La formación se revela como el principal reto de los empleados de TI
Las iniciativas de aprendizaje deberían contar con una medida del retorno de inversión
Según refleja la consultora Gartner, el reto principal para los trabajadores de TI es mantenerse al día con las últimas novedades. En este sentido, la formación se configura como algo imprescindible para proporcionar los conocimientos necesarios que permitan a los empleados mantenerse de forma competitiva. Sin embargo, pocas empresas ofertan iniciativas formales de aprendizaje.
“De acuerdo con las buenas prácticas de negocio, cualquier iniciativa que lleve tiempo y dinero para diseñarse y ejecutarse, y que aparte al personal de su trabajo habitual, debería ser capaz de cubrir las expectativas en cuanto a retorno de inversión”, señalaba Andrew Walker, director de investigación del grupo de desarrollo de contenido de gestión del capital humano de Gartner. “Demasiado a menudo, las medidas utilizadas para determinar el valor del aprendizaje son internas y no ofrecen demasiada ayuda. Por tanto, las empresas deben haber el trabajo adicional de comparar el retorno contra la inversión”.
Una vez que se ha tomado la decisión de evaluar las iniciativas de aprendizaje, las empresas deberían también valorar los diferentes tipos de formación y su posible impacto. La inversión en aprendizaje en las compañías puede ser muy significativa. De hecho, muchas empresas de TI gastan entre el 3 y el 5 por ciento de sus presupuestos de TI en programas de aprendizaje, e incluso más cuando se incluyen los costes de formación en proyectos concretos.
La aproximación más adaptable para evaluar los beneficios del aprendizaje se tiene que realizar paso a paso. Incluso si las empresas no demandan un retorno de esta inversión, cuántas más métricas se realicen demostrando que existe un retorno tangible, más dispuestos estarán posteriormente a seguir invirtiendo dinero en este tipo de iniciativas.
“Evaluar los beneficios de la formación requiere un esfuerzo importante. Muchas empresas no están todavía preparadas para ello y no lo estarán hasta que se hayan completado otras iniciativas de medición”, afirmaba Walker.
“De acuerdo con las buenas prácticas de negocio, cualquier iniciativa que lleve tiempo y dinero para diseñarse y ejecutarse, y que aparte al personal de su trabajo habitual, debería ser capaz de cubrir las expectativas en cuanto a retorno de inversión”, señalaba Andrew Walker, director de investigación del grupo de desarrollo de contenido de gestión del capital humano de Gartner. “Demasiado a menudo, las medidas utilizadas para determinar el valor del aprendizaje son internas y no ofrecen demasiada ayuda. Por tanto, las empresas deben haber el trabajo adicional de comparar el retorno contra la inversión”.
Una vez que se ha tomado la decisión de evaluar las iniciativas de aprendizaje, las empresas deberían también valorar los diferentes tipos de formación y su posible impacto. La inversión en aprendizaje en las compañías puede ser muy significativa. De hecho, muchas empresas de TI gastan entre el 3 y el 5 por ciento de sus presupuestos de TI en programas de aprendizaje, e incluso más cuando se incluyen los costes de formación en proyectos concretos.
La aproximación más adaptable para evaluar los beneficios del aprendizaje se tiene que realizar paso a paso. Incluso si las empresas no demandan un retorno de esta inversión, cuántas más métricas se realicen demostrando que existe un retorno tangible, más dispuestos estarán posteriormente a seguir invirtiendo dinero en este tipo de iniciativas.
“Evaluar los beneficios de la formación requiere un esfuerzo importante. Muchas empresas no están todavía preparadas para ello y no lo estarán hasta que se hayan completado otras iniciativas de medición”, afirmaba Walker.
