González-Sinde pide regular la disponibilidad de los libros en Internet
La ministra de cultura, Ángeles González-Sinde, sigue con su cruzada contra la piratería. En unas declaraciones realizadas hoy durante el primer Congreso de Economía y Cultura que se celebra en Barcelona, la ministra ha manifestado su temor a que la piratería, además de afectar a la industria discográfica, también llegue a otros sectores culturales, como el de los libros.
Ángeles González-Sinde cree que la única manera de acabar con la piratería es actuando de manera global. Y es que, la preocupación de la ministra de cultura por las consecuencias de la piratería va más allá de lo que atañe al sector de las descargas ilegales de contenidos audiovisuales y del software legal. En concreto, González-Sinde ha hecho referencia a la situación que vive el sector de las editoriales ante la proliferación de libros que pueden encontrarse en Internet a disposición, de forma gratuita en muchos casos, por parte de los internautas lo que, en su opinión, llevará a que este sector “corra la misma suerte del fonográfico y el cinematográfico”.
Es por ello que la ministra ha abogado por una lucha contra la piratería en todos los sectores culturales desde una perspectiva global y ha instado a que los organismos europeos pongan en común estrategias para atajar estas prácticas. Según González-Sinde, sólo trabajando de manera conjunta se podrán conseguir los objetivos propuestos para eliminar la piratería.
Estas declaraciones son una muestra más del interés de la ministra por lo que, a su entender, son los derechos de autor. Una postura que, en el caso de las descargas en Internet le ha valido su enfrentamiento con una gran parte de la comunidad de internautas. Y la misma suerte parece que vaya a correr ante su postura para eliminar la disponibilidad de libros on-line. En este encuentro celebrado en la Llotja de Mar de Barcelona, Joaquim Palau, director general de RBA libros, no ha compartido con González-Sinde la misma inquietud sobre este sector, aunque sí se ha manifestado partidario de que haya una legislación que regule el uso de esos archivos. En opinión de este responsable, “los e-books triunfarán circunstancialmente en función de lo que las empresas gasten en promocionarlos”. Una postura no compartida por la ministra, que ve cómo la llegada de los libros a Internet, si no se regula, puede correr la misma suerte que las películas ya que, la creciente inmediatez de la demanda por parte de los usuarios “pervierte el proceso natural de su distribución”. Sin duda, se trata de un episodio más de la cruzada de la ministra por erradicar los contenidos gratuitos en Internet. El tiempo dirá si estas declaraciones correrán la misma suerte que las que hizo en su día sobre las descargas de Internet.
