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Unidades removibles

La informática es el cuento de nunca acabar . Podemos comprar el equipo más moderno, potente y rápido del mercado, pero en muy poco tiempo empezaremos a necesitar más potencia, más memoria, o más disco duro . Las unidades removibles son una excelente alternativa cuando se trata de estirar un poco más la capacidad del disco duro, o cuando tenemos que mover grandes cantidades de datos entre equipos en los que la conexión por red no es una buena alternativa .

Las aplicaciones de las unidades removibles son muy amplias, puesto que son uno de los dispositivos más versátiles que se pueden conectar al ordenador . Con el paso del tiempo, y el aumento de tamaño de los ficheros, aplicaciones, etcétera, ha llegado un punto en el que los tradicionales disquetes de 1,44 MB se han quedado pequeños para la gran mayoría de las aplicaciones, puesto que su extrema lentitud, y lo incómodo que resulta repartir los ficheros en varios disquetes, cuando no caben en uno solo, han provocado la aparición de una gran multitud de dispositivos con mucha más capacidad y una velocidad de acceso mucho más elevada .

La utilización más común de las unidades removibles es la necesidad de mover grandes cantidades de datos de un equipo a otro, en sectores como las artes gráficas, desarrollo de aplicaciones, edición de vídeo y un largo etcétera de casos en los que la distancia entre los equipos imposibilita la conexión a través de redes locales, y que mediante transmisiones sobre las líneas telefónicas eternizarían el intercambio de ficheros . En función de la aplicación que vaya a darle el usuario a la unidad se elegirá la capacidad de la misma, puesto que actualmente podemos elegir entre 100 MB del Iomega Zip y los 4,3 GB de la unidad Apex .

También es muy habitual utilizar unidades removibles para realizar copias de seguridad de datos críticos, aunque el elevado coste por MB de capacidad desplaza este mercado hacia las unidades de cinta . Sin embargo, las ventajas de las unidades removibles sobre las de cinta, como el acceso directo a los datos, o su mayor velocidad de transferencia mantiene a los removibles entre los usuarios que necesitan hacer las copias de seguridad muy frecuentemente .

Otra aplicación, especialmente extendida entre los usuarios domésticos, es liberar espacio en el disco duro, moviendo al removible los ficheros que se utilicen con poca frecuencia, o antiguos, para recuperar el sitio que ocupan, y poder grabar otros nuevos . Ficheros de imágenes, o archivos comprimidos bajados de Internet son los candidatos perfectos para acabar “exiliados” a un cartucho removible .

Pero esto no es todo lo que se puede hacer con una unidad removible, hay decenas de aplicaciones que podemos darle, sólo hace falta imaginación . Por ejemplo imaginemos que el ordenador de casa lo utilizan tres personas, que se pasan la vida discutiendo por que los demás ocupan demasiado espacio en el disco duro, o porque están cambiando constantemente la configuración de Windows y no acaba de funcionar correctamente . Se puede utilizar una unidad de alta capacidad, como el Iomega Jaz, como unidad de arranque del ordenador, cada usuario tiene su cartucho, e instala el sistema operativo que más le convenga, y configurado a su gusto . Cada vez que lo utilice otra persona, insertará su cartucho en la unidad y reiniciará el ordenador, parecerá como tener tres ordenadores distintos dentro de la misma caja, y el disco duro se puede utilizar para otras funciones, como albergar los ficheros de aplicaciones, o en general los comunes que normalmente no se modifican .

Incluso algunos fabricantes trabajan para conseguir estandarizar el uso de sus unidades removibles, y eliminar de esta forma a la arcaica disquetera de 1,44 MB, que es el único componente del PC que no ha evolucionado desde hace muchos años, algo totalmente inaceptable en un mundo en el que los ordenadores se hacen viejos en seis meses .

Como se puede ver aplicaciones no le faltan a las unidades removibles .

Tecnologías

Ante las necesidades de los usuarios de unidades removibles, los fabricantes han desarrollado varias tecnologías, más o menos parecidas, para llegar al mismo objetivo final, conseguir un dispositivo de almacenamiento en el que los componentes destinados a almacenar la información, puedan ser intercambiados de una forma rápida, sencilla, y segura para los datos .

Hace ya varios años el mercado se los disputaban dos grandes empresas: Iomega, con sus unidades Bernoulli, y Syquest, con sus removibles de 44 y 88 MB . Estas unidades fueron las precursoras de las unidades actuales . Las de Iomega se basaban en el efecto físico que lleva su nombre, los cartuchos de plástico rígido contenían dos discos flexibles unidos y que giraban solidariamente . Las unidades Syquest estaban basadas en un sistema muy similar al de los discos duros, pero con el cartucho abierto al exterior, por su parte frontal, y con un disco metálico en su interior . Pues bien, al contrario de lo que pudiese parecer, la tecnología de Iomega, mucho más segura para los datos se ha extinguido, mientras que la empresa Syquest, que utilizaba la que actualmente usan una gran parte de los fabricantes, ha pasado por dificultades económicas que han llevado al cierre de la empresa .

Actualmente existen tres tecnologías: magnética con disco flexible, magnética con discos rígidos, y magneto-óptica, realmente las dos tecnologías magnéticas son similares, pero como la configuración del soporte varía de un tipo a otro las separamos para una mayor claridad .

En la magnética con discos flexibles encontramos unidades como el Zip de Iomega, y la LS-120 de Imation . Es el método más empleado para grabar datos en un soporte recubierto por un sustrato magnético . Mediante un campo magnético generado por el cabezal de la unidad, se orientan en una determinada la dirección las partículas que forman dicho sustrato . Posteriormente, en las operaciones de lectura, el sustrato magnético induce una corriente eléctrica en el cabezal, que se interpreta como un uno o un cero binario .

El soporte suele estar montado en cartuchos bastante pequeños, con un disco flexible en su interior y un dispositivo que protege la superficie del disco cuando no se encuentra en la unidad .

Sus capacidades varían entre los 40 MB y los 250 MB .

Determinados equipos que utilizan tecnología magnética, realizan el posicionamiento de la cabeza de lectura/escritura mediante un dispositivo óptico, que permite una mayor precisión a la hora de situar el cabezal en una pista, consiguiéndose una separación menor entre las pistas, que provoca una mayor densidad de datos y por lo tanto más capacidad en el mismo espacio .

La tecnología magnética con discos rígidos es muy similar a la de discos flexibles, con la diferencia del tipo de discos empleados . En estos casos se utilizan discos metálicos, recubiertos por el sustrato magnético, con una densidad de grabación bastante superior a la que se consigue con los discos flexibles . Tienen uno o dos discos, y como el sistema suele ser más sensible a la suciedad, están protegidos dentro del cartucho, siendo las cabezas de lectura/escritura las que se mueven al interior del cartucho a través de una abertura situada en el frontal del cartucho . También giran a una velocidad muy superior a la de los cartuchos de discos flexibles . Sus capacidades oscilan entre los 512 MB y los 2 GB y son unidades con una velocidad de lectura/escritura muy elevada .

Por último tenemos la tecnología magneto-óptica, que utiliza un sistema óptico para la lectura y una combinación de magnético y óptico para la escritura . Este es el sistema más seguro para el almacenamiento de datos importantes, puesto que los cartuchos son muy resistentes a los golpes, vibraciones, a la suciedad y a

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