Histórico

Monitores LCD

Cuando aparecieron las pantallas planas en el mercado, hace aproximadamente un año y medio, tenían unos precios completamente inaccesibles para la mayoría de los usuarios . El elevado coste de fabricación, al ser tan baja la demanda, la escasa oferta y el normal encarecimiento de los productos en el momento de su lanzamiento, propiciaron esta situación .

En aquellos momentos era fácil ver monitores LCD con precios de venta al público superiores al millón de pesetas . A lo largo de este tiempo han ido apareciendo una gran cantidad de modelos, con diversos tamaños de pantalla, cada vez mayores, y con precios más y más reducidos . Actualmente no tendría mucho éxito un monitor plano que costase un millón de pesetas, principalmente porque los más modernos y grandes apenas superan las 500 . 000 pesetas . Los modelos más económicos ya se pueden encontrar por menos de 200 . 000 pesetas y ofrecen una calidad de imagen muy elevada . Aunque los monitores convencionales con tubo de rayos catódicos también han visto caer sus precios vertiginosamente, las pantallas planas ofrecen una serie de ventajas que no se podrían obtener de ningún monitor convencional . Antes de analizar estas ventajas y también sus desventajas, explicaremos primero cómo funcionan los dos tipos de monitores, para poder comprenderlas mejor .

Funcionamiento de un monitor CRT

En primer lugar, tenemos que conocer cómo funciona un monitor convencional, con tubo de rayos catódicos, que también podemos encontrar en los receptores de televisión . En un CRT ( Cathode Ray Tube, Tubo de Rayos Catódicos ) podemos encontrar en su parte posterior tres cañones, cada uno para un color primario, que emiten electrones . De forma contigua a los cañones se encuentra el yugo, que esta formado por varias bobinas que rodean el tubo y se encargan de dirigir el haz de electrones para formar la imagen . Finalmente el haz que emiten los cañones llega a la pantalla atravesando una rejilla que se encarga de definir cada punto y provoca que el recubrimiento de fósforo de la pantalla brille . Evidentemente, el haz no dibuja las imágenes como lo haríamos con un lápiz sobre un papel, lo hace efectuando un barrido en zigzag empezando en la esquina superior izquierda de la pantalla y terminando en la esquina inferior derecha . Primero se traza la línea superior y el haz se coloca en la parte izquierda de la segunda línea, y así sucesivamente hasta completar toda la pantalla, para volver a empezar . Aprovechando el “defecto” de la persistencia de las imágenes en la retina del ojo humano, no vemos como avanza el haz de electrones a lo largo de la pantalla, sin embargo, si empleamos frecuencias de refresco vertical bajas, apreciaremos como parpadea la pantalla, efecto que desaparece subiendo esta frecuencia por encima de los 70 Hz . La televisión utiliza una frecuencia de 50 Hz, a menos que dispongamos de un receptor de alta calidad, con una frecuencia superior, y apenas se aprecia el parpadeo, porque las imágenes son de una resolución inferior y, además, no son estáticas como ocurre en un ordenador . Evidentemente, cuanto más elevada sea la frecuencia de refresco vertical, mejor veremos la imagen en la pantalla, más nítida y con menos parpadeo .

La tecnología empleada es completamente analógica, puesto que el haz se dirige a la pantalla mediante bobinas que utilizan señales analógicas . En los tubos de rayos catódicos es imprescindible ajustar correctamente varios parámetros, normalmente en la fase de fabricación, que permitirán ver correctamente la imagen . Uno de ellos es la convergencia, ya que al haber tres cañones separados, y no ser igual la distancia que los separa de la pantalla, en el centro y en las esquinas, es un poco complicado hacer coincidir exactamente en el mismo sitio los puntos de los tres colores primarios . También es posible encontrar problemas de enfoque, aunque éste es un problema menor, puesto que se puede regular . Como encontramos que, al igual que con la convergencia, al no ser constante la distancia que separa todos los puntos de la pantalla de los cañones, es muy difícil conseguir un enfoque preciso . Si enfocamos perfectamente el centro, las esquinas se verán un poco borrosas, y viceversa .

Funcionamiento de un monitor LCD

En el caso de los monitores LCD no existen ni los cañones, ni el yugo, ni el tubo . Los encargados de formar la imagen son unos transistores que pueden emitir o no luz . Estos transistores se agrupan de tres en tres, cada uno para un color primario, y a su vez se colocan en una matriz con tantos grupos como puntos se quieran representar en la pantalla . Sobre esta matriz se coloca un cristal líquido que se encarga de modular la cantidad de luz que pasa de cada transistor, y que es la que define el número máximo de colores que soporta la pantalla .

También hay que colocar un polarizador, que evita que la luz de los puntos adyacentes salga por los que están apagados . El aspecto negativo de este polarizador es que también limita los ángulos desde los que se puede observar la pantalla . Este problema se está resolviendo a medida que pasa el tiempo, aunque en determinadas aplicaciones puede resultar útil ya que, por ejemplo, ya hay cajeros automáticos con pantallas LCD que únicamente se pueden ver desde un ángulo muy reducido, evitando las miradas de curiosos .

Todos estos componentes ocupan un espesor muy reducido, menos de 10 centímetros en casi todos los modelos, si lo comparamos con el fondo que ocupa un monitor convencional . Rápidamente podemos ver una de las principales ventajas de las pantallas LCD frente a los tubos de rayos catódicos . Debido al reducido espesor de la pantalla los diseñadores se encuentran con problemas para integrar la fuente de alimentación dentro del monitor . En algunos casos se coloca en el interior de la peana; otros consiguen reservar espacio suficiente dentro del propio monitor, y en los modelos más pequeños, o con peana desmontable, se utiliza un transformador externo .

Al contrario que los monitores CRT, en los LCD se emplea una tecnología completamente digital . En la pantalla hay un número fijo de puntos, que se pueden encender o no, y no se pueden representar resoluciones superiores a la física de la pantalla . Si esta resolución física es, por ejemplo, de 1 . 024 x 768 puntos, en la pantalla tendremos 768 líneas formadas por 1 . 024 grupos de 3 transistores, en total tendremos 3 . 072 columnas . Esto provoca que no existan errores de convergencia horizontal, puesto que los puntos están perfectamente alineados, aunque si existe un mínimo error de convergencia vertical, provocado por la anchura que tienen los grupos de tres colores básicos . Como hemos dicho, este error es mínimo, y no es fácil apreciarlo en la utilización normal de la pantalla . Únicamente con un programa de comprobación, diseñado específicamente para mostrar este tipo de errores es posible verlo .

Los errores de foco simplemente no existen, porque en una pantalla LCD no hay nada que enfocar, los puntos están perfectamente definidos y se encienden o se apagan .

La señal que genera el ordenador es digital, y se convierte en analógica en la tarjeta gráfica, para poder visualizarla correctamente en un monitor CRT . Como las pantallas LCD también son digitales, hay que volver a convertir la señal analógica de la tarjeta gráfica en digital . Esta conversión la realiza el monitor, y tiene que ser extremadamente precisa para que cada punto de la señal enviada desde el ordenador se corresponde con uno de la pantalla . Para realizar este ajuste los monitores poseen controles de fase y reloj . Como cada tarjeta gráfica tiene sus propios modos gráficos y utilizan frecuencias distintas a las demás, es preciso que este ajuste lo realice el usuario . Si no se hace correctamente, en la pantalla aparecerán r

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