Microsoft declarada culpable de vulnerar la ley antimonopolio

La incógnita comienza a despejarse y, tras la ruptura de las conversaciones mantenidas por Microsoft con las autoridades federales de Estados Unidos con el fin de buscar una salida negociada al conflicto, el juez Thomas Penfield Jackson ha hecho pública una sentencia que dictamina que Microsoft es culpable de vulnerar la ley antimonopolio por mantener su posición de dominio en el mercado de los sistemas operativos en base a "prácticas contrarias a la competencia", intento de monopolizar el mercado de navegadores Web, y la "ilegal" introducción del navegador Explorer dentro del sistema operativo Windows.

Este fin de semana nos llegaba la noticia de que las conversaciones entre Microsoft y las autoridades federales norteamericanas, para buscar una salida negociada al conflicto que mantienen desde hace meses, habían finalizado por la imposibilidad de llegar a un acuerdo que contentara a ambas partes. Según se hizo público entonces, uno de los principales escollos encontrados por los negociadores era la intención de Microsoft de no separar Explorer de su sistema operativo, una condición innegociable para las autoridades norteamericanas.
Desde ese momento, y hasta la tarde de ayer en Estados Unidos (noche en España), se barajaron diferentes posibilidades sobre la actuación del juez Jackson, especulaciones que quedaron ayer eclipsadas por la decisión de éste, que sentenció que Microsoft es culpable de vulnerar la ley antimonopolio por mantener su posición de dominio en el mercado de los sistemas operativos en base a “prácticas contrarias a la competencia”, intento de monopolizar el mercado de navegadores Web, y la “ilegal” introducción del navegador Explorer dentro del sistema operativo Windows.
Según la sentencia, Microsoft ha violado dos secciones de la ley de la Ley Sherman (referente a las posiciones de monopolio) y diferentes leyes antimonopolio en 19 estados. De hecho, según la sentencia, Microsoft ha violado la Sección 1 de la Ley Sherman “intentando monopolizar el mercado de los navegadores”, y la Sección 1 “al integrar este elemento dentro de sus sistema operativo”.
La decisión del juez Jackson no es el último capítulo del largo y tortuoso proceso, sino que abre una nueva puerta: llega el momento de buscar la forma de reconducir la actitud de Microsoft, algo que podría incluir, como ya se ha señalado en ocasiones precedentes, la fragmentación de la compañía en sus distintas unidades de negocio.
En este sentido, Joel Klein, asistente de la Fiscal General del Estado, Janet Reno, señaló que a partir de ahora “hemos de remediar este comportamiento. La decisión no está tomada todavía y el Departamento tiene que buscar una solución para proteger a los consumidores, la innovación y la competencia”.
Pese a que el informe de 43 páginas fue presentado por la Fiscal General del Estado después del cierre de los mercados bursátiles, los inversores reaccionaron con antelación y provocaron una caída del valor de las acciones de la compañía cercano al 15 por ciento.
Evidentemente, la reacción de la compañía de Bill Gates no se ha hecho esperar, y nada más conocerse el fallo del juez, un comunicado de Microsoft indicaba su intención de recurrir la sentencia y la predisposición de la firma a mantener su foco en “la generación de software innovador que beneficie a los consumidores, la alta tecnología y la economía americana”.
En una comparecencia ante la prensa en Redmond (Washington), el cofundador de Microsoft, Bill Gates, señaló que la sentencia “no ha sido inexperada”, si bien destacó que queda “mucho proceso por delante”, incluyendo los posibles esfuerzos que se puedan acometer a partir de este momento para solucionar el conflicto de forma negociada. Gates mostró su optimismo ante “la fuerza que tiene nuestra apelación”, algo que se debe, en palabras del propio Gates, “a que la Corte de Apelación ya ha confirmado el derecho de Microsoft a incluir las capacidades de navegación por Internet en nuestro sistema operativo como un beneficio para los consumidores”.
También se mostró optimista Steve Ballmer, presidente y CEO de Microsoft, quien señaló que hasta que la apelación “no llegue a su fin, no hay nada decidido. Seguiremos aprendiendo de nuestra propia experiencia”.
Frente a esto, las palabras del juez Jackson, quien señala en uno de los puntos de su sentencia que Microsoft “ha realizado esfuerzos para, lejos de subir o caer por sus propios méritos, impedir la competencia en el mercado de los sistemas operativos para sistemas Intel”, lo que se ha venido a llamar plataforma Wintel.
“Microsoft situó su dedo opresor sobre la competencia, garantizándose la continuidad de su dominio en este mercado relevante”, señala Jackson en otro de los puntos de la sentencia, añadiendo, posteriormente, que la actitud de la compañía “perjudica el proceso competitivo que estimula la innovación y lleva al beneficio para los consumidores”.
En uno de los aspectos más significativos de sus conclusiones, el juez Jackson contradice la decisión tomada por la Corte de Apelaciones en un juicio similar, según la cual Microsoft no habría actuado contra la competencia, basando esta decisión en que una compañía “puede incorporar a sus desarrollos cualquier ventaja”. En opinión del juez, esta sentencia no es “consistente”, con precedentes establecidos por la Corte Suprema de Estados Unidos”.
Sobre las repercusiones que esto tendrá para Microsoft, todo parece indicar que existirá una sentencia firme en el plazo de 60 días, pero una de las posibilidades pasa por la segmentación de la compañía, como ya hemos indicado anteriormente.


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