La seguridad, máxima prioridad para el negocio

Suites de seguridad entornos SoHo

La masiva presencia de conexiones a Internet de banda ancha en el hogar y en los centros de trabajo ha supuesto una auténtica revolución en nuestros hábitos de vida tanto a nivel particular como profesional. Pero, al mismo tiempo, también se ha dado rienda suelta a un sinfín de nuevas amenazas que circular constantemente por la Red.

Hoy en día, en medio de legiones de aprendices a piratas informáticos, espías digitales, criminales profesionales al servicios de empresas rivales (cibercriminales), así como un abundante y creciente número de sinvergüenzas, la información digital e, incluso, el correcto y óptimo funcionamiento de los distintos sistemas informáticos, grandes y pequeños, está en una situación de permanentemente riesgo ante los incesantes e ilícitos intentos de intromisión en nuestro equipo o entramado informático de red por parte de desaprensivos invasores con una finalidad generalmente malintencionada.
Para muchos, este planteamiento puede parecer un poco exagerado y que este artículo está redactado en un tono apocalíptico, algo subido, digno de un generoso patrocinio del consorcio de empresas fabricantes de programas antivirus. Para desdecir a los no pocos escépticos y convencerles de la gravedad de la amenaza que suponen los virus y el resto de las malas artes que circular por Internet, bastaría con remitirles, para que les contara su experiencia, a cualquiera que haya padecido los efectos de una infección en su ordenador personal o de la empresa, o que visite cualquiera de las innumerables páginas de alerta antivirus existe en la Web. Hoy por hoy, la adquisición de un buen programa antivirus, mejor aún si es una “suite” de seguridad, es una necesidad de primer orden y no un complemento más que puede instalarse opcionalmente en el ordenador. Más aún, ante la poco productiva faceta de muchos equipos informáticos presentes en el seno doméstico, las herramientas destinadas a proteger la seguridad y privacidad de nuestro ordenador se han convertido en artículos de primera necesidad, por delante incluso de las clásicas aplicaciones ofimáticas.
Hace algunos años, los medios de comunicación se ocupaban de los virus como una curiosidad más de la informática. Tratados muchas veces no como algo pernicioso, si no como singular característica que otorgaba cierto grado de humanidad al hacer “enfermar” a los inteligentes y eficientes ordenadores como si de cualquier otro ser vivo se tratase. Ahora, sin embargo, no es extraño que de vez en cuando los diferentes medios de comunicación inicien sus boletines informativos alertándonos de la aparición de una pandemia a cargo de un nuevo virus informático, más destructivo, infeccioso y escurridizo que los anteriores. Es decir, los virus y, en general, todas las cuestiones relacionadas con la seguridad informática han dejado de ser un problema exclusivo de los profesionales de la informática, para ser la amenaza más tangible y perniciosa que se cierne sobre el ordenador de cualquier hijo de vecino.
No cabe duda de, que la proliferación de las conexiones de banda a Internet ha puesto de manifiesto un hecho que ya se sabía de antemano debido a su altruista concepción inicial, la enorme inseguridad e impunidad reinante en el “Ciberespacio”. Lamentablemente, la utilización de los distintos servicios de comunicación conlleva desgraciadamente, y casi siempre de manera involuntaria, la proyección de toda una serie de peligros de nuevo cuño que se ciernen como una negra nube sobre todos los usuarios conectados a la Red. Hoy en día, el uso masivo de Internet y del correo electrónico, hacen del ordenador personal una herramienta totalmente expuesta a una amplia variedad de vulnerabilidades, derivadas de ligeras deficiencias que se producen inevitablemente con el desarrollo tecnológico y que algunos tratan de aprovechar en su propio beneficio.
En resumidas cuentas, los responsables en cuestiones relativas a la seguridad de las plataformas informáticas deben enfrentarse a una interminable lista de problemas o situaciones que pueden hacer peligrar, no solo la pacífica armonía de funcionamiento del entorno, sino también su propio empleo. Del mismo modo, a los usuarios particulares se les presenta un panorama igualmente desalentador, su menor nivel de conocimientos y la generalizada apatía ante los peligros que entraña el uso de Internet representa una mezcla explosiva que, más tarde o más temprano, termina por provocar la irremediable pérdida de la valiosa información digital contenida en el disco duro de sus respectivos ordenadores personales.

Estar informado, una vacuna gratuita
Uno de los aliados con los que podemos contar en nuestra permanente batalla contra el “malware” es estar siempre al día de todas aquellas noticias relevantes que se refieran a temas y cuestiones que afecten, de un modo u otro, a la seguridad de los equipos informáticos, como pueda ser la aparición de un nuevo virus de gran poder de infección o el descubrimiento de la última vulnerabilidad en materia de seguridad en la plataforma operativa que gobierna nuestro PC.
Paradójicamente, si Internet representa actualmente la principal vía de contagios de los sistemas informáticos, también es el lugar más apropiado para buscar y obtener toda aquella información que nos permita saber con meridiana certeza si nuestro ordenador está infectado por un nuevo tipo de virus o somos víctimas de algún tipo de estafa o broma malintencionada. Afortunadamente, en la actualidad existen multitud de páginas y sitios webs especializados que ofrecen este tipo información.
En primera instancia, cuando se produce una pandemia de especial virulencia y peligrosidad, Internet se hace eco rápidamente de la nueva amenaza dando la voz de alarma. De este modo, desde los periódicos on-line hasta los portales más generalistas, nos avisan de la presencia en la Red de un nuevo código malicioso, su pauta de actuación y vía principal de propagación, así como de sus perniciosos efectos y las posibles soluciones.
No obstante, y afortunadamente, no todos los días se suceden ataques que contagian a millones de ordenadores. Por el contrario, lo más habitual es que cada usuario particular en función de sus avatares diarios con el ordenador, sospeche que su equipo está siendo víctima de algún tipo de ataque al dar muestras de un funcionamiento no del todo correcto. En estas situaciones, lo mejor es acudir a los sitios web especializados (http://alerta-antivirus.red.es) donde se ofrece detallada información sobre todos los programas maliciosos y vulnerabilidades existentes, así como herramientas gratuitas de “primeros auxilios” que resultan sumamente eficaces en los primeros estadios del contagio. A este respecto, también hay que destacar la labor informativa y divulgativa que realizan buena parte de los fabricantes de soluciones de seguridad. Adicionalmente, muchas de estas empresas, que disponen en el mercado internacional de reputadas soluciones de software, ofrecen la posibilidad de realizar una análisis gratuito de nuestro PC para comprobar su estado salud. Pese a que, por norma general, todas estas herramientas on-line no incluyen servicios de asistencia técnica ni permiten la total desinfección del equipo en caso de detectarse códigos maliciosos, sí son de una de gran utilidad a la hora de evaluar el estado real de seguridad de nuestro ordenador personal

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