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Impresoras de color para el hogar y la oficina

Comparamos siete impresoras de color que ofrecen calidad fotográfica y alta velocidad de impresión:

La fotografía, tal y como la conocemos, tiene sus días contados. Las nuevas impresoras de color que se empiezan a comercializar ofrecen una resolución y una calidad bastante similares a las de una fotografía convencional. Esto significa que el mercado de las impresoras de color todavía está empezando y se va a popularizar rápidamente.

En este artículo comparamos siete impresoras de color de distintas características. La más económica es la de Olivetti, con un precio sensiblemente inferior al resto, pero con unas prestaciones muy similares. La más “profesional” es la de Tektronix, que cuesta casi 800.000 pesetas aunque la calidad también es equivalente.

Las siete impresoras ofrecen resoluciones que oscilan entre 600 y 1.400 puntos por pulgada, lo que permite imprimir con una calidad casi fotográfica. Los colores son brillantes y la saturación está bastante conseguida. Ahora bien, tenemos que utilizar un papel especial para conseguir los mejores resultados, con lo que se incrementa el coste por página hasta un nivel incluso superior al de una fotografía.

Un precio muy bajo y unas prestaciones muy altas: ¡Esto tiene truco!

El éxito comercial de las impresoras de chorro de tinta en color radica en el precio. El usuario no alcanza a creerse que una impresora capaz de imprimir en color, con alta calidad y con muy buena velocidad, pueda costar menos que una impresora matricial o que una láser de 4 páginas por minuto.

Las impresoras de chorro de tinta más económicas tienen un precio de venta al público de 30.000 pesetas. La impresora de Olivetti que comparamos en este artículo cuesta 38.000 pesetas y es de gama alta. Estos precios se han conseguido después de varios años de investigación y desarrollo. La tecnología de chorro de tinta lleva muchos años comercializándose y la evolución ha ofrecido sus frutos: ahora se utilizan tintas especiales de secado rápido, cabezales de impresión más precisos y se ha mejorado el tratamiento del color por parte del controlador de impresora.

Una impresora de chorro de tinta tiene un mecanismo muy sencillo, de bajo coste de fabricación y sin problemas de mantenimiento. Además, los cartuchos de tinta son desechables y no es necesario reemplazar el cabezal de impresión.

Pero no es oro todo lo que reluce, ya que el coste de impresión es muy superior al de otras tecnologías. Si sólo se utiliza la impresora para imprimir texto, en tinta negra, el coste por hoja rondará las 6 pesetas, pero si queremos imprimir en color, a toda página y con buena resolución, costará unas 300 pesetas por página (como para cometer un error). El usuario no es consciente del coste hasta que tiene que comprar el primer cartucho o la primera caja de hojas, y luego ya es tarde. Lo más normal es que en un año nos gastemos el mismo dinero en consumibles que lo que nos costó la impresora. La única solución es imprimir con moderación.

La utilización final de las impresoras de chorro de tinta en color suele ser como impresora convencional y eventualmente para imprimir transparencias y alguna imagen. Pero por el precio que nos ha costado, sigue siendo un chollo.

El mercado de las impresoras de color

Al contrario de lo que ocurre con los ordenadores personales, las impresoras están muy controladas por sus fabricantes. El mercado de las impresoras de chorro de tinta mueve importantes cantidades de dinero, pero está muy poco repartido. Hewlett-Packard es el líder indiscutible en el sector y Epson se encuentra en una segunda posición. A continuación nos encontramos con Lexmark, Olivetti y Canon, y nada más.

No es fácil encontrar algún otro fabricante de impresoras de chorro de tinta de color que comercialice un número de unidades importante en España

Los márgenes de distribución son bastante bajos y es fácil encontrarse con precios sensiblemente inferiores al recomendado por el fabricante. El usuario final no se fija tanto en el comercio donde compra la impresora, ya que la garantía la obtiene directamente del fabricante y el beneficio que obtiene el distribuidor y el punto de venta es bastante limitado. Afortunadamente estas impresoras se están vendiendo como churros y el futuro promete.

De un tiempo a esta parte se empiezan a regalar programas de tratamiento de imágenes junto con la impresora. Esta nueva tendencia está muy relacionada con la introducción de cámaras digitales, lo cual va a ser un bombazo en el mercado de la informática. Ya tenemos grabadoras CD-ROM, y los discos vírgenes se comercializan por 300 pesetas, las nuevas grabadoras DVD se empiezan a popularizar, los programas de tratamiento de imágenes nos permiten mejorar drásticamente cada una de las fotografías y, por último, las cámaras digitales empiezan a venderse masivamente.

Todo esto significa que la fotografía va a ser digital en muy poco tiempo. Será una razón más que invite al consumidor a comprarse un equipo completo, con su impresora correspondiente. Y lo mejor de todo es que llegará a muchos nuevos usuarios que hasta ahora no habían querido entrar en el mundo de la informática.

Canon BJC-4650

La impresora más polifacética de la comparativa, que permite cambiar el cabezal de impresión por un cabezal digitalizador y obtener así un escáner es la Canon BJC-4650.

En el segmento económico de las impresoras de tinta de color, Canon ofrece el modelo BJC-4650, con unas prestaciones medias en cuanto a velocidad y con una calidad de color y resolución muy buenas.

Canon utiliza la tecnología de modulación de la burbuja, ya utilizada en anteriores modelos, pero además consigue combinar burbujas grandes con burbujas pequeñas, lo cual mejora la precisión de las líneas y el perfil de los objetos.

El formato de la impresora es uno de los mejores de las impresoras que hemos probado. Manteniendo un tamaño similar al de la impresora de Lexmark y de HP, permite introducir papel DIN A3, lo que la convierte en una impresora muy versátil.

Para imprimir podemos elegir entre instalar dos cartuchos pequeños, de tinta negra y color (CMY), instalar un cartucho grande de impresión fotográfica o instalar el cabezal del escáner.

El cambio entre cabezales resulta bastante rápido y sencillo, pero no deja de ser una molestia. Si queremos imprimir un documento que contiene fotografías y texto, nos podemos volver locos.

La velocidad de impresión de texto con tinta negra varía entre 5 y 8 páginas por minuto, dependiendo de la calidad de impresión, del tipo de letra y del tamaño.

La impresión en color es bastante más lenta. La velocidad más elevada que hemos conseguido se acercaba a las dos páginas por minuto, pero lo más normal cuando imprimimos una fotografía es una página cada cinco minutos.

La resolución máxima que ofrece la impresora es 720 puntos por pulgada, que viene a ser suficiente para cualquier tipo de trabajo. En la impresión de fotografías no hemos conseguido la misma calidad que con la impresora de Lexmark, de hecho los puntos son más notorios.

El escáner lee con una resolución de 360 puntos por pulgada, y aunque es muy lento y rudimentario, genera imágenes con muy buena calidad, comparable a las de un escáner de sobremesa.

Resumiendo, la impresora de Canon es una elección realmente buena para el mercado de consumo y para la pequeña oficina. La combinación de escáner e impresora en la misma máquina será algo que irán adoptando otras marcas.

Epson Stylus Color 800

Cuando se necesite una impresora para la oficina, robusta, capaz de imprimir a gran velocidad, con buena calidad y con buenos gráficos, la elección deberá de ser este modelo. La impresora de Epson se presentó hace bastantes meses y desde entonces se ha comercializado ampliamente, colocándose en segundo lugar en cifras de ventas.

La resolución de la Epson Stylus Color 800 es d

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