Hardware

Intel Ivy Bridge. Rendimientos (parte II)

Los nuevos Intel Core, más allá de mejorar los rendimientos como nos han demostrado, mantienen su posicionamiento en el mercado con el mismo margen de precios que las CPU actuales, lo que implica que los nuevos ordenadores y portátiles van a ofrecer más por el mismo precio que pagamos en los sistemas actuales.

 Intel presenta Ivy Bridge para PC y portátiles (parte I)

 Para poner a prueba la nueva plataforma, Intel nos ha facilitado el procesador Intel Core i7-3770K a 3,5 GHz muy orientado al overclocking, pero sin llegar a ser un Extreme Edition. Lo pusimos a prueba junto con la placa base Desktop Board DZ77GA cuyo chipset cuenta con todas las nuevas prestaciones que hemos mencionado anteriormente. Acompañamos al sistema de 4 GB de memoria DDR3 de Kingston HyperX de 2166 MHz, disco duro Western Digital de 2 TB y 7200 RPM, y fuente de alimentación Fatal1ty de 1000 vatios de potencia. A nivel de gráficos, con el fin de obtener su máximo potencial, añadimos a la configuración una Radeon HD 6970 con 1 GB de memoria dedicada. 

Rendimientos
Nuestra suite PC WorldBench 6 nos arrojó un valor de 169 con la configuración ajustada a los valores prefijados de fábrica, un valor que supera con creces los 160 obtenidos con un equipo similar basado en el procesador de la segunda generación Core i7-2600K.

El overclocking permite ir incrementando diferentes aspectos de la velocidad de reloj de la CPU, de la tarjeta gráfica, así como la latencia de los módulos de la memoria RAM. Inicialmente, incrementamos tan sólo la velocidad de la CPU hasta los 4,3 GHz, manteniendo el resto de componentes sin tocar. Repetimos las pruebas y el incremento de rendimiento subió considerablemente hasta 181, más de 12 puntos. Posteriormente, elevamos la velocidad del procesador hasta su nivel máximo (4,9 GHz), y aceleramos también la velocidad de la gráfica y de la memoria RAM a niveles máximos. Con estos ajustes, el sistema se mantuvo estable y logro aumentar el rendimiento hasta el índice de 184 (ver tabla comparativa de resultados). Una vez más se cumple que el principal precursor del rendimiento es el procesador, puesto que posteriormente conseguimos mejorar ligeramente los valores, pero el mayor peso lo aporta la CPU.

Con la serie “K” de procesadores Intel Core, además te aseguras que los valores de disipación térmica TDP no serán muy altos, como sucede con los procesadores Extreme Edition tope de gama. El TDP en condiciones normales se mantiene en los 95 vatios, y con las prácticas de overclocking apenas subirán unos vatios, siempre por debajo de los 125 que disipan los EE. El PC de pruebas disipó una potencia total de 222 vatios, por debajo de los 242 vatios que meses atrás nos dejó el ordenador con el procesador Extreme Edition.



Overclocking sencillo
Cualquier práctica de overclocking con las nuevas CPU se vuelve sencilla, gracias a que incluso la BIOS de la placa base despliega un entorno gráfico. Contamos con modo de uso estándar o avanzado, con lo que se adapta a las necesidades de todos los usuarios.

No hemos mencionado Turbo Boost e HyperThreading, ya que al contar con la misma microarquitectura Sandy Bridge e Ivy Bridge, las mejoras en este sentido no son reseñables. Lo que no cabe duda es que ahora tenemos rendimientos mejorados en el mismo margen de precios que venían ofreciendo los procesadores actuales, con lo que no hay motivo alguno para optar por los nuevos procesadores Intel Core de la tercera generación.

A efectos gráficos iremos publicando en sucesivos números de nuestra revista resultados manejando juegos, aplicaciones 3D y entornos de codificación de vídeo con los gráficos integrados HD Graphics de Intel. Pero el simple soporte de DirectX 11, así como las mejoras obtenidas con un mayor número de salidas de vídeo es algo que los sistemas agradecerán, y muy especialmente los equipos portátiles.


Conclusión
Personalmente me gusta ver como año tras año los nuevos TIC - TOC que Intel nos avanza en su Roadmap de lanzamientos, siguen sucediéndose de forma natural y mejorando el rendimiento de nuestros equipos. Pero más allá de lo que suponen las mejoras de los PC y portátiles, y de que puedan desempeñar las mismas tareas en la mitad de tiempo, me gusta poder comprobar la evolución de ciertas tecnologías que suponen un gran paso adelante en lo que a experiencia informática se refiere. Las tecnologías habituales como Turbo Boost e HyperThreading, más relacionadas con el procesador, han dado paso a otras que nos permiten iniciar el sistema operativo en menos tiempo (Rapid Start), recuperarlo de modo de hibernación al instante, bloquear o borrar la información del portátil en remoto como medida de seguridad (Anti-Theft), acceso a datos almacenados en la nube con activación planificada (Smart Connect) y así un largo etcétera. Estas tecnologías puede que sean menos cuantitativas que los meros GHz de velocidad del procesador, pero a la larga comprobamos que son las que realmente nos aportan una experiencia mejorada en el uso cotidiano de la informática. En la medida que Intel siga trabajando de cerca con sus socios tecnológicos, podremos ver desarrollos interesantes que sin duda nos permitirán ser más productivos con nuestros equipos. Pienso que estas mejoras son las que pueden animar al usuario a renovar su ordenador, en favor de poder ser más productivo en sus tareas diarias. 

 Como puede apreciarse, los rendimientos de las nuevas CPU Ivy Bridge vuelven a batir nuevos récords manejando aplicaciones típicas de ofimática, codificación de vídeo, así como entornos multitarea. Al fin y al cabo, lo que un ordenador maneja diariamente. El overclocking ahora es mucho más extremo, además de ser todo muy visual gracias a la Intel Visual BIOS que implementan las placas base de Intel. Los ajustes de overclocking pueden llevarse a cabo en tiempo real a modo de prueba y error, sin necesidad de reiniciar el PC. Nuestros resultados mejoran incluso lo obtenido con los modelos Extreme Edition en ciertos entornos (ofimática especialmente), lo que vuelve a corroborar el buen hacer de Intel con una mejora significativa de rendimiento en la gama más alta de Core i7. 

Qué pasa con los Ultrabook… 
Durante la presentación de Ivy Bridge, Intel ha dejado claro que los nuevos procesadores mejoran la plataforma de equipos Ultrabook, muy especialmente los aspectos de gráficos, de consumo de energía, y el rendimiento en líneas generales. No obstante, por el momento no se han producido lanzamientos de CPUs dirigidos a este mercado. Previsiblemente, dentro de los próximos tres meses llegarían los procesadores específicos que harán que los portátiles mejoren en movilidad y autonomía, con más de 75 diseños diferentes a lo largo de 2012. Las tecnologías mencionadas anteriormente, Intel Rapid Start, Intel Smart Response e Intel Smart Connect estarán presentes también en los Ultrabook. Y algo que será exclusivo de esta plataforma será la tecnología Intel Anti-Theft e Intel Identity. Intel prepara una experiencia de usuario fluida para el manejo de los Ultrabook, la cual se verá revitalizada con la llegada del sistema operativo Windows 8, y el manejo de pantallas táctiles dentro de la categoría de Ultrabook. Sin duda, van a ser el producto estrella del año junto con los tablet.

Intel presenta Ivy Bridge para PC y portátiles (parte I)



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