"Queremos ayudar a los partners a aprovechar las oportunidades del mercado"

Brian G. González, director general de Intel Iberia

El pasado uno de diciembre, Brian G. González aterrizaba en España para hacerse cargo de la dirección de Intel en la Península Ibérica. Casi tres meses después, Dealer World ha querido compartir con él una conversación en la que nos ha repasado sus funciones anteriores en Intel, lo que espera hacer en su nuevo cargo y los retos a los que se enfrenta Intel en este momento.

DW. Hasta su llegada a España, ¿qué funciones estaba desempeñando en Intel?
- B.G.: Antes de llegar a Iberia estuve en Santa Clara trabajando para el vicepresidente a nivel mundial para mercados emergentes, pero muy enfocado en educación, sanidad y aportar tecnología para cerrar la brecha digital. Ahí tuve una oportunidad muy interesante de trabajar con equipos de Intel en 58 países en 24 meses. Además, también es interesante ver el uso de la tecnología en áreas donde hasta entonces no habían tenido alcance. Es una perspectiva diferente a mi anterior puesto, en Holanda, donde era el director comercial para las grandes cuentas de Intel. Mi historia en Intel se caracteriza más por el interés en modelos de uso que en la tecnología en sí, dado que antes era comercial para cuentas como Google o Pixar. Entré a Intel en el año 2000 con una experiencia profunda en software. Además, me he dado cuenta de que es un área muy importante para nosotros, dado que tenemos miles de personas que trabajan en esta área, porque las soluciones necesitan ser completas. Todo esto me ha servido para llegar ahora hasta aquí, porque tengo experiencia tras haber trabajado con muchos equipos de Intel en sanidad o educación, que creo que son temas fundamentales para España y Portugal, además del trabajo con las grandes cuentas, viendo cómo les apoya la tecnología en sus proyectos. Estudian cómo podemos cambiar un modelo de uso para ver cómo la tecnología puede impactar en él para incrementar el rendimiento siendo eficiente energéticamente.

DW. Pero cambia un reto global por un puesto en un único país…
- B.G.: Las responsabilidades no son menos atractivas, pero son diferentes. Anteriormente, el foco estaba en cómo Intel, como gran empresa, puede ayudar a traer un cambio importante, por ejemplo, a un gobierno en un país emergente. Ahora, trabajo con unos equipos con muy buenas relaciones con clientes o gobiernos y puedo aportar mi experiencia para ayudar al equipo. La oportunidad, interesante para mi, es poder entrar en unos mercados con una gran variedad de clientes y cuentas grandes que se extienden a Latinoamérica. Es un país con una plataforma de negocio muy interesante, con áreas muy amplias, como puede ser la sanidad. El mercado en España una diversidad muy elevada. La realidad cambia porque, en vez de con equipos técnicos, trabajo con equipos de ventas, y mi reto es poder aportarles más de lo que tenían el año pasado, que, de hecho, fue muy bueno. Un reto para mí es conocer el mercado, conocer sus características propias, pero cuento con un muy buen equipo, con mucho conocimiento del mercado.

DW. Tras tres meses en España, ¿qué valoración puede hacer del mercado?
- B.G.: Uno de los aspectos que más me ha interesado es el enorme interés que hay alrededor de la tecnología y su adopción. Realmente, el mercado demanda la última tecnología. A nivel de empresas, nuestra tecnología vPro es lo que más se está viendo en el mercado, lo que nos crea muchas oportunidades para llegar al cliente con una tecnología muy avanzada para que provea beneficios más rápidamente. En este sentido, me ha impresionado mucho la capacidad de trabajo. Aquí se llega a conocer muy de cerca de los clientes. Pero, además, estamos mucho tiempo en la calle. Hay una interacción muy constante con los clientes. También he visto que los valores comunes de Intel, conocer al cliente y ver cómo podemos ayudarle con la tecnología, se prestan muy bien a este mercado. Por ejemplo, los fabricantes locales ven una oportunidad en los portátiles y quieren adoptarla y llevarla a un nivel más alto

DW. ¿Qué podemos comentar del último año?
- B.G.: Ha sido un año muy bueno para Intel en general, con crecimientos corporativos a nivel del 50 por ciento. No podemos dar cifras concretas de España, pero este mercado es una parte importante de Europa, y Europa aportó un 22 por ciento del total de Intel. Pero tuvimos un año muy bueno en otros sentidos. A principio de año, nos dieron un premio por un dispositivo móvil para el entorno sanitario, y el reconocimiento en esta área es importante, además de ser algo muy bonito. También vemos que los canales locales han tenido un buen año, con crecimientos en todas las gamas de productos. Además, en portátiles, es un año en el que nos hemos preparado con productos nuevos, como los dispositivos MID, que son un adelanto tecnológico y de modelo de uso muy interesante y complementario a los portátiles. Estamos en muy buena posición para traer un producto a un mercado que lo va a exigir y lo va a aprovechar.

DW. Uno de los grandes retos que tienen los fabricantes no es tanto la tecnología, sino el modo de uso de esa tecnología. ¿Está la clave en aportar formas en que esa tecnología sea útil para los clientes?
- B.G.: Absolutamente. No es tanto cómo se crea la tecnología como qué oportunidades crea la tecnología. Que tengamos millones de transistores en un chip está bien, pero el cliente quiere saber para qué sirve, o que le proporciones dispositivos más pequeños pero igual de capaces, con lo que estás añadiendo otra dimensión a la forma de uso de la tecnología. Es una dimensión técnica, sí, pero es la posibilidad de usarla donde quiera y cuanto tiempo quiera. Estamos terminando una época en la industria, es el final del principio, porque estábamos en una época en la que teníamos la tecnología y debíamos aprender a utilizarla, frente a un modelo con una tecnología transparente, que se acomoda a tu modelo de uso, al usuario, y, en vez de aprender cómo se usan los ordenadores en el colego, se usa el ordenador para aprender. Es un cambio que se ve a nivel mundial. Es un modelo más interactivo.

DW. Hemos pasado de una realidad en la que los usuarios demandaban mucho de la tecnología a un momento en que es la tecnología la que ofrece más de lo que los usuarios pueden asumir. ¿Debe ser la labor de una empresa como Intel ser capaz de transmitir esas posibilidades de la tecnología a los usuarios?
- B.G.: Sí, siempre ha sido la labor de Intel, trabajar con la industria y con fabricantes locales para llevar el beneficio de la tecnología para el usuario. Un ejemplo es la cocina. Cuando enseñas a alguien, primero le muestras el plato y después los ingredientes que necesita. No es algo nuevo, es algo fundamental de cómo aprende la gente. Lo que ocurre es que ahora estamos llegando a usuarios distintos. Ahora los jóvenes no se preocupan de cómo funciona un ordenador, sino de lo que puedes hacer con él. No es interesante la tecnología sola, sino lo que se puede hacer con ella. De ahí que necesitemos apostar por la formación, de las PYMES por ejemplo, para hacerlas competitivas a nivel mundial. Las grandes empresas lo han reconocido hace tiempo, pero las pequeñas deben darse cuenta de que deben hacerlo a través de la tecnología. No se trata de esta

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