Acer y Asus se unen en pro del cargador universal de portátiles
Ambas compañías apuestan por estandarizar el conector y las fuentes de alimentación empleadas en sus respectivos ordenadores portátiles, conocidas como PSU.
Dos de los principales fabricantes de ordenadores portátiles están trabajando seriamente sobre la posibilidad de introducir unidades de fuentes de alimentación estándar (PSU) que ofrezcan un conector único para sus equipos portátiles, de forma que facilite enormemente la vida de los usuarios de equipos informáticos.
Se trata de una iniciativa similar a la desplegada en los teléfonos móviles y smartphone, a la que actualmente se han unido la mayoría de los fabricantes de telefonía, basando la recarga de alimentación de los dispositivos en el conector de tipo microUSB. En el caso de la telefonía, fue la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) la encargada de aprobar en su día la norma Universal Charging Solution, que ha permitido que todo tipo de móviles, sin importar marca o modelo, utilicen a día de hoy un tipo de conector universal basado en el denominado microUSB.
En el caso de los portátiles, las iniciativas hasta ahora no han tenido el mismo éxito debido a los intereses de los fabricantes en lo que a consumibles se refiere. Se da el caso de que incluso diferentes modelos de equipos de un mismo fabricante presentan conectores diferentes, con lo que ni tan siquiera existe compatibilidad entre los equipos de una misma marca. Tan sólo en la gama profesional dirigida a la empresa se respeta ligeramente esta situación.
Y es que el hecho de adquirir actualmente un cargador propietario de un fabricante puede llegar a suponer un precio elevado de hasta 100 euros, cuando en el mercado existen soluciones alternativas de integradores o marcas OEM a mitad de precio y con un abanico completo de conectores.
El caso es que la iniciativa adoptada por Acer y Asus, posicionados actualmente en el puesto segundo y quinto en lo que a ventas de equipos se refiere a nivel mundial, según la consultora Gartner, puede impulsar definitivamente la estandarización necesaria para este mercado.
Y es que la organización de estándares conocida como IEEE no destaca por ser muy eficiente a la hora de acelerar estos procesos. Recordemos que para completar el estándar de conectividad inalámbrico 802.11n fue necesario que pasaran cerca de siete años antes de ser aprobada definitivamente su ratificación.
Así pues, tan sólo resta que se unan el resto de marcas más representativas del mercado.
