Nuevas formas de piratería

La piratería avanza. En los últimos tiempos las autoridades tienen que luchar contra nuevas formas de plagiar aplicaciones de software que, en la mayoría de las ocasiones, eran totalmente desconocidas en España. A pesar de que ya están comenzando a aparecer asociaciones de distribuidores que quieren luchar contra esta plaga, lo cierto es que el canal tiene mucha culpa.

Bien es cierto que, a medida que los tiempos cambian, también varían los métodos de realizar las cosas. Cómo no, esto también le ocurre a las partes oscuras de las Nuevas Tecnolo-gías, como es el caso de la piratería. La forma clásica de plagiar una determinada aplicación está dejando paso a métodos más sofisticados que, como el anterior, pone en peligro el mercado de software. Así, Internet y las descargas ilegales, los COA o la importación de software de origen dudoso son las tres formas de piratería que se están empezando a detectar.
Carlos Manuel Fernández, miembro de la BSA, apuesta por las descargas de aplicaciones desde Internet como una de las formas que, en no mucho tiempo, más daño va a hacer al sector. “Ya está empezando a tener importancia, aunque, en los próximos meses, se va a hacer notar más”.
¿Y los COA? Esta nueva forma era, hasta hace escasamente dos meses, totalmente desconocida en España. Consiste en hacer pasar certificados originales de autenticidad falsos de productos de Microsoft por auténticos. El primer caso se dio a principios de noviembre en Valencia, provincia en que las fuerzas de seguridad incautaron un total de 167 certificados, todos ellos pertenecientes al sistema operativo Windows 98 segunda edición y Windows XP Profesional Edition. De haber llegado estos productos al mercado, se podrían haber obtenido unos 20.000 euros. De hecho, estar a la cabeza de algo no siempre es bueno y, aunque en Europa ya se había dado el caso de COA de Windows 98, los de Windows XP eran también desconocidos.
Y es en este tipo de piratería donde se une otra que también es casi una desconocida para nosotros: la importación. Y es que “la piratería en España siempre ha sido autóctona y, desde hace algún tiempo, estamos notando que cada vez aparecen más falsificaciones, es decir, que copian el holograma o la carátula, que provienen de otros países, como es el caso de países del suroeste asiático”, aseguró Carlos Manuel Fernández. Son, en estos casos, donde no se puede culpar al canal, a pesar de que las cifras hablan por sí solas y que el 40 por ciento de los distribuidores comercializa software ilegal. “En este sentido, muchos fabricantes de software están comprobando que las soluciones que están en el mercado sean realmente originales”.

Ampliación de la UE, ¿posible ampliación de la piratería?
Pero la importación no sólo proviene del lejano Oriente. La entrada de 10 países en la Unión Europea (Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Malta, Polonia y República Checa), puede hacer que el software pirata de importación aumente. “Al abrir la frontera a otros países que tienen un índice superior al nuestro en piratería tendrá, a priori, consecuencias negativas. No obstante, la BSA, a nivel europeo, está trabajando en Bruselas para que se refuercen las penas o se aumenten las campañas de concienciación”. Lo cierto es que los COA incautados provenían de Centro Europa.
Los destinos de estas falsificaciones son básicamente dos y, casualmente, los dos que más piratería consumen: el canal de distribución y las PYMES. El primero de ellos eran algunas tiendas de informática a los cuales se les precargaba de manera ilegal el software que solicitaban, colocándoles los COA adhesivos en sus ordenadores y darle una apariencia legal; y el segundo destino eran pequeñas y medianas empresas que, aunque la mayoría hubiera pensado que adquirían productos legales (a estas empresas, desde la BSA se les recomienda que contraten a un asesor legal), en otras ocasiones hubieran sido utilizados para adherirlos a sus equipos y dar la apariencia de que utilizan software legal ante posibles inspecciones.

Convertir al canal
Para disminuir el porcentaje de piratería en el canal de distribución, la BSA, junto a las principales patronales del sector de Nuevas Tecnologías, va a poner en marcha una campaña orientada a los dealers, que consistirá en ofrecerles formación técnica, “ya que queremos que los 12.000 distribuidores que más o menos operan en España sean profesionales, les den el mejor servicio posible a sus clientes y que todos estén bajo un paraguas de ética profesional”. Aunque todavía no hay fecha oficial para la celebración de estos cursos, el responsable de la BSA anunció a Dealer World que en ellos van a participar los principales mayoristas.
Ésta es sólo una de las medidas que la BSA va a adoptar para concienciar al canal de distribución ya que, desde el organismo, se asegura que algo no funciona cuando en España hay un número superior de distribuidores que, por ejemplo, en el Reino Unido, “un país que nos dobla en población. Este hecho hace pensar que muchos de los que trabajan en España lo hacen de manera irregular”.
Además, otro dato a tener en cuenta, y que tiene al sector de la distribución como principal protagonista, es el hecho de que son los propios distribuidores los que quieren erradicar la piratería en el sector. De esta forma, las asociaciones de partners para acabar con la competencia desleal están comenzando a aparecer.

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