El futuro se escribe en forma de informática distribuida

La forma de trabajo en común y en base a grupos de colaboración ya no requiere que los implicados se encuentren en el mismo lugar físico. Es más, ahora las empresas pueden coordinar a empleados dispersos geográficamente, con recursos móviles, y externalizar buena parte de sus recursos técnicos y de comunicación. Y es que la flexibilidad pasa a ser la clave del futuro.

Informática distribuida. Ésta parece ser una de las claves más importantes para entender la informática del presente y la del futuro. Y es que, en muchos casos, los puestos de trabajo informatizados están distribuidos en varios edificios fuera del centro de procesos de datos, por todo el país o por todo el mundo.
A la vista de esta situación, no es muy difícil intuir que la tarea de mantener esta informática de usuarios (conocida también como Desktop Management Services o DMS) en condiciones óptimas de operatividad y debidamente actualizada, es una tarea costosa y difícil más allá de las capacidades del usuario final y, en gran medida, fuera de las previsiones de costes.
Bajo el término, un tanto abstracto, de “informática distribuida” hay que agrupar a los ordenadores de sobremesa y los portátiles, las impresoras, tanto personales como de red, y escáneres, entre otros. Además, debemos contar con los servidores de grupo o departamentales que ofrecen servicios de infraestructura local, como almacenamiento, cortafuegos, replicación de correo y otros elementos de comunicación. Pero tampoco podemos dejar fuera a los PDA o a los cada vez más completos teléfonos móviles que ya se encuentran muy cerca de acaparar la mayor parte de las funciones de los PC portátiles.
Dada esta situación, y teniendo en cuenta que el mercado cada vez marca un ritmo más acelerado y con mayor necesidad de adaptabilidad y flexibilidad, las empresas se encuentran ante uno de los mayores retos técnicos de los últimos años. En este sentido, IBM ha realizado todo un estudio de investigación que, aunque en un primer momento se ha centrado en empresas de gran tamaño, los resultados pueden ser aplicados a casi cualquier tipo de organización, según la compañía.

Dibujo del mundo de la informática distribuida
El punto de partida de este estudio es el análisis de la situación actual de los servicios de gestión, soporte y mantenimiento de la infraestructura distribuida. Para ello, se ha preguntado a los encuestados sobre la consideración que se tiene de la informática distribuida y el modo y objetivos de la contratación de los servicios.
Más del 80 por ciento de las respuestas confirma una consideración de acuerdo con esta idea. Esto está en línea con las expectativas que asocian los ordenadores personales como algo de relativo poco valor estratégico para la empresa y que ha de ser provisto al mínimo coste, por el proveedor más barato.
Asimismo, ninguno de los encuestados realiza de forma interna la totalidad de los servicios necesarios para el correcto funcionamiento de la informática distribuida. Esto lleva al análisis en más detalle de los diferentes servicios necesarios para el correcto funcionamiento de la informática distribuida, analizando para cada una de ellas, el diverso grado de externalización ideal.
Y es que los niveles de externalización son muy variables, dependiendo de la función considerada, siendo máximos para las funciones más estándar, como el mantenimiento, tanto de software como de hardware, el “HelpDesk” y menor para las funciones de arquitectura y control, llegando a su mínimo valor para la gestión de aprovisionamiento.
Esta diversidad en los niveles de externalización por función indican, según IBM, un diferente nivel de madurez en los procesos y muestra también la ausencia de una visión “de principio a fin” sobre el ciclo de vida completa de esta infraestructura.
En cuanto al modelo de contratación que se establece con los proveedores, éste nos permite averiguar el nivel de responsabilidad y del nivel de control que el cliente cede a éste dentro de la relación entre ambos. La pregunta a los encuestados estudia el porcentaje de aplicación de los diferentes modelos, subcontratación de recursos, “outtasking” gestionado por acuerdos de nivel de servicio y “outsourcing”.
En un modelo de contratación de recursos, el cliente adquiere los servicios de personas, manteniendo la dirección del servicio y la responsabilidad del mismo. En un modelo de outtasking, el cliente y el proveedor acuerdan unos niveles de servicio de los que se responsabiliza el proveedor mediante sus propios recursos operando de forma presencial o, en ocasiones, remota. En un modelo de outsourcing, la responsabilidad del proveedor incluye, normalmente, la provisión de los equipos, haciendo remotos los activos como parte del personal, siempre en la media de lo posible.
Partiendo de este esquema, y a la luz de los datos de IBM, parece que más de un 70 por ciento se decanta por un modelo de outtasking, mientras un número superior al 20 por ciento se inclina por la subcontratación y apenas un 10 por ciento se lanza al outsourcing.
Al preguntar a los encuestados cuáles son los proveedores más representativos en este mercado y los más adecuados para ellos se percibe una predilección hacia las grandes compañías del sector, como IBM o HP (primer y segundo puestos de la lista respectivamente). Otras de las compañías más citadas son Getronics, IECISA, METROLYCO, Dinsa, Sermicro o NCR. Y es que parece ser que en este nuevo mercado hay sitio para muchos tipos de proveedores, incluso para los de naturaleza local.

Nuevos problemas por resolver
Para completar el estudio de la situación actual del mercado, se ha explorado la existencia de necesidades no cubiertas actualmente, ya sea por la incapacidad de los proveedores actuales de estos servicios o por la novedad de los requerimientos.
La primera conclusión del estudio en este aspecto se centra en el área de la seguridad, en particular sobre los problemas que la externalización de los servicios de DMS pueda producir bien por la externalización de los servicios de gestión de la seguridad, o bien por el acceso de terceras personas a los ordenadores personales de los usuarios.
Aproximadamente la mitad de los encuestados apunta a la existencia de frecuentes problemas por este concepto. Según los datos recopilados, el otro 50 por ciento, que se declara tranquilo a este respecto, realiza en la práctica estas funciones con personal interno, empleado barreras tecnológicas o limitando fuertemente el acceso a los sistemas de los usuarios finales.
A pesar de ello, es en los aspectos relacionados con la movilidad, especialmente en los casos de los ordenadores portátiles donde los profesionales se dan cuenta de que hay demandas que no son cubiertas. Hay también esta impresión, aunque en menor medida, cuando se habla de los PDA y otros dispositivos inalámbricos.
En el caso de los ordenadores portátiles, la principal demanda es la falta de estándares que permiten la proliferación de múltiples plataformas hardware y del software que las equipa. IBM estima que la falta de estandarización puede deberse a que el despliegue de los ordenadores portátiles es aún muy limitado (al menos el 60 por ciento de los entrevistados no prevé un despliegue universalizado de este tipo de ordenadores y sólo el 10 por ciento lo ve como algo a corto plazo) y está pensado para ordenadores de directivos o fuerzas de ventas especiales.

Mirando al futuro
De cara a como evolucionará esta práctica en un futuro cercado, el estudio señala que la externalización se incrementará sólo de forma moderada, a la vez que continuará un suave proceso de concentración de pr

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