Los ingresos logrados por Intel en su año fiscal 1999 ascendieron a 29.400 millones de dólares (4,79 billones de pesetas o 28.812 millones de euros), lo que supone un crecimiento con respecto a 1998 del 12 por ciento. Si se descuenta de esa cifra la cantidad destinada por la compañía a la adquisición de terceras empresas, los ingresos netos se sitúan en 8.100 millones de dólares, un 29 por ciento más que en 1998. Si de esos 8.100 millones se excluyen los 803 correspondientes a los costes relacionados con esas compras, el resultado es que los ingresos netos finales de Intel fueron de 7.300 millones de dólares, una cifra superior en un 21 por ciento a la obtenida el año anterior.
No deja de decirse que el modelo de trabajo híbrido ha venido para quedarse. Pero ¿es así? Lo analizamos este mes en el nuevo número de DealerWorld junto con otros contenidos de interés.