Los retos que debe afrontar la cadena de suministro

“Actualmente estamos ante un cambio de paradigma en la cadena de suministro”, admite para comenzar Alberto Belle, analista principal de IDG Research, al serle requerida su opinión.

En su opinión, el enfoque de gestión de la cadena de suministro basado en el just in time, orientado a minimizar costes y maximizar la eficiencia, se está desmoronando. Los supuestos en los que se basa esta optimización ya no son válidos en un entorno de mercado con alta incertidumbre. En este contexto gana relevancia la necesidad de ser resilientes y asegurar el suministro.

Por eso Bellé tiene claro que se está produciendo un cambio de paradigma del just in time a lo que denomina Just in case. Según aquel analista, el primero estaba muy bien en los tiempos en los que estaba garantizado el suministro en todas las partes de la cadena y nuestro problema era cómo ahorrar conseguir ahorros marginales y ser ágiles. “Ahora, cuando se caen esos supuestos en los que estaba construido la optimización, nos encontramos con que tenemos un problema mucho más básico, que es asegurar el suministro para que la cadena no se paralice. En este sentido, los problemas experimentados durante el COVID sirvieron para abrir los ojos a la fragilidad existente en una cadena de suministro globalizada y con fuertes interdependencias”, dice.

Por lo tanto, asistimos a un cambio de paradigma. En opinión de este analista, “sabemos que se está produciendo el cambio, pero todavía estamos en transición. Además de las disrupciones a las que está sometida la cadena de suministro, la variabilidad de la demanda está creando fuertes desajustes, pasando en un corto espacio de tiempo de la escasez a excesos de stock.

Así que, en palabras de Bellé, “ahora las empresas tienen que ser capaces de casar la oferta y la demanda en un entorno de alta volatilidad”.

Análisis para el que Fernando Maldonado, también analista principal de IDG Research, pone un ejemplo tan ilustrativo como el de la crisis de los semiconductores. “La industria de semiconductores ha creado durante décadas una sofisticada cadena de suministro global, jalonada por múltiples especialistas con una elevada cuota de mercado en distintos eslabones de la cadena. Esto somete a la cadena a múltiples puntos de fallo. Por ejemplo, para generar los semiconductores más avanzados se utiliza neón purificado, y precisamente Ucrania su principal exportador. Y como esta hay otras situaciones que pueden generar disrupciones en la cadena como las inundaciones en importantes centros logísticos de sudeste asiático, principal centro logístico del fabricante TSCM”.

Cómo afecta a las empresas y al Canal

“El impacto va más allá del propio suministro –explica Bellé–. No sólo es un problema de planificación, sino que las situaciones de escasez o exceso vienen acompañadas de fluctuaciones en los precios. Eso puede implicar que los costes se multipliquen. Está claro que el impacto se extiende de la planificación logística a la planificación financiera, a la de ventas, a la de compras… ¿A dónde quiero llegar?  Afecta a todos los departamentos de la empresa, y eso es algo que hay que empezar para tener en cuenta ya”.

Maldonado regresa al ejemplo de la crisis de los semiconductores para dar su visión de cómo afecta toda esta situación a las empresas y al Canal: “Cuando tuvimos esa disrupción en la cadena hace un par de años, muchos sectores se vieron afectados, entre ellos el del automóvil. ¿Qué vimos ahí? Que los plazos de entrega se vieron afectados y que los modelos más rentables se priorizaron. Por consiguiente, hubo que tomar decisiones de producción, de marketing de comunicación, financieras… Todo esto afectó a toda la empresa”.

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