Cómo serán los portátiles en 2018 (II)

Samsung Smart PC

Tras conocer cuáles son los retos a los que se enfrentan los portátiles de aquí a cinco años y cuáles son las barreras que tendrán que superar para que no se conviertan en un producto residual, toca el turno de analizar los componentes que, previsiblemente cambiarán.

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Más allá del trackpad y del teclado

Aunque ni el teclado ni el trackpad van a desaparecer, sí que van a sufrir una importante evolución de aquí a cinco años. Mark Aevermann, jefe de producto senior en Nvidia, cree que elementos como el reconocimiento de voz, el visual, o los gestos con las manos podrían despegar en los próximos cinco años. A la hora de realizar esta afirmación, Mark Avermann hace referencia a los grandes avances que se ha realizado en este sentido en dispositivos más que populares, como es el caso del iPhone, con el reconocimiento de voz Siri, Microsoft, con los gestos de Kinect, o la tecnología de reconocimiento ocular de Tobii. Estos sistemas no remplazarán ni a los tackpads ni a los teclados, por lo menos en los próximos cinco años, pero Mark Avermann recomienda “mantener la mente abierta”.

Mark VanderBrink, director técnico del negocio de PC de HP, considera que, en el caso de los trackpad, habrá mejoras en un par de áreas. Así, y en su opinión, los trackpad (serán más dinámicos y abarcarán una mayor superficie del portátil. Además, también apuesta por unos trackpad adaptados que reconocerán las preferencias de los usuarios.

Pero si en vez de mirar hacia el futuro nos quedamos en el presente comprobaremos que ya hay avances notables en lo que a los trackpad y teclados se refiere. El mes pasado Synaptics presentó un trackpad sensible a la presión y un teclado capacitivo, más delgado, que permite a los usuarios desactivar el cursor, utilizando la palma de la mano,  mientras está escribiendo.

La visión de Pat Moorhead, analista tecnológico que se ha especializado en futuros escenarios, sobre cuál es el futuro de los trackpad y los teclados pasa por equipos que dispongan de dos o más cámaras de alta definición que podrán ser controlados por loas manos. Es más, y en su opinión, si las cámaras son lo suficientemente precisas podrían utilizarse como los actuales trackpad. Así, las cámaras recogerían los desplazamientos de las manos o el “temblor” de los dedos y el software del equipo convertirá la información en funciones de cursor.

Esta misma posibilidad se podrá aplicar a los teclados. Pat Moorhead cree que con cámaras de alta definición situadas en cada uno de los lados de la pantalla se conseguiría un teclado virtual. Así, en la pantalla se verá el teclado virtual (a través de una superposición) para que el usuario vea dónde se encuentran sus dedos. A pesar de “sus visiones” Pat Moorhead es más futurista si cabe; para que esto sea una realidad tendrán que pasar más de cinco años.

Más potencias para nuevas vías de computación

Viendo el estado actual de la computación, decir que los usuarios necesitan más potencia de procesamiento es arriesgado. La mayoría de los portátiles del mercado posibilitan la visualización de vídeo en alta definición, tener varias pestañas del navegador abiertas o jugar en Facebook, entre otras cosas. ¿Qué quiere decir esto? Que a no ser que los usuarios sean o jugadores empedernidos o profesionales creativos que trabajan con software de foto y vídeo de gama alta, la actual generación de procesadores es suficiente para los requerimientos.

Pero, no hay que olvidar que estamos en un mercado en continua evolución, con lo que los chips también avanzan. Es más, los fabricantes de procesadores y de PC creen que ya se está acercando una nueva etapa en lo que a potencia de procesamiento se refiere. Y es que hay que tener en cuenta que las tendencias anteriormente mencionadas (reconocimiento de voz, visual o por gestos, los teclados virtuales, etc…) van a necesitar de mayor potencia para satisfacer las demandas de los usuarios, al igual que ocurre con las cada vez más elevadas resoluciones de la pantalla para ver vídeo en calidad más que óptima.

Conscientes de esto, Gary Richman, director de la división de soluciones PC Client de Intel, afirma que, durante los próximos cinco años, las oportunidades que se presentan son enormes. Así, el directivo de Intel tiene una visión: un mundo donde los PC vuelvan a ser más sensibles al contexto, permitiendo interactuar con otros dispositivos de manera automática. En su visión, los PC serán “los asistentes” de los usuarios, pudiendo realizar tareas cuando la aplicación no esté en uso. Por ejemplo, y según Gary Richman, un ordenador portátil será capaz de grabar un vídeo, descodificarlo y subirlo a Internet incluso si está guardado en la bolsa.

“Nuestro objetivo es permitir que se hagan esas cosas”, señala Gary Richman, y para ello “necesitamos un gran rendimiento, mucho más de lo que tenemos ahora”.

Por su parte, Kevin Lensing cree que el futuro tiene dos vías. Por un lado, y para cubrir las necesidades profesionales, los PC serán más pequeños, más baratos y de consumo masivo. En cambio, y ante la irrupción de avances tecnológicos, aparecerán nuevos requerimientos de computación que harán que los fabricantes de procesadores hagan foco en incrementar la potencia de procesamiento y en desarrollar equipos más delgados y más ligeros.

“La clave se encuentra en decidir qué clase de era del PC está en el horizonte”, puntualiza Kevin Lensing.

El argumento del portátil tradicional

Aunque la mayoría de los expertos señalan que el futuro, de aquí a cinco años, del mercado son los híbridos, ninguno de ellos asegura que el fin del portátil tradicional se acerca. Todavía quedan usuarios que desean contar con su propio portátil, con pantallas de mayor tamaño. No hay que olvidar que, aunque lo táctil se convierta en un estándar, es difícil que el concepto de “convertible” funcione en equipos con pantallas de 15 pulgadas, por decir un tamaño.

En 2018, y tal y como asegura Kevin Lensing, asistiremos a los que se conoce como “bifurcación de los dispositivos”. Esto es, “cuando los usuarios necesiten más potencia de lo que ofrecen un tablet o un híbrido, volverán a los portátiles, pero siempre y cuando los equipos sean más delgados y dispongan de mayor batería”.

Para Kevin Lensing, los dispositivos con sean más anchos que una pulgada están condenados a muerte, a excepción de aquellos que se utilicen para juegos de gama alta o las workstations.

El directivo de AMD señala que en el mercado de portátiles va a suceder algo similar a lo que pasó con los sobremesa. Y es que, solo hay que volver al pasado para acordarse que, cuando los portátiles empezaron a generalizarse hubo mucha gente que vaticinó que el fin de los sobremesa estaba cerca, algo que todavía no ha ocurrido. Eso sí, los portátiles tal y como los conocemos ahora van a cambiar, “tenderán a ser mucho más ligeros”.

De la misma opinión se muestra Mark Aevermann, quien considera que en los próximos cinco años va a haber una multitud de dispositivos portátiles en el mercado. Para Aevermann los tablets de bajo coste y los híbridos van a revolucionar la industria, pero no van a hacer que desaparezcan los dispositivos actuales, incluidos los llamados “notebook premium”.

“Creo que la mentalidad de todo cabe en un dispositivo es cosa del pasado. Serán los consumidores los que decidan cuál es el futuro”, afirma Mark Aevermann.

En definitiva, a pesar de la crisis de identidad que están sufriendo los portátiles, hay cosas que no desaparecerán… como el mundo.



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