Histórico

Las acciones de CHS caen en picado

Fraude fiscal, falsificación de resultados económicos y evasión de impuestos, principales acusaciones contra CHS por parte de su accionariado.

El grupo multinacional mayorista CHS se encuentra contra las cuerdas. Los embarazosos momentos por los que la compañía está atravesando tienen su razón de ser en la acusación formal por parte de sus accionistas ante la justicia estadounidense por presunto fraude financiero y falsificación de datos económicos de las filiales europeas, según informaciones aparecidas en las páginas Web de NASDAQ (mercado de Wall Street en el que cotizan las empresas de Tecnologías de la Información), CNN, Agencia Reuters y Washington Post. Por el momento, el resultado de todo esto se traduce en una bajada de la cotización de las acciones en 10 dólares, con lo que la compañía ha perdido algo más de dos terceras partes de su valor.

El pasado 17 de marzo, los propios responsables de CHS anunciaban públicamente la existencia de estas denuncias. A través de diversos despachos de abogados especializados en la investigación de acciones fraudulentas, tales como Kaplan Kilsheimer & Fox LLP, Weiss & Yourman, Schoengold & Sporn, Milberg Weiss, Wolf Haldenstein o Shepherd & Geller, entidades que compraron acciones de CHS entre el 19 de junio de 1998 y el 22 de marzo del presente año, ambos inclusive, han interpuesto una demanda acusando al mayorista de varios delitos. Concretamente, CHS tendrá que responder ante las acusaciones de violación de las leyes federales estadounidenses de seguridad al proporcionar ciertos directivos de la compañía datos financieros y ganancias que, presuntamente, han resultado ser falsos. En segundo lugar, los accionistas fundamentan sus denuncias, a grandes rasgos, en la presentación por parte de CHS de documentos de dudosa credibilidad y pedidos realizados por diversos clientes que nunca existieron.

Asimismo, las informaciones aparecidas en los medios y organizaciones anteriormente señaladas apuntan a que los rebates (incentivos económicos que los fabricantes otorgan a sus mayoristas en función de las ventas alcanzadas) expuestos por la multinacional mayorista no se corresponden con las cantidades que realmente percibieron. Otra de las acciones supuestamente acometidas por CHS, y denunciada por el accionariado, es la que se refiere al traslado de su inventario de una filial europea a otra con el fin de evadir un 18 por ciento de IVA. Todo esto se ha visto reflejado en unos beneficios exageradamente abultados, según los denunciantes.

Las acciones de CHS caen en picado

A mediados de febrero el valor de las acciones del mayorista ascendía a 12,38 dólares, según la agencia Reuters. Los primeros efectos del escándalo se hicieron sentir el pasado viernes 19 de marzo cuando la cotización de las mismas bajaba hasta los 6 dólares. Sin embargo, la vertiginosa caída de dicho precio no se detenía aquí, sino que al cierre de esta edición se mantenía en los 3,88 dólares.

CHS corrige sus previsiones

Al parecer, según comunicado oficial de CHS, la diferencia entre los resultados preliminares anunciados por el mayorista el pasado 24 de febrero y los publicados el 22 de marzo radica en la falsedad de los rebates que en un principio parecían conseguidos por CHS. Así, los beneficios brutos y netos del cuarto trimestre ofrecidos en un primer momento fueron de 193,4 y de 26,2 millones de dólares, respectivamente. Mientras, el beneficio operativo de todo 1998 ascendía a 180 millones. Tras la rectificación realizada por CHS, éste último se mantiene en los 128,5 millones, siendo el beneficio bruto y neto final del cuarto trimestre de 184,2 y de 13 millones de dólares, respectivamente.

Los denunciados

Las acusaciones formuladas por los abogados de los afectados van dirigidas no sólo a la compañía, sino también a Claudio Osorio, presidente y CEO de CHS, y a Craig S. Toll, director financiero de CHS. Además, según el bufete Shepherd & Geller, un alto ejecutivo de la compañía envuelto en la evasión de impuestos, del que no ha desvelado el nombre, habría huido de EE.UU. por miedo a la posible acción de la justicia.

La reacción de CHS se ha producido a través de las manifestaciones de su propio presidente, quien ha asegurado que “estamos muy avergonzados con lo sucedido. De todas formas, el 24 de febrero anunciamos el descubrimiento de ciertas discrepancias relacionadas con la cantidad de incentivos concedidos por los fabricantes en el cuarto trimestre de 1998. Una investigación concluyó que tales diferencias se limitaban a la cúpula europea y no afectaban a aquellos rebates conseguidos por las filiales”.

CHS toma medidas y reduce su plantilla

Pero la respuesta del mayorista no sólo se limita a buenas palabras, sino que va mucho más allá y afecta a cambios en el organigrama de la compañía. Con respecto a este apartado, Osorio ha declarado que “estamos dando los pasos adecuados para que esto no vuelva a ocurrir, incluyendo cambios en la gestión. Así, Bart Emmer, ejecutivo senior de CHS, supervisará y asumirá la responsabilidad del programa de incentivos de los fabricantes. Además, Jean Pierre Robinot, miembro de la directiva de un importante fabricante de Tecnologías de la Información, se convertirá en el jefe de operaciones de la región europea”. Asimismo, Claudio Osorio continuará asumiendo la responsabilidad directa de las operaciones de CHS en todo el mundo.

Las iniciativas que CHS llevará a cabo dentro de su estructura de negocio, según el propio Osorio, provocadas por el escándalo en el que se ha visto envuelto, son seis: en primer lugar, reducción del número de regiones en las que divide su negocio de 10 a 6 (Europa central; Sur de Europa, Oriente Medio y África; Islas Británicas y Países Nórdicos; Europa del Este; Asia; y Latinoamérica). En segundo término, CHS se plantea el posible cierre de 25 ó 30 de sus almacenes en el mundo, al tiempo que reducirá su plantilla en un 10 por ciento, lo que equivale al despido de 600 empleados. Como cuarta medida, CHS busca la disminución de sus gastos en 15 millones. Asimismo, el quinto objetivo del mayorista es reestructurar todas las operaciones locales con niveles o beneficios insatisfactorios en los próximos 6 meses. Por último, iniciará un programa de recorte de costes que reducirá de forma inmediata los gastos administrativos generales y de ventas.



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