El mercado europeo de las tarjetas telefónicas prepago continúa acusando problemas desde el impacto de la telefonía móvil. La explosión de la telefonía móvil perjudica las ventas de tarjetas telefónicas prepago

Según un estudio de Frost & Sullivan, el enorme crecimiento en las ventas de teléfonos móviles unido a la reducción de la inversión en redes telefónicas de pago ha afectado negativamente a las ventas de tarjetas telefónicas prepago en Europa.
La introducción de las tarjetas-chips en sustitución de las tradicionales tarjetas magnéticas ha sido el mayor avance. Sin embargo, no ha sido eficaz para revolucionar el mercado y revitalizar las ventas en la línea prevista.
Nathan Budd, analista de Frost & Sullivan, apunta que “el principal reto para los operadores de tarjetas prepago en Europa no es tanto resucitar este mercado, sino evitar el descenso en sus ventas, es decir, adaptarse a la situación”. El mercado de tarjetas prepago está limitado y saturado, de hecho, la consultora no espera que otras compañías entren en el mercado, dado que no es recomendable.
La inclusión de las tarjetas bancarias inteligentes con funciones integradas de tarjeta telefónica, unida al uso de monedas para hacer llamadas cortas desde cabina telefónicas está contribuyendo al descenso de las tarjetas prepago.
Las altas tarifas de la telefonía móvil y la tendencia de los operadores de tarjetas prepago a reducir los precios ha dado nueva vida a este mercado y ha permitido, aunque sólo ligeramente, evitar la espiral a la baja de los últimos meses.
Las elevadas cuotas pagadas por los clientes de telefonía móvil, especialmente aquellos que se acogen al sistema de prepago o de cuota mensual, ha permitido poner en marcha una estrategia de uso de las tarjetas telefónicas prepago como un producto complementario. Además de contar con el valor añadido de su escaso tamaño, pueden ser utilizadas en zonas de escasa cobertura para los teléfonos móviles o como una opción de reserva para realizar llamadas desde cualquier cabina telefónica.
En cualquier caso, las previsiones de la consultora no son muy halagüeñas: el mercado disminuirá, pasando de los 1.690 millones de dólares conseguidos el pasado año 2000 hasta 750 millones de dólares dentro de seis años.
Fuentes de Frost & Sullivan han indicado que a través de una política de descuentos en el precio de las tarjetas prepago centrada en las tarjetas más valoradas, los operadores podrán incrementar sus beneficios por unidad.

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