La inversión tecnológica de la PYME, una asignatura pendiente

Marzo de 1999 . La informática empresarial de finales del siglo XX cuenta con un denominador común, independientemente del tamaño que tenga la compañía: las redes informáticas . La información se ha convertido en el más preciado bien de una empresa . Es indiferente el tipo de información del que se trate . Productos, clientes, proyectos, o inversiones, es lo mismo, una empresa no puede vivir sin controlar la información que maneja en el día a día .

Las redes informáticas han alcanzado su máxima expresión, y los administradores han comprendido que cuanto mejor trabajen las herramientas de su red, más productiva y eficiente será la compañía . Sólo existe un problema: ¿ es consciente de esto la PYME española ?

Cuando quedan poco más de 10 meses para el cambio de año, y por tanto de milenio, el sentimiento de que la PYME española no está a la altura en lo que a tecnología se refiere es el protagonista . Pero, ¿ realmente es así ?

¿ Qué es una PYME ?

En las próximas páginas intentaremos desvelar la realidad de esta situación, pero antes es imprescindible establecer lo que se entiende por PYME . La Comisión de las Comunidades Europeas ha formulado una definición de Pequeña y Mediana Empresa ( PYME ) que se utilizará en las políticas comunitarias aplicadas dentro de la Comunidad . Los criterios utilizados son la plantilla de la empresa, el volumen de facturación, balance general anual, criterio de independencia . Según estos criterios se entenderá como Pequeña y Mediana Empresa aquella que no tenga más de 250 trabajadores; que tenga, bien un volumen de negocios anual no superior a 40 millones de euros, o bien un balance general no superior a 27 millones de euros; y que cumpla el criterio de independencia, considerándose empresas independientes las empresas en las que el 25 por ciento o más de su capital o de sus derechos de voto no pertenezca a otra empresa .

Cuando sea necesario distinguir entre empresas pequeñas y medianas, se entenderá por empresa pequeña aquella que no tenga más de 50 trabajadores; que tenga un volumen de negocios anual no superior a 7 millones de euros, o un balance general no superior a 5 millones de euros; y que cumpla el criterio de independencia .

No obstante, el Banco Europeo de Inversiones ( BEI ) , en sus programas, considera como pequeñas y medianas empresas, aquellas con menos de 500 trabajadores y con una participación máxima de un tercio del capital en manos de una empresa de grandes dimensiones .

De acuerdo con los datos que maneja la Dirección General de Política de la PYME, más de 3,5 millones de empresas españolas se podrían incluir en esta definición, lo que representa algo más del 98 por ciento del tejido empresarial español .

Los estudios son desalentadores

En plena vorágine de adaptación al euro y al año 2000, es posible que los datos actuales sean más positivos, pero los estudios que se han venido presentando no eran, en absoluto, alentadores . Según un estudio de CB Consulting de finales del 97 principios del 98, el 50 por ciento de las empresas españolas no tenían un ordenador, el 44 por ciento disponían de un parque informático no superior a 5 equipos, y sólo el 18 por ciento de estas empresas contaban con acceso a Internet .

Para observar cifras que inviten al optimismo hay que recurrir a los estudios publicados sobre Europa . Según un informe de la consultora norteamericana IDC, publicado en el mes de octubre de 1998, el 70 por ciento de las PYMES europeas con entornos automatizados emplean un amplio abanico de dispositivos informáticos y destinan gran parte de sus presupuestos a adquirir infraestructura de Tecnologías de la Información .

A este dato hay que añadir que el presupuesto medio europeo fue de 150 . 000 dólares ( poco más de 132 . 740 euros, algo más de 22 millones de pesetas ) , algo que queda demasiado lejos de la inversión de las PYMES españolas .

De hecho, según las cifras que manejan diversas fuentes en nuestro país, la inversión de las pequeñas y medianas empresas españolas se sitúan en la mitad de la media europea, es decir, en unos 75 . 000 dólares .

Pese a todo, la PYME está tranquila

Los datos que acabamos de ofrecer son claros, pero parece que la PYME española sigue sin recibir el mensaje . De hecho, y según un estudio publicado por Sigma 2 a mediados del pasado año, la PYME española ve con optimismo su nivel de competitividad .

La valoración general que la PYME tiene de sí misma es positiva . De esta forma, sólo un 9,6 por ciento de las empresas encuestadas se veía con una preparación inferior a la de sus competidores directos más adelantados . En cambio, un 25 por ciento se sitúa por encima . En cuanto al nivel tecnológico, un 19 por ciento de los encuestados aseguraba que superaba a sus competidores y sólo un 15 por ciento pensaba que no estaba a su nivel .

Estos datos dejan claro un aspecto . La PYME española no parece ser consciente de la necesidad real de invertir en Tecnologías de la Información como elemento imprescindible para potenciar la competitividad y la optimización .

El principal problema puede estar en la concepción del negocio . Cuando estamos dentro de un mercado único a pleno rendimiento y las barreras internacionales se difuminan gracias al empuje de Internet, algunas empresas españolas continúan sin contemplar a las compañías extranjeras como un enemigo directo a la hora de llevar a cabo su negocio . Si no, es difícil explicar la confianza que dejan entrever .

Un proceso escalonado

La informatización de las PYMES españolas sigue adelante en un lento y progresivo avance . Según se desprende del citado informe de Sigma 2, la PYME española va abordando de forma escalonada el proceso de informatización de sus departamentos . Este proceso es paralelo al del crecimiento de la propia empresa, si bien también se deja ver que la velocidad de este proceso es independiente del tamaño de la compañía, mientras que sí parece depender del tamaño el estado del proceso . Así, mientras que las empresas de entre 20 y 199 empleados tienen informatizado casi el cien por cien de sus departamentos de administración, almacén y producción, este porcentaje desciende al 80 por ciento si miramos las cifras de las empresas de entre 5 y 20 empleados y al 40 por ciento cuando analizamos las de menos de 5 .

Recortando terreno a Estados Unidos

Nuevamente tenemos que dar un paso hacia Europa para obtener buenas noticias . Según un estudio presentado por IDC y Link, las PYMES europeas están instalando PC en sus oficinas a una velocidad mayor que las americanas . Por lo que se desprende de este informe, hecho público a mediados del pasado año, la gran mayoría de las PYMES europeas utilizan ordenadores personales, por lo que los responsables del estudio esperan que en breve puedan competir en este tipo de indicadores con las norteamericanas .

Claro, que se trata de resultados que dejan a España en mal lugar, lejos de las cifras de Alemania, Holanda y Gran Bretaña, que encabezan el desarrollo europeo, consecuencia del incremento de la popularidad de Internet y de la demanda de las redes .

A pesar de esta velocidad, las empresas europeas tienen mucho camino que recorrer, sobre todo las de los países latinos . La penetración de los ordenadores personales en las PYMES norteamericanas se eleva hasta un 78 por ciento, claramente superior al 67 por ciento que se presenta en Alemania . Por detrás, el resto de los países europeos, encabezados, como ya hemos dicho, por Holanda con un 66 por ciento y Gran Bretaña con un 63,5 por ciento . Tras ellos, y con un porcentaje que se sitúa en 41 puntos, están nuestros vecinos del norte, Francia, y con un 36 por ciento Italia . Por d

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