Entrevista
Dell Technologies

"La tecnología es esencial, pero la forma de consumirla también es un elemento crítico para los negocios"

La nueva directora de Dell Technologies en España, María Antonia Rodríguez, repasa las prioridades de su compañía en un contexto cambiante, en crisis económica y en el que imperan tendencias como la multinube.

María Antonia Rodríguez

María Antonia Rodríguez es, desde hace escasas semanas, la nueva directora general de Dell Technologies en España en sustitución de Ricardo Labarga. Entró en la compañía, considerada como el mayor proveedor de infraestructura de TI del globo, en 2018; y antes tuvo recorrido en firmas como Fujitsu, ICL, Nokia o Ericsson. Desempeñó un papel protagonista en el país en la fusión de EMC por valor de 67.000 millones de dólares –la compra más importante de la historia de la industria hasta la fecha– como country integration lead y considera que, de esa operación, ha continuado el “potente y coherente” camino de la tecnológica. Hasta llegar a un día de hoy en el que la recesión económica está en boca de todos, al igual que los movimientos soberanos geopolíticos en torno a la tecnología, los servicios multinube (incluyendo al edge), la modernización del puesto de trabajo, la seguridad o la forma en que consumimos todos estos servicios, que pasan por el modelo como servicio. “Estamos preparados para sortear cualquier situación de inestabilidad externa”, asegura en conversación con ComputerWorld.

 

¿Qué objetivos se marca en esta nueva andadura?

El principal es seguir sirviendo a nuestros clientes y aportar negocio a nuestra compañía. Dar continuidad a una estrategia que ha sido muy consistente y coherente a lo largo de los años. Y, así, ejecutar en España el éxito de la compañía.

 

Esa estrategia se basa, según habéis dicho en numerosas ocasiones, en ofrecer un porfolio end-to-end que abarca desde el puesto de trabajo hasta la computación pasando por gestión de datos, redes y seguridad, entre otras tendencias. Ahora, la empresa se centra en Dell APEX, es decir, en ofrecer estas herramientas en un modelo como servicio.

Dell APEX es una forma de dar respuesta a las tendencias que vemos en el mercado. Un modelo que facilita a los clientes el consumo de tecnología. Nos hemos convertido en la mayor empresa de infraestructura tecnológica del mercado y con capacidad de liderazgo en todas las líneas que trabajamos. Encontramos varias necesidades, como por ejemplo la experiencia del usuario, de la fuerza laboral. Entendemos que la innovación viene a través de las personas; hay que mantener motivados a los equipos y la tecnología es un factor diferencial para atraer talento. APEX también tiene mucho sentido en la estrategia multicloud de las empresas, para que tengan todas sus cargas de forma efectiva y eficaz en la nube adecuada. Cuando hablamos de cloud, no solo lo hacemos de la pública, sino de cuál es el modelo que tiene sentido. APEX puede ayudar a tener esa experiencia coherente y a entender dónde está el valor del dato y a sacarlo esté donde esté. Esto incluye al edge (extremo). De nuevo, facilitar las herramientas y la forma de consumo pasa por APEX. Por supuesto, todo esto incluye a la seguridad, no solo en cuanto a que los sistemas estén protegidos, sino a que también tengamos las soluciones adecuadas en cada compañía para que pueda dar continuidad a su negocio. Para que sea resiliente, en definitiva. 

 

¿Actualmente, es tan importante aplicar la tecnología como la forma de consumirla?

No sé si es igual de importante, porque la tecnología es algo sumamente esencial para todos los negocios. Los CIO están cada vez más cerca de los consejos de administración. Pero sí, la forma de consumirla es un elemento crítico. Van en paralelo.

 

¿Es aquí donde se desmarca el modelo as-a-Service?

Sí, lo importante es el hecho de que sea como servicio o que sea consumo flexible. No necesariamente tiene por qué ser un servicio. Y nosotros, con el respaldo de Dell Financial Services, construimos nuestros modelos y nuestra oferta de APEX.

 

Habla de multicloud como modelo de facto. Hace escaso tiempo parecía que la nube pública iba a acabar imponiéndose ante todos los demás registros. 

Vemos que estamos en entornos multinube porque es la experiencia que extraemos de nuestros clientes. Es cierto que durante la pandemia hubo una explosión de nube pública por flexibilidad, inmediatez y porque era la forma de conseguir los recursos. Daba igual a qué precio. Pero ya esto no da igual, como tampoco si podemos conseguir la respuesta adecuada o no. Hablamos de latencias o de inmediatez. También hay que tener en cuenta la seguridad, la confidencialidad y los costes. Esto nos lleva a plantear que cada una de las cargas de trabajo tiene que tener su lugar más adecuado. Y, en este camino, ayudamos a las empresas a encontrar su combinación. Siempre, reitero, con un consumo flexible y como servicio, lo que facilita implantar la estrategia multicloud

 

Al final, todas estas áreas tratan de completar el ciclo del dato y de su valor. ¿Cómo pueden los CIO extraer su potencial de cara a sus negocios?

Ese es el punto clave. La tecnología es prácticamente el negocio en muchos casos. Facilitar esto a los decisores es la clave. Lo hacemos conociéndonos mutuamente muy bien. También, el canal es crítico para que conozcamos muy bien sus necesidades y ellos conozcan nuestras capacidades. Por ejemplo, no es lo mismo tener un ecosistema cerrado donde todo vale que tener la carga correcta en la nube adecuada. Hay que tener soluciones específicas para cada una de las problemáticas. Y, vuelvo a la importancia de la forma de consumo, que es crítica. 

 

 

"Cada una de las cargas de trabajo tiene que tener [nube] su lugar más adecuado"

 

 

Ha mencionado antes la importancia de la seguridad.

Es uno de los temas de conversación más habituales con nuestros clientes ahora mismo. Nuestra estrategia pasa por ayudar, más que en la prevención, en la detección temprana y en la recuperación de los datos en caso de ataque. Incorporamos la seguridad en el diseño de nuestros productos, con políticas Zero Trust. De hecho, acabamos de anunciar que lideramos un consorcio de unas 30 compañías para establecer cuál es el marco de actuación para la ejecución de políticas Zero Trust. 

 

Otra gran tendencia es la sostenibilidad.

Está presente en todo lo que hacemos. Es un pilar fundamental de nuestra estrategia ESG. Y la incorporamos como criterio de diseño en todo lo que hacemos, tanto en nuestros productos como en los procesos y compromisos. El 100% de los embalajes que utilizamos son ya de materiales reciclados o reciclables, y por cada PC que vendemos tenemos el compromiso de retirar un dispositivo del mercado de forma limpia y reciclable. 

 

Pasando a la parte de modernización del puesto de trabajo, según un estudio interno de Dell, el 65% de los directivos de TI españoles no tiene claro qué estrategia seguir y cómo relacionarse con los trabajadores teniendo en cuenta el proceso de teletrabajo masivo durante la pandemia, los modelos híbridos posteriores y, ahora, la vuelta progresiva a la presencialidad. ¿Cómo enfrentáis este ámbito?

Todas las empresas necesitan tener flexibilidad. Ellas decidirán cuáles son sus políticas, pero tienen que estar preparadas para proporcionarla. Por otra parte, los medios tecnológicos que faciliten a sus empleados serán los que definan su experiencia, y al final supondrán su motivación y su aportación al negocio. La experiencia de los usuarios en relación con el puesto de trabajo ya no se queda en que el portátil sea más ligero o menos. Trabajamos en aportar herramientas de gestión e implementación moderna. Todos los servicios alrededor del puesto de trabajo tienen más sentido que este en sí mismo, aunque también es importante. 

 

En este sentido, en el del dispositivo, Dell es una empresa emblemática en cuanto a la oferta en PC. Datos de la consultora IDC ponen de relieve que el mercado global cayó un 28,1% en 2022, y parece que hasta 2024 no se va a recuperar. 

Esta realidad es innegable, son datos de mercado. Pero también es cierto que ha quedado demostrado que el PC es la herramienta de productividad de los usuarios. Todo lo que crecimos en 2020 hay que empezar a reemplazarlo. Estamos preparados para el momento en que tengamos que seguir atendiendo a nuestros clientes. 

 

La compañía ha facturado un 1% más que en el ejercicio fiscal 2022, pero con un crecimiento en beneficios de más del 20%, siendo el área de infraestructuras globales el que más repunta.

Hemos compensado ampliamente el crecimiento en soluciones en centro de datos, cómputo y almacenamiento con la parte del puesto de trabajo. 

 

 

"Dell Techonologies ha demostrado a lo largo de estos años contar con una cadena de suministro realmente fuerte"

 

 

¿Cómo ve la crisis económica para el sector TIC en general?

Mi experiencia es que somos una compañía, por nuestro modelo de negocio, en la que anticipamos rápidamente los modelos del mercado y sus tendencias. Tenemos capacidad de adaptación y a veces se toman decisiones preventivas. Desde junio del año pasado tenemos una política de evitar nuevas contrataciones. Es una forma de ayudar a afrontar este tipo de situaciones.

 

Sin embargo, el CEO, Michael Dell, anunció el despido de 6.000 trabajadores a nivel global. ¿Cómo va a afectar la medida en España?

Tenemos políticas y equipos muy globales, sin decisiones locales. Son datos que están comunicados, públicos y en el mercado. 

 

Tras la pandemia se suceden los problemas en la cadena de suministro. Además, se ha abierto una guerra comercial en torno a la fabricación de semiconductores en los distintos bloques geopolíticos. De hecho, Dell ya ha anunciado que pretende dejar de utilizar chips procedentes de China para 2024. ¿Cómo ve este panorama?

Trabajamos para evitar cualquier situación de inestabilidad, ya sea política, social, externa… Al final, todo esto se centra en la cadena de suministro. Pero Dell Techonologies ha demostrado a lo largo de estos años contar con una cadena de suministro realmente fuerte. Aunque los retrasos en los plazos de entrega nos han impactado, hemos tenido y tenemos la capacidad de reaccionar y de compartir información. Nuestra cadena de suministro está muy bien montada. El hecho de ser el principal proveedor de infraestructura nos da unas capacidades de negociación brutales. Tenemos refuerzos y los puntos de suministro protegidos. La gestión que hemos hecho hasta ahora nos garantiza una cadena de suministro potente, segura y sostenible. 

 

¿Cómo mira también hacia el movimiento soberano europeo por el que quiere recuperar protagonismo en la fabricación y diseño de estos componentes?

Iremos viendo de qué forma evolucionan los distintos planes. Tenemos la tranquilidad de minimizar el impacto que todos esos factores ajenos nos puedan suponer, y de seguir asegurando que lo que hacemos lo hacemos bien.

 

La historia más reciente de Dell pasa por la compra de EMC a finales de 2015, que supuso la más importante en volumen de dinero en el mercado de las TI, unos 67.000 millones de dólares. ¿Qué ha supuesto en la compañía para llegar a la actual Dell Technologies?

Yo viví esa integración desde dentro. Cuando se anunció la adquisición participé en España como country integration lead. Vimos, como siempre ha ocurrido en Dell, la coherencia de la operación. Cuando Michael Dell toma la decisión de formar Dell Technologies su objetivo era construir el mayor proveedor de infraestructura tecnológica del mercado. Y lo consiguió. Somos una compañía de 102.000 millones de dólares de facturación en el último año. Esta compra no ha significado que hayamos dejado de hacer algo, porque las dos compañías éramos muy complementarias. La estrategia de nuestro nacimiento es la misma que la actual, aunque adaptándonos a las necesidades del mercado. Seguimos enfocados en nuestro negocio tradicional, pero también aprovechamos las oportunidades en multicloud, edge, telecomunicaciones… Estamos en una posición magnífica para rentabilizar las oportunidades. 

 

 

 

 

 



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