La clave del éxito de Diablo III

Diablo III se ha convertido en el juego de PC que más rápido se está vendiendo de todos los tiempos, y es que Blizzard vendió 3.5 millones de copias durante las primeras 24 horas de sus estreno. Además, según la compañía 1,2 millones de jugadores recibieron el juego de manera gratuita, gracias a una promoción anual de World of Warcraft.

Una semana después de lanzamiento, más de 6,3 millones de jugadores se han sumado a la batalla, sin contar con los que participan desde las salas de juegos, como en Corea.

Al menos, hay dos razones por las que Diablo III es un completo éxito, la primera de ellas es el gran despliegue publicitario que ha llevado acabo Blizzard, con bastante antelación a la fecha oficial de su lanzamiento, más aun teniendo en cuenta que la tercera edición del juego llega doce años después de su predecesor.

Pero, detrás de éstas aparentes razones, se esconden otras muchas como la disponibilidad inmediata, ya que antes del lanzamiento, los jugadores podían pagar por adelantado y descargar e instalar todos los archivos y parches necesarios para su funcionamiento. Es decir, cualquier fan del juego tiene la posibilidad de comprarlo cómodamente desde casa sin tener que acercarse hasta la tienda. La cuestión, es que sí el juego hubiese sido un completo desastre los internautas hubiesen pagado un juego deficitario por adelantado.

En noviembre del pasado año, tras el exitoso despliegue de las tarjetas gráficas de Nvidia, el CEO Jen-Hsun Huang explicó que los juegos para PC atraviesan rachas cíclicas, ya que no pueden mantenerse al día respecto a la potencia y actualización de los procesadores de PC. Y ahora que es un momento excelente en lo que al hardware se refiere, Diablo III ha sabido aprovecharlo como nadie.

Por otro lado, los juegos de rol siempre han contado con un público entregado y la idea de otorgar el control al usuario y ofrecerle la posibilidad de construir sus propios personajes es un concepto que ha calado hondo en los videojuegos de hoy en día. Por eso, Diablo III ha mejorado las habilidades de sus protagonistas, sin perder la esencia de aniquilar al enemigo a cambio de suculentas recompensas que ayudan al jugador a evolucionar en la historia y a conectar con el público más veterano pero también con el más novel.