento de riesgos. Una solución adecuada de IoT puede comenzar transformando los riesgos relacionados con la escalabilidad, compliances, falta de conocimiento del uso de blockchain, y capacidades de almacenamiento, en oportunidades. Es posible que multitud de proveedores de soluciones IoT hayan de trabajar en colaboración con otras con la finalidad de resolver estos aspectos que, una vez resueltos van a fundamentar la próxima generación de dispositivos IoT y minimizar los recursos de seguridad que emplean desde el cloud, como ocurre en la actualidad.