La logística del canal se adapta a los nuevos tiempos

La logística es un término que siempre ha estado ligado a la distribución mayorista. Su funcionamiento es el de un engranaje completo que comienza con la relación del fabricante con el mayorista, y finaliza en el vínculo que se establece con los distribuidores. Las múltiples idiosincrasias de cada uno de ellos conllevan adaptarse a los requerimientos particulares de cada cliente en lo que respecta a paletización, manipulado, altura, horarios de entrega, y un sinfín de variables. Eso sin contar con la prestación de servicios personalizados en el ámbito de micrologística, la personalización de equipos o la integración de componentes.

La logística resulta un componente decisivo para el canalNo cabe duda que la entrada de mercancía o el servicio de entregas eficiente son elementos imprescindibles para cualquier mayorista, de ahí que en un mercado tan competitivo como es el que nos movemos, la logística sea un componente decisivo para conseguir un adecuado nivel de servicio a los clientes. En este sentido, mientras que algunos proveedores lo entienden como un servicio de valor, otros lo ven cómo algo intrínseco a su actividad. Así, para Francisco Flores, director de logística en Aryan Comunicaciones, la logística constituye un arma de venta indispensable y un servicio de valor añadido. Para ello se basa en que “Aryan es una empresa estrictamente comercial, y el valor añadido que aportamos es entre otros la logística, la entrada y salida de productos en tiempo real, así como la gestión de incidencias, una pieza fundamental para poder dar dicho valor a nuestros clientes. Sin esto estaríamos perdidos”.

Por su parte, Luis Bartolo, responsable de logística de Esprinet Ibérica, añade que “la logística es un elemento intrínseco al mayorista, pero la calidad en el servicio es el diferencial de la excelencia”.

Reducción de costes

En la logística no hay un modelo estricto de actuación, sino que cada mayorista aplica su propia estrategia en función de su modelo de negocio, de las exigencias del canal o de las condiciones del mercado. Y es que, no podemos olvidar que, en tiempos como los actuales, saber adaptar la gestión de esta área a las circunstancias cambiantes de la economía resulta básico, ya sea provocado por la subida de precios de los combustibles o por reducir costes.

Así, por ejemplo, movidos por la reducción de costes, algunos proveedores han optado por dejar de ofrecer portes gratuitos, si bien, quienes ahora quieren cobrar portes fueron los primeros en eliminarlos. A este respecto, Francisco Flores de Aryan opina que los portes siempre hay que cobrarlos, ya que “dar una buena logística no está reñido con no cobrar portes. El no cobrar portes es un error, ya que los gastos del transporte muchas veces están por encima de los propios márgenes del producto, lo que al final se hace insostenible”.

“El intentar cobrar portes después de años de portes gratis es una labor bastante complicada, porque creas la duda El canal adopta su propia estrategia de logística en fiunción de su modelo de negociosobre cuál es el valor añadido: los portes gratis o el servicio. Al final, de cara al cliente no es bueno realizar cambios radicales”, añade Flores. Se trata en cualquier caso de una política que no se aplica  a todas las figuras, ya que aquellos clientes con un volumen de negocio alto por lo general se pueden beneficiar de unos portes especiales.

Por otra parte, dada la importancia de esta actividad, resulta curioso que algunos proveedores hayan optado por externalizar parte de su logística en aras de rebajar costes, delegando este proceso en centrales logísticas, algo que a juicio de Eduardo Moreno, director comercial y socio de MCR, resulta complicado, “pues todos los intentos de negociar la externalización no mejoran los costes. Además, es un mercado en el que los plazos de entrega son vitales y eso siempre conlleva un coste significativo”.

Fernando Feliu, director de marketing de producto de Esprinet Ibérica, agrega al respecto que “los servicios hay que valorarlos y el transporte es un servicio más, y en compañías como las nuestras el transporte es un elemento determinante”.

Gestión del inventario crítica

En estos momentos de crisis también es muy importante y necesario el buen control de stock. Es por ello que muchos distribuidores han optado por reducir sus niveles de inventario para evitar el exceso de existencias. Según Francisco Flores, de Aryan, esta práctica es lógica, ya que “el nivel de stock tiene que estar en función de las ventas que tienes. No puedes mantener el mismo stock facturando un 25 por ciento menos de media, si fuese así no habría rotación de producto y se quedaría estancado”.

Evidentemente, la situación actual hace que los inventarios bajen, pero es una acción del día a día el evitar excesos de stock con o sin crisis. En cualquier caso, como asegura Fernando Feliu, “la valoración de la disponibilidad de producto es siempre necesaria para dar un buen servicio al cliente, controlando su rotación para adecuarlo en estos momentos cambiantes, pero siempre atendiendo a los compromisos a fabricantes y a la atención a nuestros clientes”.

Haya o no crisis resulta crítico un buen control de stockPor norma general, el fabricante siempre exige al mayorista un stock mínimo, cantidad que también se ha reducido en función de la situación actual. “Sería absurdo intentar comprometer a un mayorista a realizar cifras de negocio de hace un año”, apunta Flores. Indiscutiblemente los fabricantes necesitan adecuar la disponibilidad a la demanda y poder cubrir cualquier oportunidad de negocio que se pueda presentar. “También es cierto que los fabricantes son conscientes que el nivel de ventas es bajo y lo que exigen son menos unidades”, señala Eduardo Moreno, de MCR.

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