La escasez de chips, el “Edge Computing” y el IoT impulsarán el cambio de las TI en 2022

El autor de un nuevo informe de Forrester Research afirma que el crecimiento simultáneo del Internet de las Cosas (IoT) y el uso de la computación de Edge están interrelacionados, y que el crecimiento futuro en ambas áreas se verá fuertemente impulsado por las regulaciones para reducir las emisiones.

"No podemos disociar los avances en el IoT sin hablar del efecto en el Edge ", ha reconocido, para apostillar que “no son distintos el uno del otro, y el efecto que tienen en los casos de uso se combina".

La demanda de "servicios relacionados con la sostenibilidad" situará al IoT y al Edge en primer plano, según el informe "Predicciones 2022: Edge, IoT y redes", de Forrester. Los casos de uso medioambiental, como el control de los niveles de CO2, la contaminación y la calidad del aire, serán cada vez más solicitados, al igual que los sistemas de IoT que permiten a las empresas gestionar sus recursos (pensemos en el uso del agua y la energía) de forma más eficiente.

Abhijit Sunil, principal autor del informe, afirma que se trata de una tendencia importante, especialmente entre las grandes empresas. "Hemos encuestado a las 200 empresas de la lista Fortune, y el 58% de ellas tenían directores de sostenibilidad a partir de 2020", ha admitido. "La mayoría del resto de esas organizaciones tenía algún [otro directivo] en ese papel, que se ocupaba de la sostenibilidad".

Es cada vez más difícil separar el IoT y el Edge de la estrategia de sostenibilidad en el mundo corporativo, en opinión de Sunil.

Escasez de chips

Según Forrester, es poco probable que la actual escasez de semiconductores se resuelva antes de mediados de 2023, lo que significa que los productos informáticos para empresas y consumidores sufrirán inestabilidad de precios y problemas de disponibilidad durante los próximos meses.

Este es un problema particular para el mercado del IoT, porque la mayor parte del suministro de silicio se destinará a la producción de CPU y GPU de gama alta, según Sunil. Por lo tanto, los microcontroladores y sensores que requieren los dispositivos IoT tendrán aún más problemas en la cadena de suministro.

"Si pensamos en lo que es el IoT, los sistemas que se comunican entre sí, todas esas cosas consisten en algún dispositivo inteligente que tiene un chip que permite estas comunicaciones o el almacenamiento o la computación, por lo que, dependiendo del caso de uso, la escasez de chips tendrá efectos dominantes en todos estos mercados", ha explicado.

¿5G o satélite?

Además, el informe predice que el dominio del 5G como opción de conectividad de próxima generación, especialmente en las zonas rurales, podría ser suplantado por los enlaces por satélite. El prolongado y costoso despliegue del 5G deja la puerta abierta a tecnologías WAN alternativas. El servicio de Internet de baja órbita, como Starlink, "es más prometedor que el 5G" en las zonas rurales, según el informe.

Es más, los proveedores de redes cableadas podrían empezar a ofrecer Internet por satélite como servicio de respaldo, incluso si no proporcionan conectividad inalámbrica.

Gran ataque DDoS

Dadas las conocidas debilidades del IoT en materia de seguridad, Forrester predice que un ataque DDoS a gran escala impulsado por una red de bots del IoT dejará fuera de juego una importante infraestructura de comunicaciones.

Citando la creciente escala de los ataques de botnets de IoT —el verano pasado se mitigó un ataque de 17 millones de peticiones por segundo, seguido de otro que alcanzó los 22 millones de peticiones por segundo—, el informe dice que un botnet de IoT alcanzará el rango de 30 millones de peticiones por segundo en 2022, provocando "dolor económico" al bloquear las comunicaciones críticas durante un período de tiempo significativo.

Por lo tanto, Forrester recomienda a las organizaciones echen un nuevo vistazo a su preparación contra los DDoS.