Microsoft Windows 7 Release Candidate

Listo para consumir

Ahora que el desarrollo del producto está muy próximo a su fin, y después de que Microsoft haya dado forma al que será el próximo sistema operativo de muchos usuarios en todo el mundo, llega el momento de recapitular y de repasar la mayor parte de sus ventajas aquí.
No obstante, antes de entrar en materia es necesario comentar algún aspecto importante de carácter general. El primero de ellos es que Windows 7 no es un sistema operativo totalmente nuevo (escrito desde cero), sino que está basado en Windows Vista, un producto muy controvertido que, sin embargo, aportó en su día algunas ventajas en las que ahora profundiza Windows 7, como son, principalmente, robustez y seguridad (no olvidemos que hoy en día Windows Vista es el sistema operativo con menos vulnerabilidades reconocidas y con menos vulnerabilidades sin resolver, ratificado por entidades independientes dedicadas a la seguridad, como Secunia, por ejemplo).
Por lo tanto, a la hora de diseñar Windows 7, Microsoft partió con la idea de mantener las ventajas de Windows Vista, pero mejorando los inconvenientes, que en este caso podríamos centrar, principalmente, en dos aspectos: compatibilidad con el software del mercado y requisitos mínimos del sistema para funcionar correctamente. Lógicamente, también entran en juego aspectos como la sencillez de uso, integración de los múltiples elementos multimedia existentes (teléfonos móviles, reproductores…), funcionalidad para dispositivos táctiles o mejoras en cuanto al acceso a redes, por ejemplo, pero, a nuestro juicio, los grandes pilares podrían ser estos dos.

Windows 7 RC
En este caso hemos analizado la versión Release Candidate, paso previo al producto final que cualquier lector interesado podrá descargar desde la página web de Microsoft de forma gratuita, www.microsoft.com/spain.
Una vez que tenemos los bits, que se descargan en formato ISO, así que, bien podemos usarlo directamente para instalar una máquina virtual, o grabamos un DVD para instalarlo físicamente desde cero (nosotros nos hemos decantado por la segunda opción). Un detalle importante es que el período útil de esta RC será de un año, por lo tanto tendremos tiempo suficiente para instalar, analizar y probar diferentes configuraciones, programas o dispositivos antes de tomar una posible decisión de compra.
La instalación es bastante sencilla, intuitiva y ágil (rápidamente comienza el entorno visual y se demora unos 40 minutos, aproximadamente). Una vez concluida es bastante recomendable ejecutar Windows Update (sistema de actualizaciones gratuitas), ya que desde ahí el sistema analizar los controladores no instalados y nos propone sus alternativas. En nuestro caso encontró la mayor parte de los controladores de nuestros PC de pruebas, como las tarjetas gráficas (desde nVidia GeForce 6800, nVidia GeForce FX 5200 o Intel Q45) o las de red, algo que siempre es de agradecer. Una vez que el PC tiene los controladores gráficos, queda configurado con el entorno visual Aero (el mismo que incorpora Windows Vista). De hecho, durante nuestras pruebas incluso detectó, de forma automática, los dos monitores que teníamos conectados a un PC, y extendió sin configuración previa el escritorio en ambos paneles. Además de los controladores, es altamente recomendable acceder a Windows Update para incorporar cualquier tipo de parche o actualización que afecte al entorno (aunque pueda parecer trivial, cuando nosotros lo ejecutamos nos detectó 22 nuevas actualizaciones, alguna de ellas importante).
Después de esto será momento para instalar el software que habitualmente manejamos. En nuestro caso escogimos un grupo de aplicaciones de uso habitual, que engloba desde herramientas ofimáticas (OpenOffice 3.0 o Microsoft Office 2007) hasta software de grabación (Nero 8), pasando por potentes editores gráficos (Photoshop CS 3), herramientas de maquetación (InDesign CS 3) programas antivirus (entre otros, McAfee, Panda o Symantec). En realidad, al contrario de lo que ocurrió con Windows Vista, presumiblemente con Windows 7 no habrá tantos problemas e incompatibilidades con el software, ya que el núcleo en el que se basan ambos sistemas operativos es el mismo, por lo que, a nivel teórico, todo lo que funcione en Windows Vista funcionará en Windows 7. No obstante, nosotros encontramos algunas excepciones, por ejemplo, a la hora de instalar un sistema multimonitor basado en Display Link (a través de USB). En este caso no funcionó con el sistema por defecto ni con los controladores proporcionados por el fabricante para Windows Vista. Así que fue necesario acudir a la web oficial y, como en este caso sí había una versión específica para Windows 7, descargar los controladores óptimos. Tampoco pudimos conectar varios Smarphones al sistema (lo intentamos con modelos de Android, Blackberry e incluso Windows Mobile, sin éxito). En este sentido, la solución que aporta Windows 7 pasa por Device Stage, herramienta encargada de la gestión y el manejo de los periféricos, con lo que suponemos que el producto final sí contará con este soporte.
Teóricamente, para este tipo de aspectos contamos con la ayuda de Virtual Windows XP, una utilidad gratuita añadida que debemos descargar desde la página de Microsoft, cuya función es montar un sistema Windows XP tradicional en una máquina virtual, de tal forma que podamos ejecutar software no compatible con Windows Vista o Windows 7.
Además del soporte para software, otro de los aspectos importantes que se le exigen a Windows 7 es una drástica mejora en cuanto al rendimiento se refiere. En nuestro caso hemos usado tres PC distintos con configuraciones diversas (más nuevas y más antiguas). Entre ellas, contamos con un equipo bastante modesto, basado en un procesador Intel Pentium 4 a 2,8 GHz (de un único núcleo y sin Hyperthreading), 1 GB de memoria RAM (DDR a 400 MHz) y una tarjeta de vídeo nVidia FX (bastante antigua, con 128 MB de memoria dedicada). Con estos mimbres el sistema fue capaz, no sólo de arrancar sin problemas, sino que además ejecutó Aero (aunque le costaba, en ocasiones, mover sobradamente el entorno gráfico) y pudimos trabajar con bastante soltura. De hecho, si nos fijamos en los requisitos mínimos que propone Microsoft, necesitamos un procesador a 1 GHz, 1 GB de memoria RAM (2 GB para entornos de 64 bits), 16 GB de espacio en disco (el sistema recién instalado necesita más de 7 GB de espacio), y una tarjeta compatible con las librerías DirectX 9, componentes, todos ellos, que podemos encontrar en cualquier PC que se comercializase hace, al menos dos o tres años.

Características
Por otra parte, además de la compatibilidad y el rendimiento, a continuación repasamos algunas de las características que debutan en Windows 7 y que están dirigidas a continuar con el camino que ya empezó Windows Vista:
Escritorio y organización. En lo que se refiere estrictamente al escritorio, Windows 7 implementa una serie de mejoras orientadas a la organización de las ventanas. En primer lugar, si tenemos muchas aplicaciones y ventanas abiertas, podemos llevar el puntero del ratón a la parte inferior derecha (en en extremo de la esquina del reloj) y accederemos al escritorio con todas las tareas minimizadas (al mover de nuevo el ratón volvemos al estado anterior). Por su parte, si queremos quedarnos únicamente con una ventaja, simplemente con seleccionarla y agi

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