La inversión de la PYME en tecnología incrementa un 50 por ciento su productividad
Mucho se viene hablando sobre la necesidad de introducir las Tecnologías de la Información en la oficina de la pequeña y mediana empresa por cuanto negocio supone tanto para la industria fabricante como para la de distribución. Sin embargo, ¿resulta realmente rentable para estos pequeños negocios invertir en Nuevas Tecnologías?
Un reciente estudio realizado por el Consorcio para el Desarrollo Tecnológico en las PYMES (organismo compuesto por HP, Instituto de Empresa, Microsoft y Telefónica) indica que sí. De hecho, según sus datos, cada peseta invertida en tecnología por las PYMES españolas produce 56 céntimos al año.
Así, las 1.700 encuestas telefónicas realizadas entre empresas españolas operantes en distintos sectores y zonas geográficas señalan que existe un verdadera relación entre la tecnología invertida y la competitividad alcanzada. Concretamente, este trabajo ha sido efectuado por Enrique Dans, profesor del Instituto de Empresa, quien señala en su estudio que, en igualdad de condiciones, las compañías que han invertido más recursos en la implantación de Tecnologías de la Información en su estructura tienden a obtener mayores y mejores rendimientos que las que no lo han hecho.
Competitividad según tamaños
El estudio indica que el grado de competitividad aumenta según lo hace también el número de empleados de la empresa. De esta forma, en aquellas PYMES cuya plantilla está compuesta entre 1 y 5 trabajadores obtendrían una mejora en su competitividad del 33 por ciento, siendo del 60 en aquellas empresas cuyo número de empleados está comprendido entre los 6 y los 20 trabajadores. Asimismo, según esta encuesta, las corporaciones cuya plantilla se encuentra entre los 21 y los 199 empleados experimentan una mejora del 76 por ciento.
Por otra parte, cabe señalar que estos rendimientos son aún superiores cuando la inversión en estas tecnologías va unida a programas de formación y desarrollo del personal de la empresa. Sin embargo, el tejido empresarial español de pequeño tamaño se muestra reacio a la implantación de estos servicios. De hecho, sólo el 13 por ciento de las compañías que cuentan desde 1 a 5 empleados ha proporcionado formación tecnológica a sus trabajadores. Por el contrario, dicho porcentaje se elevaba hasta 52 puntos en el caso de las PYMES más grandes, es decir, las que cuentan con plantillas de entre 21 y 199 empleados.
Por otro lado, el informe presentado por el Consorcio señala como uno de los problemas más acuciantes en dicha inversión tecnológica la falta de recursos. Este hecho provocaría que la modernización del parque tecnológico no sea en todas las ocasiones la más adecuada. Asimismo, según el estudio, si a este problema se le añade el de la menor especialización de las plantillas y la falta de acceso a personal altamente cualificado, este segmento empresarial figura como un ideal destinatario para iniciativas que faciliten la inversión tecnológica.
Paradoja de la productividad
La paradoja de la productividad consiste, según se explica en este informe, en lo complejo que resulta apreciar las ganancias en productividad derivadas de la inversión tecnológica realizada. El autor del estudio señala que las conclusiones del mismo contradicen este hecho, ya que, en su opinión, esta paradoja afecta concretamente a las grandes empresas, en las que dicha inversión no va siempre asociada a cambios en la forma de hacer las cosas. Así, en este caso, los beneficios se traducen en mejoras de calidad, motivación de los empleados, aumento de la flexibilidad y adaptación a las necesidades del cliente.
Por último, cabe señalar que las conclusiones de este informe son muy similares a las obtenidas en estudios realizados en otros países. Así, según el Consorcio, queda demostrado que la importancia real de la inversión en tecnologías no viene dada por estas soluciones en sí mismas, sino por la adopción de los cambios destinados a adaptar las estructuras de las empresas al uso de dichas tecnologías.
Un reciente estudio realizado por el Consorcio para el Desarrollo Tecnológico en las PYMES (organismo compuesto por HP, Instituto de Empresa, Microsoft y Telefónica) indica que sí. De hecho, según sus datos, cada peseta invertida en tecnología por las PYMES españolas produce 56 céntimos al año.
Así, las 1.700 encuestas telefónicas realizadas entre empresas españolas operantes en distintos sectores y zonas geográficas señalan que existe un verdadera relación entre la tecnología invertida y la competitividad alcanzada. Concretamente, este trabajo ha sido efectuado por Enrique Dans, profesor del Instituto de Empresa, quien señala en su estudio que, en igualdad de condiciones, las compañías que han invertido más recursos en la implantación de Tecnologías de la Información en su estructura tienden a obtener mayores y mejores rendimientos que las que no lo han hecho.
Competitividad según tamaños
El estudio indica que el grado de competitividad aumenta según lo hace también el número de empleados de la empresa. De esta forma, en aquellas PYMES cuya plantilla está compuesta entre 1 y 5 trabajadores obtendrían una mejora en su competitividad del 33 por ciento, siendo del 60 en aquellas empresas cuyo número de empleados está comprendido entre los 6 y los 20 trabajadores. Asimismo, según esta encuesta, las corporaciones cuya plantilla se encuentra entre los 21 y los 199 empleados experimentan una mejora del 76 por ciento.
Por otra parte, cabe señalar que estos rendimientos son aún superiores cuando la inversión en estas tecnologías va unida a programas de formación y desarrollo del personal de la empresa. Sin embargo, el tejido empresarial español de pequeño tamaño se muestra reacio a la implantación de estos servicios. De hecho, sólo el 13 por ciento de las compañías que cuentan desde 1 a 5 empleados ha proporcionado formación tecnológica a sus trabajadores. Por el contrario, dicho porcentaje se elevaba hasta 52 puntos en el caso de las PYMES más grandes, es decir, las que cuentan con plantillas de entre 21 y 199 empleados.
Por otro lado, el informe presentado por el Consorcio señala como uno de los problemas más acuciantes en dicha inversión tecnológica la falta de recursos. Este hecho provocaría que la modernización del parque tecnológico no sea en todas las ocasiones la más adecuada. Asimismo, según el estudio, si a este problema se le añade el de la menor especialización de las plantillas y la falta de acceso a personal altamente cualificado, este segmento empresarial figura como un ideal destinatario para iniciativas que faciliten la inversión tecnológica.
Paradoja de la productividad
La paradoja de la productividad consiste, según se explica en este informe, en lo complejo que resulta apreciar las ganancias en productividad derivadas de la inversión tecnológica realizada. El autor del estudio señala que las conclusiones del mismo contradicen este hecho, ya que, en su opinión, esta paradoja afecta concretamente a las grandes empresas, en las que dicha inversión no va siempre asociada a cambios en la forma de hacer las cosas. Así, en este caso, los beneficios se traducen en mejoras de calidad, motivación de los empleados, aumento de la flexibilidad y adaptación a las necesidades del cliente.
Por último, cabe señalar que las conclusiones de este informe son muy similares a las obtenidas en estudios realizados en otros países. Así, según el Consorcio, queda demostrado que la importancia real de la inversión en tecnologías no viene dada por estas soluciones en sí mismas, sino por la adopción de los cambios destinados a adaptar las estructuras de las empresas al uso de dichas tecnologías.
