Seis detalles que amarás de Windows 8…y otros seis que no tanto
Cuando algo nuevo llega al mercado, aparecen defensores y detractores, es ley de vida. En el caso de Windows 8 hay algunas cosas que amarás y otras que te sacarán de tus casillas. ¿Quieres conocerlas?
¿Quieres conocer los detalles que te harán amar u odiar Windows 8? Te ofrecemos una lista de las seis mejores características y las seis peores.
Razones por las que amarás Windows 8
1.- La interfaz Metro en pantallas táctiles. La nueva interfaz es rápida, fluida y atractiva, además de muy fácil de usar. De hecho, para algunos, Metro hace que iOS parezca una recopilación antigua de iconos y Android una colección de widgets.
2.- Internet Explorer 10. La propuesta de Microsoft es más acorde con los estándares de lo que lo han sido cualquiera de las versiones anteriores, además de un amplísimo soporte a HTML 5 y una velocidad superior.
3.- Sincronización. Puedes registrarte en otra máquina y muchas herramientas y contenidos (tus aplicaciones Metro, ajustes, preferencias de escritorio, barra de tareas, marcadores del navegador…) estarán disponibles para ti gracias a la red.
4. Restaurar. Puedes volver a dejar tu PC “como nuevo” en minutos sin necesidad de reinstalar nada. De hecho, si eres el “técnico” de tus amigos y familiares, esta posibilidad te da la vida.
5.- Arranque más rápido. El sistema híbrido de reduce, significativamente, el tiempo necesario para poner en marcha el ordenador.
6.- Conectividad. Windows 8 permite conectar más rápido, integra mejor las redes móviles e inalámbricas, además de permitir rastrear el uso de éstas. Incorpora un modo de vuelo muy útil en los aviones.
…y otros 6 que no tanto
A los puntos fuertes de la revisión de este sistema operativo se unen algunos aspectos mejorables. Eso sí, no olvidemos que se trata de una versión beta y que es posible que puedan ser remediados en la versión definitiva.
1.- Iconos de aplicaciones en la pantalla de inicio. Microsoft necesita “limpiar” un tanto el método usado para incorporar enlaces a las aplicaciones en la pantalla de inicio.
2.- Mal funcionamiento con monitores múltiples. Cuando cambias al segundo monitor, la interfaz Metro personalizada desaparece, dando paso a una versión más estándar, lo que no permite explotarla en todo su potencial. La solución no parece complicada, aplicar los mismos cambios en una y otra interfaz.
3.- Aplicaciones Metro. A priori, las aplicaciones “estilo Metro” deben ser muy interesantes, pero la mayoría de las aplicaciones disponibles para la Consumer Preview no lo son.
4.- Desplazamiento horizontal. En su mayor parte, las aplicaciones están organizadas de izquierda a derecha, dejando espacios en blando entre medias, lo que es incómodo si nos movemos en un PC tradicional.
5.- Imposible evitar Metro. Si utilizas un ordenador, tú puedes cambiar a un entorno de escritorio tradicional, con iconos, y quedarte en él. Sin embargo, Windows 8 te impone arrancar con Metro y volver a esta interfaz con mucha frecuencia.
6.- Aplicaciones “estilo Metro” a pantalla completa. En ocasiones, necesitas abrir dos aplicaciones de forma simultánea en tu pantalla, y Metro abre las aplicaciones a pantalla completa por defecto. Cierto es que es posible cambiar esto, pero no todas las aplicaciones lo permiten.
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