Sólo el 40 por ciento de las empresas españolas estarán preparadas para el año 2000

El índice global será del 50 por ciento

La consultora española PROFit ha llevado a cabo un estudio sobre la situación de las empresas de nuestro país con respecto al problema del Año 2000. Según ese estudio, en el año 2000 sólo el 40 por ciento de las empresas españolas, independientemente del tamaño de las mismas, estarán preparadas para solucionar el problema. De esta manera, España se sitúa por debajo del porcentaje que PROFit considera para el mercado global: un 50 por ciento, y del de Europa, que será de un 45 por ciento. Estados Unidos sería el país del mundo que registraría una mejor situación con un 60 por ciento de sus compañías preparadas. Dataquest ha realizado su propio estudio y ha llegado a la conclusión de que un tercio de las compañías y gobiernos de todo el mundo no han adoptado ningún tipo de medida. Esas compañías de las que habla Dataquest tienen menos de 2.000 empleados.

Pero volviendo al trabajo de PROFit, esta consultora ha advertido que uno de los aspectos más llamativos es la poca iniciativa que está demostrando la Administración Pública española en todos sus niveles, que no está siendo demasiado rápida en la toma de medidas que pongan fin a los dos problemas que afectan a nuestro país. De hecho, el director general de PROFit, José Sancho, ha llegado a declarar que en el año 2000 la Administración Local española podría llegar a colapsarse. En relación a esa aparente pasividad de las distintas administraciones españolas, Sancho quiso destacar que en nuestro país existe una Comisión Interministerial del Euro, que está presidida por el vicepresidente segundo y ministro de Economía Rodrigo Rato, aunque esta Comisión sólo se ha reunido en una ocasión.

Los costes de la conversión

El estudio de PROFit también aporta cifras sobre la inversión que las empresas realizarán para solventar los problema derivados tanto del cambio de milenio como de la adopción del euro. En total, sólo en España, el desembolso oscilará entre medio y un billón de pesetas. El negocio que generará la subcontratación de terceros podría estar entre los 250.000 millones y el billón de pesetas. Por último, el mercado de valor añadido, es decir, análisis y dirección de proyectos, obtendrá unos ingresos provenientes de la solución de los dos problemas de 40.000 millones de pesetas. Según la propia PROFit, su cuota dentro del mercado de valor añadido es del 30 por ciento, por lo que se situaría como la primera compañía proveedora de servicios de nuestro país.

Según señala la firma de consultoría, las empresas españolas no aumentarán su inversión en Sistemas de Información para poner solución al Euro y al Efecto 2000, sino que los presupuestos se mantendrán como tenían previsto, aunque con alguna redistribución. El dinero, en definitiva, saldrá de lo presupuestado para Sistemas de Información, de manera que las empresas informáticas, al margen de las proveedoras de servicios, verán reducir sus ingresos. Por ejemplo, José Sancho considera que Windows 98 no se venderá excesivamente bien porque las empresas preferirán destinar el dinero que pudieran dedicar a actualizar sus sistemas operativos al Euro y al Año 2000. Por el contrario, PROFit espera que a mediados del año 2000 las acciones de las compañías proveedoras de servicios informáticos sufran unas caídas muy importantes en la Bolsa.

Si la situación en España continúa en la línea que ha señalado la consultora, es decir, si las empresas no toman medidas, en el año 1999 el índice de fallo de las aplicaciones podría llegar a ser de un 90 por ciento. En cuanto al grado de exposición al problema de año 2000, el índice de Europa es superior en un 10 por ciento al del mercado global. Más elevada todavía es la exposición de las empresas españolas con un 12 o un 14 por ciento sobre la cifra mundial.

La cantidad de programas que se verán afectados por el cambio de milenio supondrá entre un 1,5 y un 4 por ciento del total, mientras que el cambio de moneda al euro perjudicará a un porcentaje de códigos que oscilaría entre un 3 y un 8 por ciento. Sin embargo, PROFit aclara que esos códigos no afectarían a la funcionalidad de las aplicaciones, y que los que sí afectarían a aplicaciones críticas para el negocio suponen un porcentaje entre un 5 y un 20 por ciento.

Escasez de profesionales y de recursos

Hoy por hoy las empresas que deseen iniciar el proceso de solución de las cuestiones del año 2000 y del Euro, no tendrán ningún problema para encontrar profesionales cualificados en esta materia. No obstante, PROFit advierte que deberían ponerse ya manos a la obra puesto que de aquí a unos cuatro meses será bastante complicado encontrar no sólo técnicos, sino también recursos. La situación será aún peor de aquí a 12 meses. Los precios se irán incrementando conforme lo vaya haciendo la demanda, de manera que a mediados de 1998, PROFit prevé que los precios hayan aumentado en un 40,6 por ciento comparándolos con los que actualmente se encuentran en vigor. Pero si ese incremento en los precios pudiera parecer exagerado, más lo es el que la consultora espera para mediados de 1999: un 60 por ciento. La demanda de profesionales será superior a la oferta, aunque el índice variará según las áreas geográficas. En España, por ejemplo, PROFit espera que supere a la demanda en un 10 por ciento. Las zonas del mundo que más perjudicadas se verán a la hora de contratar profesionales serán todo el continente americano (incluyendo a Estados Unidos) y Sudáfrica. Por el contrario, Australia no hallará demasiados obstáculos cuando vaya a contratar técnicos especialistas en el Efecto 2000.

El Euro, un problema muy grave

Hasta ahora nos hemos referido tanto al Euro como al Año 2000, pero a partir de ahora haremos algunas referencias al Euro, puesto que otra consultora, KPMG, ha llevado a cabo un estudio que trata únicamente esta cuestión. El dato más importante de los considerados en ese informe es que las compañías europeas tendrán que desembolsar un total de 51.000 millones de dólares (7,4 billones de pesetas aproximadamente), de los que 30.000 (4,3 billones de pesetas) se invertirán en infraestructura de Tecnologías de la Información. Sin embargo, por el momento únicamente un 34 por ciento de las empresas cuenta con presupuestos para afrontar este problema. KPMG ha realizado un promedio de lo que le podría costar a una compañía de más de 5.000 empleados llevar a cabo la conversión. Serían unos 30 millones de dólares (4.350 millones de pesetas aproximadamente) lo que tendría que desembolsar.

La relación de este problema con el Efecto 2000 es tan estrecha que al producirse antes la conversión a la moneda única (el 1 de enero de 1999), la mitad de compañías europeas destinarán el 32 por ciento de lo que habían presupuestado para solventar el problema del Año 2000 a solucionar el del Euro. Otras compañías europeas, en concreto una cuarta parte, utilizará los fondos que tenían previsto invertir en nuevas tecnologías, como pueda ser Internet, al Euro.

En cuanto a la forma en la que llevarán a cabo la adaptación de sus sistemas, hay opciones para todos los gustos. La mayoritaria, con un 60 por ciento, es la de modificar los sistemas existentes, mientras que la segunda, con un 12 por ciento, es adquirir sistemas de conversión. En último lugar, con un 6 por ciento, se encuentra la opción de comprar nuevos sistemas propietarios.



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