Histórico

Wi-Fi, el siguiente paso de las comunicaciones inalámbricas

El concepto de sistemas inalámbricos parece que es clave en el presente y el futuro del mundo de las TI. El último grito en este campo es la ya conocida tecnología Wi-Fi que se impone como una de las mejores opciones para las comunicaciones a corta distancia sin cables.

La tecnología Wi-Fi, será, según muchas empresas, una revolución comparable a la de la aparición del PC. Aunque en principio podría parecer un tanto exagerado, no lo es si lo analizamos con un poco más de detenimiento. Se trata de una tecnología de bajo coste, mejora la calidad de conexión a Internet, permite la comunicación sin ataduras físicas y proporciona una mayor fluidez en la comunicación en general. Las empresas piensan en esta tecnología para aplicarla en sus redes de intranets, los aeropuertos o restaurantes quieren ofertarlo a sus clientes profesionales, los hospitales piensan en crear una red inalámbrica que permita tener toda la información de los pacientes en el momento necesario… La lista sería eterna y por ello el mercado se presenta bastante “jugoso” o, al menos, eso han estimado todos los fabricantes que se han apresurado a tomar posiciones en este área.
La corriente del “sin cables” ha abierto un mercado que no existía hace poco más de cuatro años. Prueba de ello es que allá por 1999 se unieron seis compañías, en aquel momento un tanto visionarias, para desarrollar los estándares necesarios y, hoy por hoy, la sociedad ya cuenta con más de 150 integrantes.
También se han sumado a esta corriente las universidades. En este sentido, la Universidad Autónoma de Madrid ha puesto en marcha una red inalámbrica para que cualquier estudiante con ordenador portátil pueda acceder a toda la información de la universidad en cualquier lugar de las facultades.
Dentro del mundo empresarial no podemos obviar a Wi-Fi. Para empresas como IBM o Cisco la modernización de las intranet empresariales pasa por el estándar 802.11. Los datos son muy esperanzadores para su negocio ya que, según la WECA, Asociación de la Industria Inalámbrica, el 40 por ciento de las grandes empresas estadounidenses ya ha instalado estas redes y se espera que esta tendencia tenga su reflejo en Europa en poco tiempo. La reducción de costes es el argumento principal ya que si no son necesarios los cables, no hacen faltan obras de instalación ni presupuestos para mantenerlos o ampliarlos.
Pero las pretensiones de implantación y desarrollo de Wi-Fi han traspasado ya el entorno puramente profesional o laboral. Las ambiciones en este despliegue ha llevado a las compañías a concebir espacios públicos con acceso a Internet sin cables e, incluso, ciudades enteras. ¿Ciencia ficción? Pues no, en España ya contamos con el ejemplo de la ciudad de Zamora, todo un “hot spot” gigante. De todos modos, no es en nuestro país donde vamos a encontrar los casos más significativos. Para ello hay que “cruzar el charco” y consultar los datos de Estados Unidos. Allí se pueden contabilizar unas 3.700 zonas de acceso público a la Red basadas en Wi-Fi y, según la compañía Analysys, llegarán a unas 41.000 en 2007. Camino de ello van, ya que 700 cafés de la cadena Starbucks, por ejemplo, ya proporcionan acceso inalámbrico a sus clientes con portátiles.
En el Viejo Continente, en cambio y salvo excepciones como el aeropuerto de Zúrich, son los particulares los que más contribuyen a la expansión de este mercado. Aquí, los usuarios realmente amantes de la tecnología están creando auténticas comunidades virtuales. Según ellos, Wi-Fi permite que los equipos se conecten entre sí y con los nodos o equipos centrales, que, operativos las 24 horas del día, extienden la Red tanto como se quiera.
La idea, nacida en Estados Unidos, donde ya cuenta con un notable desarrollo, ha cuajado ya en España, donde en los últimos meses han surgido decenas de comunidades inalámbricas, repartidas por Guadalajara, Madrid, Barcelona, Málaga, Sevilla, Valladolid, Zaragoza, Vitoria o Baleares, entre otras. Estas redes tienen cada vez un mayor número de usuarios registrados y participantes en los multitudinarios foros en línea. El único objetivo: divertirse.

Con los estándares a vueltas
Wi-Fi es una tecnología que permite a los dispositivos comunicarse en distancias cortas, que varían según las fuentes que se consulten, sin necesidad de utilizar cables. Para que esto sea posible, Wi-Fi se ha desarrollado a través de dos estándares diferentes conocidos ya como 802.11b y 802.11a.
Aunque ambos comparten el mismo objetivo, cada uno de ellos ha tendido a un ámbito concreto de aplicación e incluso han rivalizado en muchos aspectos. De esta forma, las soluciones que utilizan el estándar 802.11b ya se han abierto paso en el entorno de la oficina predominantemente, mientras los productos que utilizan el reciente estándar 802.11a están enfocando sus esfuerzos a posicionarse dentro del entorno doméstico.
Técnicamente hablando, el estándar 802.11b permite que la información sea transferida a una velocidad aproximada de 11 Mbps y utiliza una banda de radio de 2,4 MHz. Por su parte el estándar 802.11a transmite datos a una velocidad de más de 54 Mbps en la frecuencia de 5 GHz, pero no es compatible con 802.11b.
Mientras se terminan de dar los últimos pasos para la implantación generalizada de esta tecnología, los interesados en esta materia ya han empezado a invertir en estudios de mercado que aporten un poco de luz sobre el futuro de esta tecnología inalámbrica. Uno de los últimos trabajos publicados al respecto es el realizado por In-Stat/MDR y que prevé que la producción anual mundial de equipamiento Wi-Fi alcanzará los 33 millones de unidades en 2006, frente a los 6 millones, en términos generales, de la actualidad.
Otro aspecto a destacar es que, según el informe, la gran cantidad de productos Wi-Fi que se están desarrollando ha ayudado a reducir los costes de los componentes internos. Esto se debe a que con la caída en los precios de los dispositivos Wi-Fi, cada vez más gente lo está adoptando como un método para compartir acceso a Internet de banda ancha de forma inalámbrica.
Mientras se intenta prevenir la más que posible confusión del mercado de las TI en torno a los estándares 802.11b y 802.11a, hoy por hoy incompatibles, los fabricantes continúan haciendo un gran esfuerzo para impulsar esta tecnología especialmente en materia de dispositivos tales como Tablet PC o PDA.

Seguridad, la eterna promesa
La organización que certifica los productos de LAN inalámbrica bajo la denominación Wi-Fi dio recientemente las nuevas especificaciones que refuerzan la seguridad de este tipo de redes sin cables.
Las recomendaciones de seguridad de la asociación Wi-Fi Alliance, llamadas WPA (Wireless Protected Access), abogan por la implementación de nuevos mecanismos en sustitución de los actuales sistemas de seguridad basados en WEP (Wireless Encryption Protocol), cuyas vulnerabilidades son reconocidas por buena parte de la industria. La organización planea disponer tales mecanismos como característica opcional en un primer momento y como obligatorios, y por tanto necesarios para obtener la certificación Wi-Fi, en un período razonable de tiempo después.
El grupo de trabajo 802.11 del Institute of Electrical and Electronic Engineers (IEEE), encargado de los est&

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