Hibridación: ¿también en el sistema educativo?

“La tecnología lo ocupa todo y en educación no es menos”. La frase con la que comenzamos este reportaje dedicado a la educación del futuro es obra de Juanjo Galán, Business Strategy de All4Sec. Frase que daría pie para pensar que sí, que la tecnología, al igual que ocurre con el mundo laboral, también transformará el educativo. Es decir, sí, pero…

El pero viene dado porque no todos los grados formativos son iguales y, por lo tanto, están en condiciones de desarrollarse tecnológicamente de la misma manera que otros. “Cuando todo esto pase, se intuye que en la parte de la educación todo dependerá de la comunidad autónoma y de los cursos”, nos explica Javier Martín, director de Educación en Lenovo España. En su opinión, la enseñanza presencial se seguirá desarrollando al menos hasta cuarto de la ESO, “pues es algo por lo que apuestan los colegios”, precisa, para apostillar que: “Pero, a partir de primero y segundo de bachillerato, y sobre todo en cursos universitarios, el modelo híbrido ha venido para quedarse. Sí que es verdad que en lo que al uso de las nuevas tecnologías en las aulas, hasta cuarto de la ESO, la incorporación de aquellas tecnologías durante la pandemia, así como el uso de herramientas, han venido para ser usadas aunque el modelo siga siendo presencial”.

Un modelo según tramos y edades

Porque casi se podría definir así el modelo educativo que se atisba de cara a los próximos meses, en especial tras la vuelta de vacaciones de verano. Cada etapa educativa responde a diferentes requisitos dependiendo de la madurez del alumno.

“Es evidente que no tienen las mismas necesidades educativas en un ciclo superior de primaria que en Bachillerato, ciclo formativo y, sobre todo, el universitario. Además, tengamos en cuenta que, en etapas tempranas, la asistencia continúa siendo obligatoria, puesto que no solo es necesario la adquirir conocimientos relativos a esa etapa, siendo también es importante la parte formativa como persona y su sociabilidad con el resto de compañeros”, advierte Manel Fabre, Education Key Account manager de Acer.

Lo que sí nos ha enseñado esta pandemia es que contamos con los recursos tecnológicos necesarios para atender al alumno tanto presencial como de manera remota, “y eso va a permitir que alumnos con dificultades para asistir al centro educativo por circunstancias ajenas a su voluntad, como por ejemplo enfermedades, puedan seguir manteniendo la conexión con el día a día de las materias y la relación con sus compañeros”, prosigue Fabre.

En definitiva, un modelo lleno de beneficios tanto para los alumnos como para los profesores. “Dotar tanto a los centros, como a profesores y alumnos de recursos digitales, flexibiliza el entorno educativo en cuanto a las vías de acceso e impartición de la formación. Asimismo, considero que las tecnologías fomentan nuevas formas de aprendizaje basadas en entornos más colaborativos en consonancia con las formas actuales de interacción de la sociedad en general, dice Patricia Fernández Navas, Education Key Account manager en Ibermática

Cómo adecuar los centros educativos

Porque no se trata de entregar a los alumnos el material adecuado para que sigan estudiando en casa como si lo hicieran en el mismo aula. El primer paso ha de consistir en la transformación tecnológica de los mismos centros educativos. Al igual que ocurre con muchas empresas de este país, no son pocos —ni mucho menos— los centros que no cuentan o no disponen de la infraestructura necesaria para desplegar un modelo híbrido de educación.

Álvaro Ausín, director de Canal de TP-Link Iberia, realiza para DealerWorld un análisis exhaustivo de las necesidades reales —y urgentes— de los centros educativos españoles para adaptarse a la nueva normalidad resultante de la pandemia:

· “En los centros, a nivel de equipamiento, quedan muchísimas necesidades pendientes por cubrir. Por ejemplo, los anchos de banda que se están utilizando en la actualidad son bajos dadas las necesidades existentes, así como su distribución en los centros, sigue siendo muy deficiente. Para un correcto desarrollo tecnológico en los centros educativos es esencial, en primer lugar, resolver el problema de la conexión. No es una cuestión tan simple como instalar un router, un par de switches y puntos de accesos, sino se trata más bien de entender el uso que se le va a dar a la red, desde qué puntos de ubicación, en qué momentos y de qué forma. Para ello se necesita trazar una planificación previa en cuanto a la topología con los expertos adecuados. Sin embargo, para un correcto funcionamiento, tanto el emisor formativo como el receptor tienen que disponer de la conexión adecuada, ya que resulta inútil desplegar grandes infraestructuras en los centros escolares si en el caso de los alumnos no es igual.

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