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Optimizar la energía de la arquitectura TI en 5 movimientos

Un estudio elaborado por Eaton ofrece cinco pasos clave para optimizar el uso energético de la infraestructura tecnológica dada la rápida proliferación de las aplicaciones comerciales, y a la velocidad que requiere el sistema para acomodar los enormes volúmenes de datos que genera.

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Desde la perspectiva de Eaton, las organizaciones confían cada vez más en la virtualización para ofrecer soporte a su infraestructura de TI. “Es, indudablemente, una alternativa tentadora, ya que los entornos virtuales ponen en funcionamiento más servicios utilizando menos hardware y, lo que es más importante, garantizan que sigan funcionando aunque se interrumpa el suministro eléctrico, protegiendo así las cargas críticas”.

Sin embargo, la firma señala que cualquier data center que ofrezca virtualización corre el riesgo de sufrir un bajo rendimiento, o incluso interrupciones, si su estrategia de gestión energética no consigue satisfacer la exigente demanda de energía de esta tecnología. Se trata de un aspecto esencial para la viabilidad de la empresa, ya que los costes de interrupción pueden ascender a seis mil euros por hora en el caso de pequeñas empresas de hasta cien empleados, y de un exorbitante millón de euros por hora en el caso de las grandes corporaciones con más de mil empleados.

El problema surge, de acuerdo con Eaton, porque las máquinas virtualizadas (VM) funcionan con una capacidad de entre el 70 y el 80% en comparación con el porcentaje del 10 al 15% de las máquinas no virtuales. Esto se traduce en armarios que requieren hasta 40 kW cada uno. Asimismo, la virtualización permite que las aplicaciones cambien de forma rápida e impredecible de un servidor a otro, lo que ayuda a los data centers a equilibrar las demandas de energía crítica, pero, también pone de manifiesto la importancia de flexibilidad de la energía.

No obstante, existen soluciones eficaces. La adopción de una estrategia de gestión energética sólida e inteligente permite aprovechar todo el potencial de una moderna arquitectura de TI, evitando al mismo tiempo que la reputación se vea afectada o se sufran pérdidas económicas debido a una interrupción. El proceso se traduce en cinco pasos prácticos: Protección, Distribución, Organización, Gestión y Mantenimiento.

La protección abarca las fuentes de energía de respaldo de los sistemas de alimentación ininterrumpida (SAIs) para evitar que se produzca una pérdida de datos y garantizar la continuidad de las operaciones en caso de interrupciones de energía prolongadas. Los SAIs protegen los equipos de TI delicados frente a alteraciones eléctricas relacionadas con la red eléctrica, además de proporcionar respaldo durante las interrupciones de energía.

La distribución de energía inteligente incluye los cables y unidades de distribución de energía inteligentes (PDU) en rack, que proporcionan información de la toma y de la salida actual y permiten a los usuarios determinar rápidamente el lugar exacto en el que se está utilizando la energía, así como identificar el hardware que consume un exceso de energía. La medición precisa también simplifica el equilibrio de la carga y revela las ubicaciones con capacidad de energía disponible.

El propio equipo debe organizarse en una infraestructura de TI segura y fiable que ofrezca un acceso sencillo para su mantenimiento. La virtualización condensa las cargas de refrigeración y de energía en tamaños más pequeños, por lo que el establecimiento de estrategias de refrigeración más eficaces se convierte en un factor esencial. La contención de corrientes de aire caliente y frío es cada vez más popular. Para ello, se requieren data centers con suelo elevado bien gestionados, donde todas las brechas de fugas de aire potenciales estén selladas para mantener un nivel de presión uniforme, de subsuelo, estática y una distribución del flujo de aire. Los racks que evitan la fuga y el cruce interno de aire caliente/frío son fundamentales para estas estrategias.

La visibilidad y el control de la estrategia de gestión energética precisan de un software adecuado integrado en la plataforma de virtualización. Los datos del estado de todos los dispositivos de alimentación de SAIs y PDUs de la red virtual se pueden ver junto con la información de la red, del servidor físico y del almacenamiento desde un único panel de gestión.

Un mantenimiento preventivo resulta también esencial para toda estrategia de gestión energética. Los modernos SAIs son fiables, pero siguen siendo dispositivos complejos sujetos a fallos, y los equipos alternativos, como las PDUs, también requieren atención. El riesgo se puede evitar implantando un enfoque de servicio adecuado para todos los componentes del sistema.

Tanto los dispositivos SAI como las PDU pueden mantenerse y prolongar su vida útil con un mantenimiento y una supervisión regular. La cobertura debe incluir visitas in situ tanto para el mantenimiento preventivo como para emergencias, reemplazos de SAI y PDU, piezas electrónicas de repuesto, baterías y bandejas de baterías y una línea de ayuda profesional.



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