Seguridad, ¿todavía asignatura pendiente?

El segmento de seguridad de contenidos se perfila como uno de los que más crecimiento va a experimentar en los próximos años

Según la consultora Gartner Dataquest, cinco años después de un ataque informático, dos de cada cinco empresas acaban cerrando por quiebra. De esta estadística se puede desprender que el disponer de sistemas de seguridad fiables y que sean capaces de proteger todas las áreas de una red, se perfila como una necesidad básica para cualquier entorno corporativo. Los sucesos del 11 de septiembre agudizaron los problemas de las empresas, tanto grandes cuentas como medianas y pequeñas, en materia de seguridad. Aún así, todavía son muchas las que creen que con tener únicamente un antivirus como medida de protección es suficiente, nada más lejano de la realidad. El mercado de seguridad crecerá en 2002, según Gartner Dataquest, un 20 por ciento más que en 2001, un crecimiento en el que el canal de distribución jugará un importante papel. ¿Se estarán dando por fin cuenta las empresas de la importancia de la seguridad?

A día de hoy, y después de los acontecimientos del 11 de septiembre, fecha que marcó un antes y un después en lo que a concienciación acerca de la seguridad se refiere, todavía son muchos los entornos corporativos que continúan creyendo que las intrusiones en las redes de sus empresas nunca les va a ocurrir a ellos.
La realidad y los acontecimientos distan mucho de estos pensamientos y, a pesar de los numerosos casos de empresas que han tenido que cerrar por tener fallos, de seguridad, eso sin tener en cuenta otros aspectos negativos que generan los fallos como una mala imagen o la pérdida de credibilidad, entre otros, todavía es necesario recalcar la importancia de este área, aunque, según IDC, “la seguridad, a diferencia de otros factores, está adquiriendo una prioridad máxima para las empresas”.
La tendencia hacia la globalización, entre otros factores, ha hecho que las empresas se den cuenta de la necesidad de disponer de sistemas que protejan su información ante cualquier inconveniente. No en vano, el software de seguridad empresarial representó en 2001 el 70 por ciento del total del mercado, mientras que las aplicaciones domésticas equivalieron al 28 por ciento, un dos por ciento menos que en 2000, según un estudio realizado y dado a conocer por IDC.
El desarrollo del mercado de seguridad ha estado marcado por la evolución de los sistemas. De esta forma, en un principio, los sistemas eran cerrados y no todo el mundo podía acceder a ellos. La llegada de Internet ha supuesto que estos mismos sistemas no sólo estén abiertos al personal de la misma empresa, sino que tanto los partners como los clientes pueden acceder a la información.
Asimismo, hace unos años las empresas implantaban soluciones perimetrales. A día de hoy, éstas han cambiado su política de seguridad decantándose por un modelo más complejo, que se instala dependiendo de las funciones que desempeñe cada uno de los individuos dentro de la red. Así, es necesario contar con herramientas y estrategias conjuntas como autentificación, gestión de red, cortafuegos y, cómo no, antivirus, ya que, según Jaime García, analista de IDC, “no hay ninguna respuesta a todos los problemas sino que se necesitan soluciones conjuntas, porque no existen soluciones universales”.

El negocio del mercado de seguridad
Según un informe de IDC, en 2000 el mercado de seguridad a nivel mundial generó más de 5.000 millones de dólares. Por segmentos, sin lugar a dudas, los antivirus son las soluciones preferidas por los entornos corporativos, ya que generaron 1.400 millones de dólares. Son muchas las empresas que creen que al disponer de un método de seguridad de estas características ya tienen cubiertas todas las necesidades, algo totalmente falso.
El mercado de seguridad se podría dividir en cuatro apartados: a nivel de usuario/aplicación, de los contenidos de la red, de la red global y el software de gestión de seguridad. Según el citado informe, el área de protección de la red global fue el que mayores ingresos generó alcanzando los 2.400 millones de dólares, aunque eso sí, esta cifra se tiene que repartir entre el software de detección de intrusos, software de cortafuegos y VPN, y dispositivos de cortafuegos y VPN.
El futuro de este mercado es esperanzador a pesar de los aires de crisis que se respiran. Así, según Carmen Pastor, responsable de comunicación de StoneSoft, “pese a que para el próximo año la situación del mercado de las TI en general no muestra signos de mejoría, la inversión en materia de seguridad se mantendrá; es decir, el área de seguridad seguirá acaparando gran parte de las inversiones destinadas por las empresas en TI, lo que se traduce en que los crecimientos se mantengan estables. Así lo ratifica la firma analista IDC, según la cual, el mercado de seguridad empresarial se fijará en márgenes superiores a los 15.000 millones de euros en 2005, lo que indica una tasa de crecimiento interanual de en torno al 23 por ciento respecto a 2000”.

¿España va bien?
Parece ser que la concienciación de la que tanto hemos hablado está llegando a las empresas de nuestro país, o por lo menos, eso es lo que asegura IDC en un informe realizado, en el que afirma que el 60 por ciento de las empresas españolas tiene la intención de invertir en 2003 en tecnologías de seguridad.
A pesar de la crisis que estamos atravesando, y que continuará por lo menos hasta finales del año que viene o principios de 2004, según las previsiones de las principales consultoras, las empresas españolas se están dando cuenta de que disponer de un buen sistema de seguridad beneficia sus negocios obteniendo un retorno de la inversión más rápido, un factor que se presenta crucial a la hora de que un determinado entorno corporativo decida invertir en nuevas tecnologías.

Tendencias
Para Martín Hernández, director de canal de Check Point para España y Portugal, “hay que distinguir dos mercados claramente diferenciados: el de las grandes organizaciones y el mercado emergente de la pequeña y mediana empresa, donde la situación es muy distinta. En cuanto al primero, la tendencia pasa por poner orden en las soluciones implantadas a lo largo de los años a nivel departamental, análisis detallado de las vulnerabilidades existentes, sobre todo por la implantación masiva de intranets y extranets, y definición de políticas de seguridad globales dentro de las empresas, así como la implantación de sistemas para la gestión de la seguridad como un sistema de información diferenciado. En lo que respecta a la pequeña y mediana empresa, la extensión de ADSL permite que estas empresas accedan a redes de telecomunicaciones de datos de altas prestaciones de manera sencilla y rápida. Pero, ¿qué pasa con la seguridad? Estas compañías no están concienciadas, al contrario de la gran cuenta, de los riesgos asociados a esta conectividad, de esa apertura a las redes públicas basadas en tecnología IP. A medida que esa concienciación se vaya produciendo, se irá incrementando la demanda de soluciones de seguridad especificas para este mercado. Nos enfrentamos a un mercado nuevo, donde es necesario que la seguridad se popularice en estas empresas, eliminando los mitos del altos costes y la complejidad”.
Aparte de grandes corporaciones o pequeñas y medianas empresas, otros sectores emergentes, como es el

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