Seguridad de los datos, una necesidad constante en un mundo cambiante

El pasado 11 de septiembre puso de actualidad la necesidad del almacenamiento seguro

Mucho ha cambiado la informática en los últimos años, y mucho cambiará en los próximos. Pero si hay algo que se ha mantenido constante y que no variará en los ejercicios venideros es la necesidad de salvaguardar los datos. Evidentemente, los cambios en la tecnología han impuesto nuevas necesidades, sobre todo de tiempos de reacción, pero la principal máxima se mantiene inmutable: una empresa que pierde los datos de sus clientes está abocada a un triste final.

El mundo de Internet y la denominada Nueva Economía han traído consigo una serie de cambios tecnológicos que todavía estamos digiriendo. Pero con todo lo transgresora que ha sido la tecnología en los últimos años, la necesidad de proteger los datos de las empresas, así como la posibilidad de recuperarlos en caso de desastre, son dos constantes en un mundo cambiante. De hecho, según McGladrey y Pullen, “el 43 por ciento de las compañías que sufren algún tipo de desastre relativo a sus datos nunca vuelven a abrir”.
Los tristes sucesos acaecidos en Nueva York el pasado 11 de septiembre han servido para abrir los ojos de muchos responsables de empresas sobre la imperiosa necesidad de tener no sólo los datos de la compañía a buen recaudo, sino de ser capaces de recuperarlos de manera rápida y efectiva. Pero no sólo tenemos que preocuparnos por ataques terroristas o por catástrofes naturales, el desastre para nuestros datos puede estar detrás de cualquier puerta.

El desastre a la vuelta de la esquina
El cliente empresarial, en la mayoría de las ocasiones, identifica exclusivamente estos desastres con terremotos, inundaciones, huracanes, y demás caprichos de la naturaleza, pero es responsabilidad del dealer concienciar al cliente de que cuando hablamos de tecnología utilizamos el término desastre para acciones mucho más mundanas. Un corte de luz que deja inoperante un disco, un borrado accidental de ficheros, la intrusión en nuestras instalaciones de un malintencionado pirata, o una interminable lista de problemas, son lo que se consideran un desastre.
La seguridad en el almacenamiento trata de paliar estos problemas, pero los nuevos sistemas nos han llevado a necesitar una recuperación inmediata de los datos, ante la necesidad de que los ordenadores no estén parados un solo segundo: el tiempo es dinero, que dirían algunos, y en los tiempos que vivimos mucho dinero .
Por tanto, las necesidades de almacenamiento han dejado de limitarse a un back-up en cinta realizado cada 24 horas o, en la mayoría de los casos, una vez por semana. El mundo de los negocios actual necesita sistemas de almacenamiento, gestión, y recuperación que sean capaces de devolver la operatividad a una compañía en cuestión de segundos en el caso de que se vean obligados a parar, si bien no tener que hacerlo es lo ideal.

Una cuestión de volumen
Son muchos los conceptos que nos asaltan cuando nos adentramos en el mundo del almacenamiento, pero hemos de comprender que hemos pasado de tener que controlar poco más de cientos de gigabytes a miles de terabytes, y todo ello sin necesidad de pensar en empresas mastodonte, porque la necesidad de almacenamiento no es proporcional necesariamente al tamaño de la empresa, sino al tipo de información en la que ésta basa su negocio.
Por este motivo surgen tecnologías como la de la virtualización en el almacenamiento. Si bien antes era posible controlar físicamente dónde se ubicaban todos y cada uno de los datos de una empresa porque el volumen de los datos almacenados era más o menos limitado, el nuevo entorno tecnológico en el que nos movemos nos ha llevado a dar un salto a un nivel que no nos permite trabajar igual. Así, ahora las prioridades no son tanto saber dónde está algo, sino ser capaces de recuperarlo en el preciso instante en que se necesite, y todo ello sin tener que detener nuestra marcha cotidiana.
Y es que el crecimiento de los datos a almacenar es tal que, tal y como demuestra un reciente estudio de la Universidad de Berkeley, “en los próximos tres años se generará más información que en los últimos cuarenta mil”.
Y es que los datos no mienten. Según los analistas, las empresas de la lista Fortune 1000 incrementaron 15 terabytes en 1999, mientras que en 2003 se prevé que el incremento ronde los 150 TB. Además, cabe reseñar que las necesidades de almacenamiento de los ASP y los SSP se doblan cada 3 ó 4 meses. Por tanto, no es de extrañar que la consultora Forrester Research, en palabras de Carl Howe, haya señalado que el almacenamiento “se está convirtiendo en el centro absoluto de las infraestructuras de TI; los servidores son ahora los periféricos”.
Y todo esto a qué nos lleva. Nos plantea un futuro inmediato, fijado para 2003, donde el gasto en almacenamiento será el triple de lo gastado en servidores, mientras que hace sólo 6 años se mantenía la misma proporción pero a la inversa. Además, las consultoras esperan que el crecimiento del almacenamiento pase del 4 al 17 por ciento del gasto total de TI el año próximo.

Las tendencias del mercado
Siguiendo con los datos de mercado, el software de almacenamiento mantendrá crecimientos medios interanuales del 15,9 por ciento para llegar a alcanzar los 10.400 millones de dólares en 2004, si bien el mayor crecimiento se dará en el terreno de la gestión del almacenamiento, que crecerá cerca de un 22 por ciento en el período de 1999 a 2004.
Pero, ¿qué tendencias marca el mercado? En este caso nos encontramos con dos, principalmente. Primero, la virtualización, porque, como hemos señalado antes, es imposible controlar al dedillo dónde está cada dato, y lo importante es poder recuperarlo o acceder a él cuando es preciso; y, segundo, una progresión positiva de la gestión de este almacenamiento, porque estas redes de almacenamiento no deben suponer una barrera tecnológica para las empresas, sino algo que les permitan mantener el ritmo de sus negocios.

La labor del canal
Como ya ha venido ocurriendo en otros aspectos tecnológicos, el canal debe servir de hilo conductor de la introducción de las novedades de las empresas. Debe ser el dealer, en su papel de asesor tecnológico y consultor del cliente el que le muestre las bondades de la nueva tecnología, así como las necesidades creadas por la nueva forma de hacer negocios: Internet.
Pero hay otro aspecto a tener en cuenta, y es que por lo que se desprende de los datos que hemos venido ofreciendo, en este terreno se puede encontrar una oportunidad de negocio muy importante para aquellos que estén preparados para asumir el reto que supone informar, mostrar y convencer a los nuevos clientes.


Sistemas de almacenamiento virtual de hasta 7,7 TB de HP
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La nueva realidad del almacenamiento y seguridad en los datos hace necesarios productos como los de la familia Virtual Array de HP, arrays fibre channel de extremo a extremo que ofrecen rendimiento y fiabilidad para empresas que tienen que hacer frente a mayores exigencias comerciales y de datos. Estos virtual arrays admiten una gama de discos con capacidades comprendidas entre los 18 y 73 GB con velocidades de entre 10.000 y 15.000 revoluciones por minuto.
El primero de los componentes de la familia es el VA7100, un sistema de almacenamiento que admite entre 4 y 15 unidades de disco, con lo que la capacidad máxima puede elevarse ha

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